Sarmiento de Junín perdió por 2 a 1 ante Vélez en su vuelta a Primera tras casi cuatro años, pero se retiró del estadio Eva Perón habiendo dejado un buen sabor en el paladar de sus hinchas en una jornada de esas que siempre son una fiesta. Y es que, luego de ser exceptuado en la primera fecha de la Copa de la Liga por haber ascendido hace sólo tres semanas, al conjunto verde le tocó una parada difícil para regresar: Vélez, que además llegaba dulce tras vencer en el debut a Newell's y superar en la semana a Camioneros por los 32avos de la Copa Argentina.

La primera distracción de Sarmiento en su vuelta le costó el 0-1. A los 12 minutos, Juan Martín Lucero sacó rápido un lateral para que Lucas Janson iniciara la secuencia de un golazo: luego de pararla de pecho, el atacante tuvo tiempo de pensar unos segundos antes de sacar el derechazo que se colgó en el ángulo, imposible para el arquero Manuel Vicentini.


Aquella jugada, además, fue una postal del hombre que marcaría los tiempos y los caminos del gol en Vélez. Porque fue Lucero también quien, a los 16 minutos de la segunda parte, protagonizó la segunda ofensiva más clara del conjunto de Liniers. Para ese entonces, Sarmiento ya había salido del vestuario decidido a buscar el empate y era quien se adelantaba en el campo. Fue en un córner que el local perdió la pelota y fue blanco de una violenta contra de los dirigidos por Mauricio Pellegrino, que Lucero cerró estrellando su remate en el travesaño. Pero sólo un minuto después tuvo su revancha, tras otro error de Sarmiento -esta vez en la salida- que dejó comprometido el fondo y que el delantero aprovechó, al encontrarse la banda izquierda vacía. Luego de una corrida veloz, volvió a ponerle su nombre a la asistencia: esta vez para Thiago Almada y para sellar el 2 a 0.



Aunque no podía detener la furia desatada por los pies de Lucero ni lograr la profundidad deseada en sus propios embates hacia el gol, los locales lo intentaron hasta el último minuto y, ya hacia el final del partido, hasta enhebrando buenas asociaciones o con individualidades animándose cada vez un poco más. Tanto fue así que, en esta vuelta a la élite en los tiempos del coronavirus, los conducidos por Mario Sciaqua estamparon su grito y le dejaron a sus seguidores un estreno que ilusiona.

El descuento llegó a los 95 minutos de la mano de Jonathan Torres, ese que pocos minutos antes había inquietado a Lucas Hoyos con una apilada de defensores que el arquero llegó a despejar al límite con su pierna. Pero esta vez, el nueve anticipó un tiro libre en el aire y, de cabeza, le puso algo de justicia a la bienvenida en Junín, porque justamente él había sido el más peligroso en el área rival y también porque Sarmiento no se achicó ante uno de los buenos animadores que tiene el fútbol argentino y regaló un regreso más que digno a Primera División.