La fiscal que investiga el crimen de Fernando Baéz Sosa, cometido el 18 de enero último en Villa Gesell, consideró que un joven, el undécimo del grupo de los rugbiers y quien fue captado en algunas filmaciones junto a los imputados del homicidio, no fue identificado como agresor y por eso no está acusado.

Para la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6, Verónica Zamboni, el muchacho identificado como Tomás Colazzo "no resulta imputado, ni ha sido identificado durante la investigación como agresor".

En su requerimiento de elevación a juicio presentado ante el juez de Garantías David Mancinelli, la fiscal señaló sobre las imágenes aportadas por el boliche Le Brique respecto al momento en que los rugbiers eran expulsados del lugar que "la misma filmación, demuestra que más tarde, pasados otros minutos, sale otro sujeto por esa misma salida, saliendo separado del grupo inicial".

Zamboni explicó que al producirse el ataque a Fernando, Colazzo, cuya identidad "fue establecida posteriormente" por la Policía Federal Argentina (PFA), "solo observa todo lo sucedido", de acuerdo a otras imágenes tomadas con un teléfono celular.

A su vez, puntualizó que de acuerdo a otros registros fílmicos captados entre las 5.10 y las 6 en un local de Mc Donald´s , al que concurrieron tras el crimen cuatro de los rugbiers, junto a ellos también se encontraba Colazzo, "no imputado en autos, resultando ser conocido" de ellos.

Durante la instrucción de la causa, los abogados de la familia de Fernando, Fabián Améndola y Fernando Burlando, habían pedido que se investigaran las eventuales responsabilidades del denominado "sospechoso número 11", quien según fuentes de la pesquisa es oriundo de Zárate, al igual que los rugbiers, y se encontraba en Villa Gesell de vacaciones junto a su familia.