“A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires / se me hace tan eterna como el agua y el aire.”

Jorge Luis Borges hablaba de Buenos Aires pero la que nunca empezó fue Rosario. Mejor dicho, nunca fue fundada. Estar, está, así que alguna vez empezó; pero no tiene prócer fundador, no tiene fecha de partida, es la ciudad que nadie vio venir pero se hizo tan eterna como el agua y el aire.

Casi como Rosario/12.

El casi es porque el diario tiene fundadores y fecha de partida. Allí estaban Pablo Feldman, Horacio Vargas y los que viajamos desde Buenos Aires y el primer número lleva impreso en todas sus páginas el 28 de setiembre de 1990.

Sin embargo, como a Rosario, nadie lo vio venir pero se hizo tan eterno como el agua y el aire.

Algunos podrán decir que cumple solo 30 años, pero los periodistas saben que eso es una verdadera hazaña. Después de todo, en Rosario está el diario más antiguo de la Argentina para compararse. Cuando Rosario/12 cumplió sus primeros 12 meses la cuenta era fácil: había que multiplicarlo por 133 para llegar a los que sumaba La Capital. Con tres décadas en la espalda el salto es asombroso: sólo hace falta multiplicar por 5. A semejante ritmo, con perdón de Paenza, pronto lo dejará atrás.

Pero los records no son sólo numéricos. Por sus oficinas pasaron y pasan los líderes políticos democráticos, los artistas e intelectuales que dan sentido a la provincia y, claro, los periodistas y reporteros gráficos más inspirados que distribuyeron sus semillas por todas las redacciones del país.

Rosario/12 fue también el primer diario a color de la ciudad, aunque en realidad había quebrado desde el inicio la paleta de negros y grises. En sus páginas estallaba la policromía de los derechos humanos, las minorías, las víctimas, las voces de todos los que sabían tener una voz y no la reconocían en los monólogos ofrecidos por los medios a su alcance.

Tan prometedores resultaban esos colores que hasta el Negro Fontanarrosa se negó a ignorarlos y ahí estuvo, cálido y generoso como siempre, para servir de andador en los primeros años con su ya legendaria columna “Desde El Cairo”. Cuando el suple demostró que podía, se permitió dejarlo caminar solo aunque, por las dudas, dejó a Boogie el aceitoso de guardaespaldas todos los domingos.

No era fácil la Argentina que vio nacer a Rosario/12, apenas tres años y medio después que a Página. La inflación de 1990 llegó al 2.300 por ciento, que sumada al 3.000 por ciento de 1989 constituyó la mayor hiperinflación de una historia nacional experta en esas lides.

El cumpleaños número 30 le llega en medio de la peor crisis de la historia, ya no nacional sino mundial, producto de una pandemia inédita que ha paralizado el mundo y un millón de corazones.

Quién sabe qué desastre espera a los 60.

Pero los que vivimos esos dos nacimientos y festejamos hoy este aniversario podemos pronosticar que, suceda lo que suceda, ahí estarán Rosario/12 y Página para festejarlos, tan eternos como el agua y el aire.

 

Y, créase o no, solo habrá que multiplicar por 2,7 para ser el diario más antiguo de Rosario.