El Grupo de Curas en la Opción por los Pobres (COPP) emitió un mensaje de Navidad en el que pone de manifiesto la situación de desigualdad que siguen enfrentando los pobres en el país, reconoce el “enorme esfuerzo (hecho) por la salud de nuestro pueblo” y la acción del “gobierno popular” para dar respuesta a las necesidades de los más necesitados. El texto, una suerte de balance del año, incluye también una mención a la muerte de Diego Maradona y el fervor popular que recibió, agregando además una frontal denuncia a las “inmorales operaciones promovidas por los poderes fácticos”. Los sacerdotes católicos hacen además un llamado a avanzar en la reforma judicial, piden la libertad de “los presos políticos”, exigen “desarmar la violencia de género” y advierten que “la violencia policial se ha mostrado `selectiva’ en repetidas ocasiones reprimiendo violentamente a los sectores populares”.

Los curas comienzan recordando que “hemos transitado un año difícil con la inesperada pandemia del coronavirus (luego de la epidemia neoliberal 2015-2019)” y que este “año raro” se transitó “con mucho dolor, hasta se nos hizo difícil despedir a los que morían: personas cercanas ―familiares, amigas y amigos― y personas importantes y significativas para la vida de nuestro pueblo”.

En relación a la pandemia los sacerdotes afirman que dejó “al descubierto las expresiones más generosas y las actitudes más mezquinas del corazón humano” y “reveló sin más la extrema desigualdad en que vive nuestra Patria (el 34,9% de los hogares y el 44,2% de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza al cierre del tercer trimestre del año, según el Observatorio Social de la UCA)”. Pero advierten que la “desigualdad no la inventó el coronavirus” y expresan preocupación por la “injusticia social que crece al ritmo de la concentración obscena de la riqueza en cada vez menos manos”.

Frente a ello, dicen, “nos pareció importante que un gobierno popular buscara diversas maneras de asistir a todos los sectores, pero especialmente a los más desprotegidos con planes en dinero y alimentos” y consideran que el proyecto hecho ley del aporte extraordinario a las grandes fortunas “fue una iniciativa que encontró la resistencia de los mismos de siempre: los ricos que cuestionó Jesús”, señalados como aquellos que “acumulan sus impúdicas fortunas de espaldas al hambre del pueblo”.

Por eso los COPP piden “no sólo el pan en la mesa, sino el trabajo digno para conseguir este pan” y anhelan “mayor justicia social”.

Hay también un reconocimiento al Gobierno por el “enorme esfuerzo (hecho) por la salud de nuestro pueblo”, y a los “agentes de la salud pública y privada que arriesgaron su vida en un servicio sin descanso (pese a todas las operaciones ‘anticuarentena’)”. También, dicen, “nuestro pueblo sencillo buscó cuidarse y cuidar” y “la solidaridad brilló más que la mezquindad en los barrios, los comedores y en las distintas iniciativas por acompañar la vida en los peores momentos”.

Entre sus consideraciones los sacerdotes agregan que “la renegociación de la deuda con los acreedores privados y con el FMI exigió de una destreza especial” para atender las necesidades del pueblo que “pide una vida digna”. Y ponen en evidencia “el tema del ‘acceso a la tierra y la vivienda digna’ que se hizo patente en la toma de Guernica (Provincia de Buenos Aires)” lo que deja en evidencia que “Tierra, Techo y Trabajo para todos y todas debe seguir siendo la consigna” que exige “decisión política y proyectos concretos que no se resuelvan en escritorios sino que se construyan con las familias que esperan una vida más digna”. Los curas afirman que “es preciso un esfuerzo urgente para comenzar a resolver la brecha de la desigualdad” y exigen “políticas severas y estrictas” destinadas al “cuidado de la tierra ante la amenaza de negocios voraces que envenenan el suelo, el agua y a la misma población, consumen los recursos naturales o incendian si se cree necesario para acrecentar el lucro”.

Hay también una mención a las “inmorales operaciones promovidas por los poderes fácticos desde los medios hegemónicos que, silenciando la devastación que dejó el gobierno cambiemita y poniendo incluso en riesgo la salud de nuestro pueblo, procuraron obstaculizar todas y cada una de las medidas con las que el gobierno nacional se esforzó por enfrentar las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia”.

Advierten además que “sigue pendiente la necesaria reforma judicial que no sólo termine con el lawfare o ‘guerra judicial’, sino que dé forma a un sistema judicial que tenga como objetivo proteger la vida y los derechos de los más débiles y vulnerados, más que los intereses de los poderosos”. Sin dejar de mencionar que “seguimos esperando la libertad de los presos políticos y expresamos aquí nuestra renovada solidaridad con Milagro Sala y con todos aquéllos y aquéllas que siguen presos y presas”.

Sobre otros temas que generan controversia en la sociedad, los COPP señalan que “es preciso y urgente también desarmar la violencia de género: este año hemos sido testigos de un notable aumento de femicidios y crímenes de odio contra las minorías sexuales”. Y que “es responsabilidad de todos nosotros terminar con toda forma de racismo y xenofobia, encontrar formas de discusión que superen posturas binarias frente a los debates siempre complejos: celestes/verdes, vida/muerte, pro/anti); lograr proyectos a mediano y largo plazo que den continuidad a la esperanza de nuestro pueblo y especialmente de los pobres”.

Una mención especial recibió también por parte de los curas la despedida popular a Diego Maradona porque dado que “el pueblo constituye ese sustrato multitudinario que excede toda organización y trasciende toda representación”, ahora, “como aquel 17 de octubre de 1945, fuimos testigos de un ‘aluvión’ que se intentó ‘organizar’” pero fue desbordado porque el “pueblo y los pobres son inasibles” y reconoce a “quiénes los aman y los acompañan, más allá de toda organización”. Por eso, afirman, “Diego es de ellos y de ellas, pobres de la tierra” y “quienes anhelamos acompañar y servir al pueblo, más aún ser sencillamente parte del pueblo, debemos tomar nota”.

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