Las protestas en Paraguay en la noche del viernes derivaron en una represión policial que dejó 18 heridos en Asunción. La manifestación se convocó en rechazo al manejo de la pandemia por parte del gobierno de Mario Abdo Benítez, en un contexto en el que casi no han llegado vacunas al país. Horas antes de la movilización había formalizado su renuncia el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, y esta mañana el presidente paraguayo convocó a todos los integrantes de su gabinete y les solicitó que pongan sus cargos a disposición. El ministro de Comunicación, Juan Manuel Brunetti adelantó que habrá cambios en el elenco de ministros.


“Hoy va a hablar con la ciudadanía y va a anunciar los cambios (de ministros), queremos que sepan que el mensaje de la ciudadanía llegó al presidente de la República, esperamos que este segundo periodo de Gobierno sea bueno y recuperemos la confianza”, expresó el funcionario citado por medios locales.

El diario ABC Color dio cuenta de un fallecido, al que identificó como Alejandro Daniel Florentín, de 32 años, aunque el portal Hoy indicó que la muerte no se vincula con la represión a los manifestantes, sino a un hecho policial en un domicilio ubicado en misma zona donde se produjeron los incidentes. La jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, Elena Andrada, aseguró también que el fallecido no tiene relación con la manifestación.

Los manifestantes llegaron a la puerta del Congreso Nacional para exigir la renuncia de Abdo Benítez. La protesta se difundió en redes sociales bajo el lema “EstoyparaelMarzoParaguayo2021”, una consigna que remitía al Marzo Paraguayo de 1999, (el mes en que fue asesinado el vicepresidente Luis María Argaña y renunció el mandatario Raúl Cubas Grau). Marcharon al grito de "¡Fuera Marito!" en medio de cuestionamientos a la gestión de la pandemia que derivaron ayer en la renuncia del ministro de Salud, Julio Mazzoleni. Las protestas tuvieron réplicas en Alto Paraná, Ciudad del Este, Itapúa y Aguaray.

Un carro hidrante en acción dispersa a quienes se convocaron en la capital paraguaya. EFE

La manifestación terminó con represión. Hubo manifestantes que respondieron al accionar de la policía con cascotes y piedras. La multitud se dispersó por varias calles del microcentro entre gritos contra el gobierno de Abdo Benítez.

Por su parte, el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, declaró a medios locales que el presidente expresó su preocupación por los enfrentamientos y aseguró que la violencia fue provocada por un grupo que no formaba parte de los manifestantes. La oposición, por otro lado, responsabilizó al mandatario y dijo que hay razones para impulsar un juicio político "por mal desempeño de sus funciones".

Entre las polémicas que rodean la gestión del Gobierno se encuentra a falta de medicamentos y suministros en los hospitales para tratar a los pacientes de coronavirus. Esta semana, la Asociación Paraguaya de Enfermería exigió al Gobierno la pronta adquisición de insumos y medicamentos, y el Círculo Paraguayo de Médicos consideró que debe disponerse una cuarentena total frente al estado insostenible de los servicios públicos.

En Paraguay hay demora en la llegada de las vacunas. De momento llegaron 4 mil dosis de la vacuna Sputnik V que ya han sido aplicadas, aunque solo a trabajadores sanitarios. En un país de siete millones de habitantes hay 160 mil contagiados y 3200 fallecidos. Los casos se han intensificado en las últimas semanas, lo que ha provocado el desborde de los centros de salud y puesto en evidencia la debilidad de la red sanitaria. 

La posibilidad del juicio político

Los hechos del viernes podrían tener mayores derivaciones políticas. El opositor Partido Liberal y una facción del oficialista Partido Colorado que encabeza el ex presidente Horacio Cartes (antecesor de Abdo Benítez en el cargo), expresaron su intención de impulsar un juicio político al mandatario.

Un grupo de manifestantes en Asunción, durante la noche del viernes. EFE

Los liberales hablaron de una "vergonzosa, brutal y arbitraria represión". En un comunicado plantearon que de una próxima reunión saldrá un posicionamiento político ante los hechos. 

Abdo Benítez ya estuvo cerca del juicio político en agosto de 2019, cuando apenas llevaba un año al frente del país. Fue por un acta secreta con Brasil para la compra de energía a la represa de Itaipú, compartida por ambos países. Evitó la destitución gracias al apoyo de Cartes, su rival interno.

Mientras, cientos de personas permanecen frente a la Comandancia de la Policía, en el perímetro del Congreso, exigiendo hablar con el responsable policial para que explique quién ordenó dispersar a los manifestantes.