Este julio apareció Toxi, el primer adelanto del nuevo disco de Las Luces Primeras, Savia roja. Si bien podría haber estado inspirada en las manifestaciones mendocinas de 2019 por la defensa del agua, la canción en realidad retrata un viaje a China de Mariano Peccinetti, arquitecto de este grupo indispensable de la psicodelia argentina contemporánea, poco antes del anuncio de la existencia del coronavirus. "No probé sopa de murciélago, pero entré en un kiosco y vi tortugas de mar metidas en plástico para llevártelas y comértelas", recuerda el músico. "Morfan lo que venga; así es su cultura."

Aunque en un primer pantallazo parece una alusión ricotera, por el clásico Toxi taxi, el tema no se refiere a hordas de notables ni a secretos para hacer. "Se dio por ver la contaminación que existe en China, que es terrible", describe Peccinetti. "Detrás de la canción hay una cosa muy dark, en la que la gente se vuelve más fría y digital. Este disco me hizo clic en eso. En realidad, siempre lo vengo tirando: Mineral, de mi primer álbum, trata sobre tener cuidado con reventar los ecosistemas. Al principio fue más minimalista, pero luego me lo tomé a pecho y quise dar un mensaje real."

A pesar de que el también artista visual no pretendió convertirlo en la columna vertebral de su tercer álbum de estudio, el ecologismo se tornó, al igual que en sus trabajos anteriores, en el eje de su laboratorio musical unipersonal. "No soy ecologista, pero siempre estuve en contacto con la naturaleza. Me copa desde chico, y hoy le tiro guiños en la música", explica. "Cuando hago un disco, no sé con qué me voy a encontrar. El concepto siempre surge al final, una vez que se empiezan a unir los cabos. Savia roja es algo así como la sangre de los árboles."

Ante la pregunta de cómo surgió su empatía con el hábitat, Peccinetti responde: "Lo mejor está en una conversación: todos nos estamos dando cuenta de que hay que transformarse. Yo fui de una forma que no servía ni sumaba para los demás. Entonces me enfoqué en lo que realmente es positivo". Y ese relato sintoniza, además, con esta época de concienciación: "Sabés en qué terminan las opciones, por todas las décadas que hay detrás. Y el error es casi siempre el mismo: la avaricia, el egocentrismo. Hay que apuntar hacia lo verdadero".

El sastre de las melodías

Las Luces Primeras no pretenden bajar línea ni arroparse con la militancia. "No me gusta. Le tengo algo de miedo", confiesa el artista. "Si uno impone las cosas, juega al pop. La música, como la manejo yo, es súper libre. Hacer militancia es igual a dividir. Me gusta que tomen el mensaje, pero no quiero que se piense que si no estás de acuerdo con lo que digo, no sos de los míos. La mayor fuerza es dejar algo con lo que cada persona conecte de manera individual, y que produzca una luz que potencie hacia lo positivo. Ahí está el éxito."

"No me digas que no estás buscando algo lindo en esta oscuridad", canta Peccinetti en Plantas negras, tema de Savia roja que abre el juego hacia la introspección. "Si mirás a tu alrededor, ves todo re bajón. Pero uno tiene la esperanza de buscar algo, y en ese pequeño brillo está la chance de salir a flote", reflexiona el autor. "De la misma forma que en los discos anteriores, siento que hay un mensaje detrás de todas las letras. Aunque ahora soy más directo. No soy escritor, lo voy haciendo libre. No me exijo cosas. Trato de atrapar las melodías para vestirlas un poco mejor."

Si Pinturistas se alza como una canción autorreferencial, Psicodelia natural es todo un manifiesto. "Al momento de hacerla, pensé: 'Bueno, probé algunos químicos', y me di cuenta de que la psicodelia natural es mucho mejor. Sobre todo la medicina de las plantas", revela el músico. "Lo único que aprendí al drogarme tomando LSD, cuando era más joven, es que me daba resaca y atravesaba mis producciones. Lo mejor es hacerlo con algún psicodélico natural, y cada tanto. Sin embargo, no hacen falta las sustancias: con hacer yoga o meditación también te vas al carajo."

De las nueve canciones que le dan vida a Savia roja, Toxi sorprende, en contraste con los repertorios anteriores, por romper y reivindicar una forma tradicional de hacer psicodelia. "Le hablo a todo el universo, si puedo", desliza el cantautor mendocino, quien el año pasado fue componiendo y grabando las canciones a medida que se le iban ocurriendo. "Toxi es medio punk y medio krautrock, porque los primeros temas que toqué con la guitarra fueron de 2 Minutos. En aquel momento, en Mendoza, todos tocábamos Flema."

Si bien lo nuevo de Las Luces Primeras rankea bien alto entre los mejores discos argentinos paridos este año, Mariano Peccinetti toma distancia de los estereotipos del indie: "No me quiero atar sólo a la psicodelia, al pop, al rock o al blues", advierte. "Si mañana tengo que hacer hip hop, lo voy a aceptar. Las canciones son freaks porque descubrí bandas psicodélicas a las que les chupaba un huevo si lo que hacían duraba 12 minutos. Eso me hizo fuerte, en ese sentido. No pienso en que esto le guste a mi público, lo hago como me salga y como sea."