El clásico de Milan por la Copa de Italia disputado el martes tuvo un desarrollo caliente, con Zlatan Ibrahimovic expulsado y posteriormente acusado de racismo, tras un fuerte cruce con su ex compañero Romelu Lukaku. Ante esa situación, el delantero sueco se defendió de quienes lo acusaron de racista luego de su pelea con el goleador belga en el duelo que el Inter ganó 2-1 y avanzó a las semifinales del torneo.

"En el mundo de Zlatan no hay lugar para el racismo", escribió Zlatan en su cuenta de Twitter. "Todos somos la misma raza. Todos somos iguales. Todos somos jugadores. Algunos mejores que otros", añadió el sueco en la red social, donde tiene más de siete millones de seguidores.


En el clásico milanés disputado en el estadio Giuseppe Meazza, Zlatan y Lukaku estuvieron frente a frente cruzando insultos por algunos segundos cuando terminaba el primer tiempo y recibieron una tarjeta amarilla cada uno. Lukaku se enojó por una fuerte infracción que le había cometido Alessio Romagnoli, lo que provocó una pequeña trifulca, que involucró a varios futbolistas y que terminó con el sueco y el belga a los insultos y enfrentados cara a cara, incluso con invitaciones a pelearse afuera de la cancha.

De acuerdo a las reconstrucciones del diálogo que tomaron las cámaras de TV, el sueco le habría dicho en inglés a su excompañero del Manchester United: "Volvé a tus pavadas vudús, pequeño burro. Llamá a tu mamá y hacé tus rituales vudú de mierda".

Las palabras de Zlatan podían ser interpretadas como una referencia a los orígenes congoleños del futbolista belga o como un recuerdo a un episodio que se remonta a los años de Lukaku en Inglaterra, a partir de las especulaciones de la prensa italiana.

Un dirigente de Everton afirmó en enero de 2018 que Lukaku no había querido ampliar su contrato con el club debido a un mensaje vudú. "Le ofrecimos un contrato mejor y el jugador aceptó nuestros términos. Entonces pasó lo inimaginable... Romelu llamó a su madre, que estaba de peregrinaje a África o no sé dónde. Y por algo relacionado con el vudú le dijo que tenía que ir a Chelsea", relató por entonces Farhad Moshiri, el máximo accionista del Everton.

Esta versión fue categóricamente desmentida por el delantero belga, que se había ido al Manchester United un año antes, en 2017, y tampoco se fue finalmente a Chelsea. Lukaku hizo saber a la BBC, a través de uno de sus representantes, que su decisión no tenía nada que ver con tales creencias y que era católico.

Los dos entrenadores Stefano Pioli (Milan) y Antonio Conte (Inter) minimizaron los hechos tras el partido, en el que Inter terminó ganando 2-1. Ibrahimovic había abierto el marcador para el Milan, pero luego de su expulsión por una una segunda amonestación tras una falta al serbio Aleksandar Kolarov, Inter igualó por intermedio de un penal convertido por Lukaku y lo dio vuelta con un gol del danés Christian Eriksen en tiempo de descuento.