El intendente de El Bolsón denunció que "encapuchados y personas con las caras pintadas de negro" intentaron secuestrarlo el 12 de febrero --día 19 del incendio que azota a esa localidad rionegrina--. Fue tras una reunión con pobladores de la Cuesta del Ternero, a la que se sumó un grupo de personas que venía de combatir los focos del incendio. A las pocas horas, Bruno Pogliano plasmó la acusación contra los voluntarios --que lo increparon por falta de agua en los barrios populares, tergiversar el devenir del incendio y haber rechazado coordinar con ellos el combate de las llamas-- ante el fiscal José Luis Torchia, donde dijo que su vehículo estuvo rodeado por 40 minutos en los que temió por su "integridad física", pero no mencionó la supuesta "privación de la libertad" que difundió en Facebook y que fue replicada sin más por varios medios. "Las caras pintadas de negro es como quedamos después de trabajar protegiendo el bosque, las herramientas (machetes) es lo que usamos. Basta de criminalización, decirle a un intendente lo que tiene que hacer no es delito", expresaron los voluntarios y voluntarias que se organizaron asambleariamente en la comarca andina para proteger el bosque nativo de las llamas. En pocos días pasaron de ser portadores de agua con mochila a multiplicar sus "cadenas de motobombas".

El 13 de febrero, en su cuenta de Facebook, el intendente de El Bolsón escribió: "Hoy por la tarde sufrí una situación amenazante mientras participaba en una reunión pacífica con pobladores afectados por el incendio en Cuesta del Ternero. Al finalizar la misma irrumpieron 15 personas, algunas encapuchadas y otras con las caras pintadas de negro, portando machetes y armas blancas, quienes me amenazaron e impidieron que me retire del lugar, privándome de mi libertad. Tuvieron que intervenir los vecinos del paraje para que pudiera retirarme. Estos hechos hablan del nivel de violencia y de impunidad por parte de estos individuos, a los cuales voy a denunciar penalmente para que la justicia investigue y le ponga un freno a este tipo de atropellos".

Sin consultar con los presuntos agresores, se hicieron eco de la denuncia de Pogliano varios medios locales y nacionales, y para completarla sumaron que los supuestos agresores eran "mapuches y militantes de Juan Grabois". PáginaI12 habló con una fuente del ministerio de Seguridad de la Nación que enfatizó que "hay que desmarcar esto respecto del conflicto mapuche, es un asunto local vinculado al manejo del fuego". Este diario también intentó comunicarse con Pogliano y voceros municipales, sin obtener respuesta. 

Nada de lo que denuncia el intendente de El Bolsón se aprecia en las imagenes filmadas por uno de los participantes del encuentro a las que accedió PáginaI12.

"Los barrios no tenemos agua, invierten dinero en sodio, led y asfalto, en un puente en la plaza, en la iglesia. Escúcheme, cómo me dice que el fuego está controlado desde el primer día y es mentira, te fuimos a ver al municipio con dos camiones hidrantes y nos dijiste que no hacían falta, nos cerraste la puerta en la cara y te fuiste.. dos veces", le dice uno de los voluntarios al intendente.

--¿Cuándo fue eso, señor?--, pregunta Pogliano.

--La semana pasada. ¿Me puede escuchar ahora?

--Sí, sí.

--Los barrios populares pedimos agua y nos quieren regularizar. No señor. 

--Estamos trabajando en regularizarlo.

--Nosotros necesitamos agua, no regularización. Sabemos que necesitan la ruta a Maitén para pasar las maquinarias, y que no se vea en el pueblo, estamos parados sobre oro y uranio, acá hay saqueo minero desde hace 20 años encubierto por ustedes, encubren a Lewis que hizo un interconectado clandestino, con aslfato de 40 metros y nosotros no tenemos agua. Son cómplices y responsables de esto ustedes. Vos no tenés que representar a nosotros. Cómo puede ser que no tengan motobombas, nosotros los hippies compramos las motobombas y las mangueras para llenarle los tanques a la gente, le estamos llevando los fardos a los paisanos--, dice el vecino alzando la voz. 

--Nunca dijimos que está controlado--, llega a contestar el intendente.

