Un polígono de tiro en el que practicaba medio centenar de uniformados de la Bonaerense, en El Jagüel, Esteban Echeverría, al borde de la Autopista Ezeiza-Cañuelas, y los cincuenta polis que le daban al gatillo, están en la mira de la Justicia de Lomas de Zamora, luego de la muerte de un comerciante que viajaba en su auto por la autopista y a la altura del polígono perdió el control del volante y chocó contra el guardarrail. Un camionero que vio la escena llamó a la policía. Llegaron los de la 5ª de El Jagüel. El hombre, de 62 años, fue trasladado a un hospital donde falleció. Los médicos comprobaron que no murió por el choque sino por una bala 9 milímetros que se le había incrustado por detrás de la oreja derecha. En un principio se sostuvo que el comerciante, Marcelo Mario Lorenzetti, era primo del presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti. Desde el tribunal se negó el parentesco.

El impacto del proyectil, que los investigadores creen que atravesó la luneta, y el choque contra el guardarrail, se produjeron a la altura del campo deportivo que River Plate tiene en El Jagüel, a unos 32 kilómetros de la Ciudad Autónoma, y del polígono de tiro que utiliza el Ministerio de Seguridad bonaerense para llevar sus uniformados a las prácticas, ubicado frente a River y pegado a la Autopista, en la misma dirección que seguía Lorenzetti, hacia la CABA.

El disparo ocurrió alrededor de las 9. A esa hora, los polis iniciaban su práctica. Los investigadores saben que entre 8.20 y 8.30, el comerciante se encontraba con su Citroën C3 gris a unos kilómetros del lugar, en una estación de servicio, cargando combustible.

Luego del zigzag y el choque contra el guardarrail, un camionero que se encontraba estacionado cerca y vio la escena llamó a la policía. El hombre fue trasladado a un hospital local, mientras se suponía que estaba herido por efectos del choque. Pero cuando lo revisaron en el hospital, los médicos detectaron una herida de bala que había ingresado a la altura de la nuca por detrás de la oreja derecha. Lorenzetti falleció una hora más tarde.

Los forenses extrajeron la bala y mediante un peritaje se determinó que se trataba de un proyectil 9 milímetros, el mismo calibre que utilizan las fuerzas de seguridad.

Con ese dato, la fiscal Mariela Bonafine, de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Esteban Echeverría, ordenó una serie de peritajes, como la trayectoria balística y la distancia aproximada desde donde se produjo el disparo, para confirmar o descartar posibilidades.

Si bien no es la única hipótesis, la que más mueve la atención por el momento es que el balazo que mató a Lorenzetti pudo ser una bala policial proveniente del polígono que tiene en el lugar el Ministerio de Seguridad bonaerense para que los efectivos de la Policía Local de distintos municipios realicen prácticas de tiro.

El predio está ubicado en el área del Centro de Caza, Tiro y Pesca de Esteban Echeverría, sobre la calle Ricardo Newton 2366, paralela a la autopista, entre los terrenos de la Asociación Italiana, el Club de Automóviles Clásicos, la Asociación de Judiciales Bonaerense y frente a una planta de tratamiento de agua de Aysa, ubicada cruzando la calle interior. El polígono fue inaugurado a fines del año pasado, y fue incorporado con toda pompa a los planes de capacitación del ministro de Seguridad provincial.

Bonafine se presentó el martes en el predio y determinó por los registros que durante el turno matutino los uniformados que entrenaron con sus armas eran de la Policía Local de Pilar. La fiscal se retiró con un listado con los 50 nombres de esos policías y el número de serie de la pistola 9 milímetros provista por la fuerza que cada uno de ellos porta.

“Si se afianza esta línea investigativa de una bala perdida policial, iremos convocando a estos policías locales para que vayan entregando sus armas para un cotejo balístico”, dijo una fuente judicial.

De comprobarse la hipótesis sobre la Bonaerense, uno de esos uniformados debería ser imputado por homicidio culposo, aunque también deberían existir imputaciones en el caso de que se encuentren fallas en la contención perimetral del polígono.

Otras hipótesis que se barajaban en la fiscalía son que Lorenzetti pudo haber tenido una discusión con otro automovilista y éste le habría disparado. También, se analiza si pudo haber sido baleado en un intento de robo. Para descartar o comprobar, Bonafine ordenó el secuestro de las cámaras de seguridad del peaje y de todas las que pudiera haber sobre la autopista. Quiere determinar si durante el trayecto desde Lobos –de donde era oriundo el comerciante– pudo haber sufrido un intento de robo o tenido algún roce con otro vehículo que pudiera haber provocado una discusión de tránsito.

El martes, en un primer momento, se informó que la víctima era pariente del presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti. Pero un comunicado del tribunal negó el parentesco. 

La extraña confusión se inició cuando fue a declarar a la comisaría 5ª un hermano de la víctima, quien dijo a los uniformados que eran primos segundos del presidente de la Corte.