Veinte días después de que se inaugurara el período de sesiones ordinarias en el Congreso, el gobierno nacional decretó la cuarentena obligatoria en todo el país. Para evitar que el Poder Legislativo quedara paralizado, tanto el Senado como la Cámara de Diputados debieron adaptarse a una nueva normalidad de trabajo remoto que, pese a las críticas de la oposición, se caracterizó por alcanzar una intensa actividad parlamentaria. Desde Juntos Por el Cambio se acusó permanentemente al Poder Ejecutivo de querer impedir el debate parlamentario durante la pandemia, sin embargo, según reveló el Informe Anual de Actividad Legislativa elaborado por la Subsecretaría de Asuntos Parlamentarios de la Jefatura de Gabinete, el funcionamiento en el Congreso llegó a alcanzar varias cifras récord durante el 2020.

En un contexto de crisis en el que todas las instituciones debieron aggionarse a las limitaciones impuestas por el aislamiento y el riesgo sanitario, el Congreso de la Nación también tuvo que adaptarse y diseñar protocolos de funcionamiento remoto que garantizaran el "normal" desarrollo del trabajo legislativo. En sólo unas pocas semanas, el Congreso tuvo que hacer lo que no había hecho en años: digitalizar el proceso parlamentario a través de la incorporación de nuevas tecnologías de la comunicación. El proceso fue dificultoso --con episodios inolvidables como la representación sexual del diputado Juan Ameri en plena sesión virtual --,y sin embargo el balance de este año legislativo dio como resultado una intensa actividad: los niveles de ausentismo a la hora de votar cayeron, aumentaron la cantidad de sesiones en la Cámara de Diputados y Senadores, se aprobaron 65 proyectos de Ley (un 66 por ciento más que el año anterior), hubo más de 200 asistencias de funcionarios nacionales a las Cámaras (es decir que, cada 29 horas hábiles, un funcionario del Poder Ejecutivo visitó el Congreso).

"En un año marcado por la excepcionalidad de la pandemia, en donde el mundo se encontró frente a una situación sanitaria y económica inédita en la historia, es importante remarcar la inestimable labor que se llevó a cabo en ambas cámaras del Congreso. Primero, logrando en tiempo récord sesionar en forma virtual. Y segundo, con un funcionamiento histórico por la cantidad de sesiones e informes que se llevaron a cabo. El funcionamiento de las instituciones y la democracia es mérito de todos los representantes legislativos y debemos estar orgullosos por ello", aseguró Fernando “Chino” Navarro, el secretario de Relaciones Parlamentarias, Institucionales y con la Sociedad Civil de la Jefatura de Gabinete de la Nación.

Como un reflejo de lo que estaba sucediendo al resto de la sociedad, las y los legisladores tuvieron que adoptar, con muchas resistencias por parte de la oposición, el teletrabajo como su nueva forma de trabajo. A pesar de las persistentes críticas de parte de Juntos Por el Cambio, uno de los efectos más evidentes de las sesiones virtuales fue la reducción del ausentismo en las sesiones. En la Cámara de Diputados, por ejemplo, el promedio de ausencias a la hora de votar fue del 12,3 por ciento (unas 33 ausencias por votación), mientras que en el 2016 el nivel de ausentismo había sido casi el doble, con un 24 por ciento (o 62 ausencias por votación). Según el informe elaborado por la subsecretaría de Asuntos Parlamentarios, en el 2020 el nivel de ausentismo fue el más bajo de los últimos cinco años. 

La actividad legislativa del 2020 tuvo dos fases de funcionamiento, caracterizadas por una primera etapa concentrada en adaptarse a las limitaciones impuestas por la pandemia y una segunda etapa con la actividad virtual ya institucionalizada y un ritmo de trabajo que representó niveles históricos de productividad. En total, Cámara de Diputados sesionó en 20 oportunidades, superando el promedio del período 2016-2019. En el caso del Senado se dio una situación similar, con un total de 28 sesiones, superando también el primer año de gestión de Mauricio Macri (que tuvo 23 sesiones).

A su vez, durante el año se aprobaron 65 proyectos de Ley, de los cuales 19 tuvieron su origen en el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) actual, 8 fueron iniciativas del PEN durante la presidencia de Mauricio Macri y 38 fueron iniciativas de legisladores. De estas últimas, 15 fueron proyectos de legisladores oficialistas, 11 de la oposición y 12 llevaron la firma de legisladores oficialistas y opositores, conjuntamente. Desde el gobierno nacional insistieron que estos números daban cuenta de que, contrario al discurso que sostiene que "el Congreso es una escribanía del Poder Ejecutivo", había predominado "la cooperación entre las fuerzas políticas".

Otra de las novedades del período legislativo del 2020 estuvo vinculado al avance en materia de igualdad de género. Por primera vez, el bloque con mayor cantidad de legisladores -- es decir, el Frente de Todos-- de la Cámara de Diputados estuvo integrado mayoritariamente por mujeres. La Cámara Baja se ha caracterizado por una evolución lenta pero consistente hacia la paridad de género, a diferencia de la Cámara Alta, en donde si bien ha aumentado el porcentaje de mujeres, la paridad es menor y la tendencia es a la baja. A pesar de esto, el informe dio cuenta también que, por primera vez, la mayoría de las autoridades de las comisiones permanentes de la Cámara de Senadores estuvieron en manos de mujeres.

Por último, el informe registró que, entre el 10 diciembre 2019 y el 30 de noviembre 2020, se concretaron en total 208 visitas de funcionarios del Poder Ejecutivo al Congreso Nacional. Lo que equivale a a decir que cada 29 horas hábiles un funcionario del gobierno nacional visitó el Congreso desde la asunción de Alberto Fernández.

"Contrariamente a lo que se dice, los datos muestran que la actividad parlamentaria de 2020 fue muy alta y tanto el Congreso como la Casa Rosada trabajaron de manera articulada, cumpliendo cada uno con sus roles correspondientes en el proceso de sanción de las leyes", afirmó la subsecretaria de Asuntos Parlamentarios, Cecilia Gómez Mirada.

Informe: María Cafferata