La economía mostró signos de recuperación en el segundo trimestre gracias la combinación de políticas fiscales y monetarias expansivas para enfrentar la crisis sanitaria. Así lo planteó el Banco Central en su último informe de Política Monetaria, en el cual la entidad brinda su panorama de la macroeconomía y la dinámica de las principales variables de la economía.

“El rol de la política fiscal durante la crisis de la covid-19 se centró en la contención de la emergencia sanitaria, económica y social, con medidas extraordinarias de apoyo a empresas y hogares que, acumuladas a junio, representaron alrededor de 3,3 por ciento del PIB, y superarían el 4,0 por ciento del Producto a fines de este año”, indicó el Central

Inflación minorista

Se agregó que “la dinámica de menor inflación observada desde comienzos de 2020 se consolidó en estos meses (a partir del segundo trimestre). Los precios minoristas subieron en promedio 1,8 por ciento por mes durante el segundo trimestre y 1,9 por ciento en julio”.

El documento de la autoridad monetaria indicó que “la política de flotación administrada para contener la volatilidad del tipo de cambio fue fundamental en este proceso. La postergación de los ajustes de tarifas de los servicios públicos y los programas de Precios Cuidados y Máximos también contribuyeron al menor dinamismo de los precios del periodo”.

En el informe del Central se resaltó el rol de la política de crédito para apoyar a la micro, pequeñas y medianas empresas frente a la crisis sanitaria. “Las medidas de promoción del crédito impulsadas por el Banco Central dieron lugar a una respuesta contracíclica de financiamiento bancario”, indicó el documento.

Crédito y ahorro

El crédito al sector productivo lideró la expansión impulsado por las líneas orientadas a las MiPyMEs a tasas de interés subsidiadas, quebrando un ciclo de dos años de contracción con subas récord en términos reales”, agregó.

Se desembolsaron más de 300 mil millones de pesos para miPymes con tasas subsidiadas del 24 por ciento. También hubo crédito a tasa cero para monotributistas y autónomos (segmentos afectados por el freno de la economía a partir de la pandemia).

En el documento de la autoridad monetaria se precisó también como una política clave la tasa de interés mínima para las colocaciones a plazo fijo, que permitió a los ahorristas registrar rendimientos reales por sus inversiones en moneda local. “El dinamismo de los depósitos a plazo sobresalió registrando tasas de crecimiento históricamente elevadas”, indicó la entidad.

Se marcó que el acuerdo con los bonistas recientemente alcanzado por el equipo económico permitirá “una reducción de los servicios de deuda de alrededor de 50 mil millones de dólares hasta 2030 y permite delinear un sendero tanto fiscal como externo compatible con el crecimiento sostenible de la economía argentina”.

Prudencia monetaria

La autoridad monetaria por último se mostró prudente para evitar desequilibrios en el mercado monetario. “La gestión de la política monetaria en la emergencia ha requerido de una importante expansión de la liquidez. El crecimiento observado en la demanda de dinero ha contribuido a absorber una significativa porción de los recursos volcados a la economía, dinámica que se reforzará una vez que se consolide la recuperación económica”, dijo.

Planteó que “el grado de monetización de la economía argentina se encontraba antes de la pandemia en niveles históricamente bajos, y se espera que cierre el año en valores razonables”.

Aseguró además que “se actuará con todas las herramientas ante eventuales excesos de liquidez que pudieran emerger en los próximos meses”.

Se planteó además que los intereses que se pagaron por Leliq y Pases en los primeros 7 meses del año fueron en términos nominales similares respecto de los del igual período del año pasado y “fueron significativamente menores en términos reales”.