El Gobierno nacional autorizó el acompañamiento a pacientes en estado crítico diagnosticados con coronavirus o cualquier otra enfermedad o padecimiento. La decisión quedó contemplada en el Decreto 714/2020 publicado en el Boletín Oficial, donde se establecen las nuevas condiciones del distanciamiento y aislamiento preventivo, social y obligatorio.

Después de que se mediatizaran casos de personas que no habían podido despedirse de sus seres queridos, el Gobierno incluyó en el artículo 27 del DNU que tanto las provincias como la Ciudad de Buenos Aires “deberán prever la aplicación de un estricto protocolo de acompañamiento de pacientes que resguarde la salud del o de la acompañante".

El decreto indica que el protocolo que adopten las instituciones de salud deberá cumplir con las "recomendaciones e instrucciones del Ministerio de Salud de la Nación y de la autoridad sanitaria provincial o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires". Los gobernadores de las provincias y el jefe de Gobierno de la Ciudad serán los encargados de dictar las recomendaciones y reglamentaciones correspondientes.

Asimismo, el DNU establece que "en todos los casos deberá requerirse el consentimiento previo, libre e informado por parte del o de la acompañante".

Los protocolos para el "último adiós"

La semana pasada, el Ministerio de Salud había emitido un documento con recomendaciones para "garantizar aspectos que permitan a los pacientes afrontar el proceso final de su vida con dignidad y permitir a familiares/allegados la posibilidad de despedida presencial". La guía de consejo fue elaborada en conjunto con universidades y sociedades científicas, de la sociedad civil y de pacientes y sostiene que cada jurisdicción puede adaptarla según sus particularidades.

Según las recomendaciones de la cartera de Salud, la familia debe designar a una persona preferentemente entre 18 y 60 años y buenas condiciones de salud. Este familiar o allegado podrá ver al paciente cumpliendo las medidas de protección correspondientes y firmando un consentimiento que indica que entienden el riesgo que corren.

El documento recomienda garantizar que la persona designada cuente con asesoramiento por parte del personal del hospital y un referente que lo informe sobre el estado de salud del paciente. Asimismo, se contempla que se designe un acompañante en casos excepcionales como niños o personas con discapacidad, aunque no estén en estado terminal.

Por su parte, la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos emitió un comunicado en el que expresaba que lamentaba “que se hayan suscitado hechos de dominio público en los que se priorizó la protocolización rígida por encima del sufrimiento de las personas en el contexto del final de la vida”. La Asociación instó a "las autoridades gubernamentales, instituciones y profesionales de la salud a prever los dispositivos necesarios para que estas situaciones no se repitan".

Finalmente, recordaron que queda pendiente la sanción de una Ley Nacional de Cuidados Paliativos que permita generar "una estrategia global para mejorar su accesibilidad".