La pelota no comenzó a rodar en Argentina pero la rosca no para. Mientras el inicio del fútbol de Primera División espera a la autorización del Ministerio de Salud para volver a jugar, el mercado de pases está a la orden del día. No el de los futbolistas, paralizado tanto como el fútbol, sino el de los periodistas deportivos televisivos. En las últimas semanas, los televidentes habrán notado una numerosa mudanza de periodistas y programas de Fox Sports hacia ESPN. Incluso, sorprendió el regreso de algún periodista que había quedado en el olvido. Un éxodo que no obedece a decisiones periodísticas locales, sino a la adquisición a nivel mundial de The Walt Disney Company de 20th. Century Fox. Un acuerdo que activó un entramado económico que recién comenzó pero que revolucionará el ecosistema televisivo deportivo argentino a corto plazo. A no ilusionarse: según supo Página/12, al menos durante este año no habrá fútbol local por la TV Pública, aunque la posibilidad de que se transmitan algunos partidos a partir de 2021 es concreta.

En el mercado se habla de que se está ante el “fin de una era” en las transmisiones televisivas de fútbol. Los días de gloria de Fox Sports, tanto como los de la productora Torneos, parecen estar contados. La compra de Fox por parte de Disney en 71.300 millones de dólares a comienzos de 2019 empezó a notarse en Argentina. ESPN y Fox Sports, antes competidoras, ahora forman parte del mismo conglomerado mediático, que concentra un total de seis señales deportivas, sumando a todas las que tienen cada uno de los dos canales. Nadie sabía que a Mickey le gustaba tanto el fútbol.

Claro que este nuevo gigante no se construye por cantidad de señales, sino fundamentalmente por el catálogo voluminoso de derechos de televisación de distintos espectáculos deportivos que ahora cobija la mayor empresa de entretenimiento del mundo. Solo en fútbol, por ejemplo, Disney posee bajo su tutela los derechos de transmisión para Argentina de la Champions y la Europa League, los del fútbol argentino de Primera División (junto a TNT Sports) y los de las ligas de Inglaterra, Italia, España, Francia, Alemania y la Major League Soccer. También transmite la NBA, los torneos ATP de tenis, la Fórmula 1 y los Mundiales de Rugby y Hockey, entre muchos otros. O sea: casi todo.

Si bien en Estados Unidos el Departamento de Justicia avaló la operación, en América Latina cada país deberá aprobarla en función de las particularidades de cada mercado. La discusión versará sobre si con esta nueva adquisición Disney no estaría consolidando una posición dominante o monopólica en el sector de los canales deportivos de TV Paga. En México, por ejemplo, el Instituto Federal de Telecomunicaciones le exigió a Disney vender Fox Sports México en un plazo de tiempo que se fue prorrogando por la crisis del coronavirus (aún no se desprendió). En Brasil, en tanto, el Consejo Administrativo de Defensa Económica le aprobó la compra sin que se desprenda de Fox Sports, aunque con la condición de que por tres años mantenga los eventos deportivos distribuidos en Brasil y la transmisión de los partidos de la Copa Libertadores hasta el 1° de enero de 2022, momento en que deberá vender o devolver la marca. En otros países, como Perú y Chile, Fox Sports se desmanteló totalmente y parte de sus contenidos pasaron a ESPN.

En Argentina, que por contrato desde el 1° de enero de 2022 Disney no podrá usar más la marca Fox Sports, la compra todavía está siendo analizada por Defensa de la Competencia. Una vez que pasé por allí, recaerá en el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), que deberá expedirse sobre la cuestión de fondo. Sin embargo, pese a que ninguna de las dos instancias del Estado Nacional emitieron dictamen, Disney comenzó una fusión que en sus primeros movimientos está concentrando todos sus recursos -derechos de televisación y profesionales- en ESPN. Desde hace ya algunas semanas, buena parte de periodistas y conductores de Fox Sports desembarcaron en la pantalla de ESPN. Sebastián Vignolo, Mariano Closs, Diego Latorre, Gustavo López, Diego Fucks, Daniel Arcucci y Oscar Ruggeri, entre otros, aterrizaron en el canal que ahora concentra los principales eventos deportivos en Argentina. En ese contexto, a la espera de lo que determinen los órganos de control respecto a la adquisición, esta semana reapareció en pantalla un viejo conocido: Fernando Niembro, el frustrado candidato a diputado de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires en 2015. Rosca garantizada.

