Desde Roma

El presidente de Italia Sergio Mattarella dio la responsabilidad de formar un nuevo gobierno al economista y distinguido personaje Mario Draghi, después de que las tratativas del mandatario con los partidos de la coalición de centro izquierda (Partido Democrático, Movimiento Cinco Estrellas, Libres e Iguales, Europeístas e Italia Viva) que han sostenido al todavía primer ministro Giuseppe Conte, no dieron algún resultado.

Draghi fue citado por el presidente Mattarella en el palacio del Quirinale a medio día del miércoles y al salir del encuentro dijo a la prensa que aceptaba el encargo “con reserva”. Esto significa que lo acepta provisoriamente y cuando pueda verificar con los partidos políticos que un gobierno suyo es viable porque consigue apoyo en el Parlamento, aceptará definitivamente. “Yo espero que del diálogo con los partidos, los grupos parlamentarios y las fuerzas sociales, surja una unidad y con ella la capacidad de dar una respuesta responsable y positiva al llamado del presidente de la República”, declaró Draghi. “La conciencia de la emergencia que estamos viviendo exige una respuesta a la altura de la situación (…) derrotar la pandemia, completar la campaña de las vacunas, ofrecer respuestas a los problemas cotidianos de los ciudadanos y relanzar el país son los desafíos que se presentan”, dijo Draghi a los periodistas luego de haber estado poco más de una hora con el presidente Mattarella.

Profesor universitario y economista, director del Banco de Italia (banco central) de 2005 a 2011, director del Banco Central Europeo de 2011 a 2019 y recientemente nombrado por el papa Francisco miembro de la Academia de Ciencias Sociales del Vaticano, Draghi es para muchos el candidato ideal por sus cualidades técnicas para resolver la difícil crisis sanitaria, social y económica que está viviendo Italia a causa de la covid-19.

Cuánto se confía el mundo económico en Draghi lo demostraron casi inmediatamente la marcha de la Bolsa de Milán, que el miércoles ganó un 2%, y la disminución muy positiva del llamado spread (la diferencia del rendimiento de los títulos de estado italiano en comparación con los títulos alemanes) que pasó de 112 puntos ayer, a 103 hoy.

Mattarella, cuando ayer comunicó oficialmente que no había posibilidad de armar un tercer gobierno Conte, habló de la necesidad de un gobierno de alto nivel y al margen de la política porque no era posible ir a elecciones en este momento por todo el tiempo (varios meses) que habría que esperar para que el nuevo gobierno entrara en funciones y tomara las decisiones urgentes que requiere hoy Italia.

Después de salir del Quirinale, Draghi se encontró con el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico (a quien el presidente Matarella había encargado hacer una exploración para ver si Conte contaba todavía con el apoyo suficiente y que resultó negativa), con la presidenta del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati, y con el primer ministro Conte (que seguirá en su cargo hasta que el nuevo gobierno sea aceptado por el Parlamento). Draghi se encontrará con los dirigentes de todos los partidos políticos en los próximos días.

Si logra hacer un gobierno y el Parlamento vota a favor, se tratará del cuarto gobierno “técnico”, es decir no político, que ha tenido Italia en la historia de la República italiana comenzada después de la Segunda Guerra Mundial. En algunos gobiernos técnicos, los partidos contaron con algún representante en los ministerios pero siempre se trató de personas muy cualificadas para el rol que tenían que desempeñar.

La pregunta que se hacen muchos ahora es cómo reaccionarán los partidos políticos. El Partido Democrático (centro izquierda) ya mostró su total disposición. “Estamos abiertos al diálogo para garantizar el bien común del país”, hizo saber el secretario del PD, Nicola Zingaretti.

El Movimiento Cinco Estrellas (M5S) en cambio está dividido. Al parecer, por orden de su fundador, Beppe Grillo, muchos dicen que NO al gobierno de Draghi”, al que algunos, como el dirigente Alessandro Di Battista, han apodado “el apóstol de la elite”. El actual dirigente político del M5S Vito Crimi, no cree que el M5S deba votar a favor del gobierno de Draghi. De todas maneras el jueves, el M5S tiene programada una asamblea donde decidirán qué posición tomar. Por otra parte Matteo Renzi y su partido, Italia Viva, que provocaron la crisis de gobierno que llevó a Italia a esta situación, estarían a favor de Draghi.

La derecha está dividida pero no tanto. Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, estaría a favor del futuro primer ministro, a quien Berlusconi estima personalmente. Matteo Salvini de la Liga dice que lo aceptará siempre que se tengan en cuenta las propuestas que ellos harán para relanzar el país. Georgia Meloni de Fratelli d’Italia, ha manifestado su disponibilidad a “trabajar por el bien de la nación”.

Mientras tanto la prensa internacional habla del “Super Mario” llamado a ayudar a su propio país, luego de haber salvado el euro cuando estaba en el Banco Central Europeo y gracias a lo cual la economía europea consiguió mayor estabilidad y credibilidad. Así lo destacaron diarios como Times y Financial Times de Londres, The Wall Street Journal, The New York Times y The Washington Post de Estados Unidos.