La inversión pública es esencial. La frase no es una cita textual de una entrevista al ministro de Economía Martín Guzman, ni tampoco un extracto de un informe de la Cepal. Forma parte del "monitor fiscal" de octubre, un reporte bianual que publica el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que evalúa la coyuntura mundial en el ámbito de las finanzas públicas y actualiza información sobre las implicaciones fiscales de la crisis. El tono del informe forma parte de la narrativa que está construyendo el organismo desde que asumió la dirección general la economista búlgara Kristalina Georgieva, con una mayor lectura de la coyuntura y una lógica más negociadora con los países deudores, aunque sus recomendaciones ortodoxas a otros países de la región siembran dudas sobre cuál es la dirección que terminará imponiendo.

La línea que se establece en el "monitor fiscal" coincide con el tono que están tomando las reuniones de la misión que desembarcó este martes a la Argentina, en las que los técnicos trabajan en el acuerdo de refinanciamiento de la deuda del país con el organismo. La delegación de la entidad está encabezada por Julie Kozack, directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental del FMI; y Luis Cubeddu, jefe de misión para Argentina.

No venimos con la idea de ajustar más el gasto”, declaró este martes la máxima titular del organismo multilateral en su esfuerzo por desmarcarse de ese FMI que, al mando de Christine Lagarde, le otorgó el préstamo más grande de la historia de la institución al gobierno de Mauricio Macri. 

A favor de la inversión pública

En el documento, el FMI destacó el efecto positivo de la inversión pública en el crecimiento y el empleo en las economías avanzadas y de mercados emergentes. "Aumentar el gasto público podría ayudar a reactivar la actividad económica tras el derrumbamiento de la economía mundial más brusco y profundo de la historia contemporánea. También podría crear millones de puestos de trabajo directamente en el corto plazo y millones más de forma indirecta en el largo plazo", explica el documento. 

De acuerdo a los cálculos de los técnicos del Fondo, en periodos de gran incertidumbre como el que estamos atravesando a nivel mundial, un aumento de la inversión pública equivalente al 1 por ciento del PBI podría impulsar un crecimiento en un 2,7 por ciento, la inversión privada en un 10 por ciento y el empleo en un 1,2 por ciento en dos años. "Podría generar, de forma directa, entre 2 y 8 puestos de trabajo por cada millón de dólares gastado en infraestructuras tradicionales, y entre 5 y 14 empleos por cada millón gastado en investigación y desarrollo, electricidad verde y edificios eficientes", estima el monitor. 

Los sectores que el FMI identifica como especialmente necesitados de fondos son aquellos imprescindibles para avanzar en la crisis sanitaria (comunicaciones y transporte) y en la recuperación de la crisis (construcción y manufacturas). “Nuevas inversiones en salud, vivienda social, digitalización y protección medioambiental pondrían las bases para una economía más resistente e inclusiva”, concluye el informe.

Los mismos de siempre

Más allá de los informes y declaraciones en pos de mejorar su reputación, las contradicciones aparecen al indagar las actividades del organismo con otros países de la región. Este lunes, el Fondo publicó un reporte sobre la revisión de la economía brasilera, en la que elogió al gobierno del presidente Jair Bolsonaro por su respuesta a la crisis económica provocada por el coronavirus, elogiando el ajuste realizado por el gobierno brasilero sobre las pensiones como porcentaje del PBI y los proyectos de ley que envió al Congreso para controlar el gasto público. 

En tanto, Ecuador acordó en agosto recibir un crédito de 6.500 millones de dólares a diez años a cambio de realizar ciertas reformas en materia financiera y tributaria. Uno de los puntos más controversiales está en la reforma tributaria, que deberá definirse en 2021, pero plantea, entro otros temas incrementar el IVA del 12 al 15 por ciento,  eliminar la devolución del IVA a las personas de la tercera edad. “Estas políticas de austeridad matan a las economías”, manifestó el ex mandatario Rafael Correa en una entrevista en Bélgica: “No podemos continuar con estas políticas del FMI”.

En tanto, los técnicos mantienen una agenda variada de reuniones en su visita al país, que incluye funcionarios, sindicatos y cámaras empresarias. La misión se propone escuchar y entender la realidad Argentina. La pregunta es si esa escucha servirá para evitar que la renegociación del acuerdo tenga como contraparte las mismas recetas de la ortodoxia económica.