El “operativo apagón” de Fox Sports ya está en marcha. Y con la decisión de Disney de reforzar ESPN, relegando a eventos y partidos de menor atractivo, otro jugador que reinó en el mercado argentino está en jaque: Torneos. La productora que durante años piso fuerte en las transmisiones deportivas, golpeada por todo el dispositivo de sobornos alrededor del “FIFA Gate”, pierde terreno con esta movida. ¿Por qué? Básicamente porque Torneos tiene a su cargo la producción de Fox Sports Latinoamérica Cono Sur, perdiendo ese activo operativo importante. Si bien la empresa fundada por Carlos Avila produce todas las señales de DirecTV Sports y la transmisión de partidos del fútbol de primera división para Fox Sports y TNT Sports, lo cierto es hay quienes creen que el ocaso está cerca.

De hecho, detrás del gigante Disney, hay una productora que cada vez ocupa más poder y que desde hace años abastece exclusivamente a ESPN. Se trata de Pegsa Group, la compañía presidida por el ex Puma Agustín Pichot, a través de la cual el canal terceriza la producción de sus contenidos. Fuentes señalaron a este diario que Pegsa será la productora principal en este nueva etapa. De hecho, la mayor parte de las figuras que pasaron a ESPN dejaron Torneos y firmaron con Disney o Pegsa. Uno de ellos es Closs, que ya está en la pantalla y desde el lunes 12 conducirá un ciclo diario al mediodía en Espn. La única excepción en este esquema es el programa 90 minutos de fútbol, que por expreso pedido de Vignolo lo sigue produciendo Torneos, por lo que mantiene el equipo de periodistas. Pero solo será hasta diciembre.

Golpeada social y judicialmente, Torneos se aferra casi exclusivamente a la posibilidad de intentar seguir produciendo las transmisiones del fútbol argentino o algunas horas de eventos deportivos menores hasta que la fusión termine de cristalizarse. “Lo podrá mantener en un principio por necesidad operativa de Disney, pero no parece tener futuro”, le dijo a este diario un histórico conocedor del medio.

Paradoja del destino, al mismo momento en que Torneos empieza a tambalear, Juan Cruz Avila -el hijo de Carlos, el fundador de la empresa que en los noventa comenzó con las transmisiones de los partidos de fútbol argentino- empieza a ganar terreno dentro de la nueva era del mercado de los canales deportivos, como uno de los hombres fuertes de ESPN. Acompañado de su amigo Alejandro Fantino, Avila se encarga fundamentalmente de producir todos los programas “show” que en estas semanas comenzaron a “reperfilar” la pantalla de ESPN, alejándose de la sobriedad cultivada durante años. Una transformación que busca “encender” la audiencia del canal, y que muchos entienden que preanuncia que cuando se reanude el fútbol argentino los partidos que ahora le corresponden a Disney también se mudarán de Fox Sports a ESPN. 


¿Fútbol argentino gratis?

La posibilidad de que el fútbol argentino pueda verse por la TV Pública es mucho más que una simple intención. Si bien en ningún momento el gobierno evalúa el regreso de Fútbol para todos, algo que está “totalmente” descartado, lo cierto es que las negociaciones para que la flamante Liga Profesional de Fútbol (LPF) pueda tener partidos televisados por fuera del Pack Premium están avanzadas. Tanto TNT Sports como Disney (a través de Fox Sports) continuarán siendo los dueños de los derechos de televisación del fútbol hasta 2022, con opción de renovar por cinco años más, pero estarían dispuestos a ceder algunos cotejos para que puedan verse en TV abierta. Según supo Página/12, la idea conversada es que desde el 2021 la TV Pública comience a transmitir algunos partidos por fecha. No serán lo más convocantes, claro, pero no es poco.

“Para este año no hay chances, pero sí es posible que eso suceda desde el año próximo”, le dijo a este diario una persona que formó parte de las charlas iniciales. En principio, el plan es que en 2021 la TV Pública transmita tres partidos de la flamante LPF por fecha. “Hasta ahora solo hay eso”, afirmó la misma fuente. Esos tres partidos podrían incrementarse paulatinamente con los años, sumando uno más en 2022 y otro para 2023. Ese esquema, sin embargo, está atado a la ampliación de la cantidad de equipos en primera división que evalúa concretar la LPF para los nuevos torneos anuales. Dependerá de cómo se organicen esos campeonatos.

La movida no solo se trata de buena voluntad de las empresas dueñas de los derechos de televisación. La llave que abrió la posibilidad cierta de que el fútbol argentino vuelva verse en vivo y en directo en forma gratuita es que la Asociación de Fútbol Argentino y la LPF se comprometieron a darle la opción de renovar los derechos de televisación por otros cinco años. El contrato original firmado en 2017 era hasta 2022, con opción a otros cinco más, que podría extender el vínculo hasta finales de 2026. Las actuales empresas poseedoras de derechos de televisación, que continuaron pagando lo que les corresponde a los clubes pese a la parálisis del fútbol, consiguieron el compromiso de que puedan tener ese bien por otro lustro más, hasta 2031.