--Estamos apagando el incendio con baldes y ustedes nos dicen que está controlado, desde donde estamos trabajando se ve un foco gigante, ni un avión pasó, ni un helicóptero pasó hoy, nada. Atrás del Pitri está, ahí no podemos llegar. Se va a quemar todo el pueblo. Del otro lado del Pitri (Cerro Piltriquitrón) hay más de 12 focos, ¿no lo vieron? Manden al SPLIF (Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales)--, imploró una vecina.

Se fueron sumando voces cada vez más indignadas y encendidas. En ese momento otros vecinos y vecinas le cuestionaron que les mandaron a la policía al acampe que hicieron en Plaza Pagano. 

"Nos querían sacar de la plaza". Allí funciona el centro logístico de les autoconvocades (con comisiones de brigadistas, donaciones, ás de 60 voluntaries en la segunda línea de fuego, vehículos propios cargando motosierras, palas, azadas y machetes). En la comarca andina hay tres sectores controlados y otros tres contenidos. Aún hay focos activos y quedó un suelo de cenizas y brazos que hay que enfriar, mojar, limpiar, para que no aparezcan nuevos focos. 

--Esto lo contuvo el pueblo organizado. Y las brigadas. Decían que solo la lluvia lo lograría. Nosotros estamos llevando motobomba, mangueras, calzado, generadores, comida, gente y encima nos criminalizan. Tiene mucho que ver esto con que se tienen que declarar en contra de la megaminería y defender los recursos naturales. Esta es la zona de sacrificio, no importa que sea Chubut, el paralelo o la pandemia, son excusas. Van a hacer negociados a costa nuestra y del bosque. Se quemaron 60 mil hectáreas de bosque nativo en Cholila, los Calfullanca siguen desaparecidos, y ustedes son responsables y cómplices--, dijo en voz alta el vecino más locuaz.

Acto seguido, el intendente dio media vuelta y se retiró del lugar sin que nadie se lo impidiera, tal como muestran las imágenes. Llama la atención que los hechos sucedieron el viernes 12 y Pogliano lo posteó al día siguiente. Además, en esa red social intentó despegarse en las últimas horas al expresar que el video "pretende distorsionar la realidad y deslegitimar los gravísimos hechos que sufrí". Según Pogliano, el ataque habría ocurrido antes que él subiera a su vehículo.

Si bien el intendente en su posteo habla de privación de la libertad, no menciona ese delito en su denuncia ante el fiscal José Luis Torchia. 

En ese escrito, al que accedió PáginaI12, Pogliano identificó como "autor y cabecilla" del incidente a uno de los feriantes de Plaza Pagano, a quien mencionó con su nombre de pila y especificó qué es lo que vende. También aportó el nombre de varias personas de su entorno y de la concejala Rosa Monsalve, del Frente de Todos, que estuvo presente durante el ríspido encuentro en Cuesta del Ternero. Sin embargo, cuando el fiscal Torchia le preguntó si hubo testigos del hecho denunciado, Pogliano respondió que no.

"Fui convocada a la reunión el viernes 12 a las 19, era la quinta reunión, estaban presentes organismos nacionales, provinciales y municipales, los vecinos ya se disponían a formar comisiones cuando aparecieron otros vecinos desde el norte para dialogar con el intendente, lo frenaron y él se frenó", reconstruyó ante este diario Monsalve. "La discusión fue subiendo de tono, se escucharon algunos gritos porque los vecinos le pedían al intendente que se ponga a trabajar a la par de ellos, había mucho malestar porque después de un incendio los pobladores han perdido todo", agregó.

La concejala Monsalve describió que "los vecinos tenían sus caras cubiertas con barbijos, otros venían con herramientas que se utilizan para apagar incendios; cuando el intendente decide retirarse en forma rápida del lugar y le seguían reclamando". Consultada sobre si hubo un intento de secuestro o amenazas a la integridad física de Pogliano, la representante del Frente de Todos indicó que sólo se trató de un reclamo, que ella siguió escuchando luego de la partida de Pogliano. A su criterio eso es lo importante, las consecuencias del incendio que arrasó varias hectáreas en Cuesta del Ternero, la falta de agua y una serie de pedidos urgentes. 

Pogliano ya había llegado a los medios nacionales cuando en plena cuarentena paseó por Italia, contrajo Coronavirus e ingresó al pueblo sin haber respetado los protocolos de aislamiento.