Mucho antes de que se institucionalizara el Día de San Patricio en el imaginario colectivo porteño, una banda de punk rock se encargó de inyectarle una estampa verde, festiva y atípica a la escena musical local. Desde su separación, dos décadas atrás, Mala Suerte ha sido recordada como la pionera del punk celta en el país. Y ese culto creció de tal forma que obligó a una reunión de la formación original por tan sólo una noche. Así que hoy, a las 21 horas, el quinteto se subirá al escenario de Teatro Vorterix (Avenida Lacroze 3455) para amenizar una fiesta imposible de creer. “Viene gente de todo el país. No teníamos idea de que esto iba a suceder. Se dio de una forma natural e intensa”, explica Alejandro Fassi, vocalista del grupo. “La idea surgió un año atrás. De manera lúdica, pensamos que debíamos hacer un show. Nos preguntamos si valía la pena, y todos coincidimos que sí. Más allá de que tenemos otros proyectos en la actualidad. Lo primero que hicimos fue tener un perfil en Facebook, para ver la reacción, y se generó algo muy bonito”. 

El regreso servirá además para relanzar los tres álbumes de Mala Suerte (La máxima emoción, Sinfonía nocturna y La herencia de los náufragos) a través del box set Cervezas, gaitas y punk rock. “Luego de sacarlos en los noventa, quedaron descatalogados”, asegura Fassi, quien, tras la separación de la banda armó un nuevo proyecto: Zumbadores. “Mientras preparábamos la reunión, remasterizamos el material y nos dimos a la tarea de recuperar los archivos. En esa época éramos muy jóvenes, y no pensamos en atesorar cosas. Perdimos, por ejemplo, buena parte del material del 95, que fue el año en que teloneamos a Ramones. Por esa razón vamos a filmar este show. Aparte del repertorio original, en el box set, que estrenaremos ese día, incluimos demos, rarezas y hasta un par de temas nuevos. Una de ellos se llama ‘La herencia de los náufragos’, que era el que le dio título a ese disco. Pero quedó afuera. Le hicimos justicia, y la grabamos. La cajita es para un montón de gente que la está pidiendo”. 

–¿Por qué se separaron?

–El motivo de la separación fue que éramos muy jóvenes, y no estábamos seguros de si en el futuro queríamos tener una banda así. Todo fue muy precoz y rápido. Esas canciones, que compuse a los 16 y 17 años, hoy las siento como si fueran covers de otra banda. Me tengo que meter en un personaje. 

–Hacia el final de su carrera, que es la etapa que más se recuerda, mixturaron punk rock con música tradicional celta. ¿Cómo dieron con la fórmula?

–Es una escena desconocida, y con muchos exponentes en todo el mundo. Los más conocidos son los Dropkick Murphys, cuyo primer disco salió dos años después de La herencia de los náufragos (1995), que es el trabajo nuestro que ahonda en esa propuesta. Aunque no nos deben ni conocer. En la última etapa, y sin darnos cuenta, hicimos punk rock celta. No somos descendientes de irlandeses. Lo que quisimos fue salir del sonido clásico del género. Descubrimos a The Pogues, y nos pusimos a experimentar. A manera de antecedente local, Sumo ya había hecho “Crua chan”. 

–Pero al principio eran tan ramoneros que alternaron con ellos. ¿Qué recuerda de esa serie de recitales en Obras?  

–Los Ramones no contaban con la magnitud que luego tuvieron. Para nosotros, que teníamos entre 18 y 20 años, era un honor estar ahí. Eran nuestros héroes. Nos asomábamos por los camerinos para ver sus camperas de cuero. También estuvimos junto a ellos en el programa Hacelo por mí, porque Mario Pergolini nos editó un disco (se refiere al segundo, Sonido nocturno, de 1994). 

--Pese a que no fue parte del compilado Invasión 88, Mala Suerte representa a esa generación del punk argentino… ¿De qué manera caló en ella? 

--Una vez que mi primo, Gonza Palacios, me ayudara a cultivar el hábito por ir a recitales, descubrí el punk, y me encantó su rebeldía.  Iba a ver bandas como Comando Suicida y Parálisis Infantil, y salió la idea de hacer algo. Con amigos montamos Lubricación, que luego pasó a llamarse Mala Suerte. Pero no fuimos una banda muy popular. 

--¿Y qué sucederá luego de este show? 

--Nunca tuve ganas de volver al pasado porque no me interesaba. Pero se nos fue de las manos lo que sucedió. Lanzamos el box set para cerrar este círculo. Con Gabriel (Irrasi, guitarrista, quien se estableció en Irlanda para llevar adelante una carrera musical) tenemos ganas de volver a hacer un nuevo disco de estudio con canciones con esa mixtura. Es lo que nos traería de vuelta a un escenario.