En el tercer y último día de su histórica visita a Irak, el papa Francisco envió este domingo dos mensajes centrales para la pacificación y reconstrucción del convulsionado país de Medio Oriente: "resistir a la tentación de la venganza" y decir "no al terrorismo y a la instrumentalización de la religión" para hacer la guerra.

El sumo pontífice cerró su viaje con una misa al aire libre en Erbil, capital del Kurdistán iraquí, la única masiva que ofició por la pandemia. Desde ese escenario, pidió "resistir a la tentación de la venganza", un mensaje clave en un país que en las décadas vivió varias invasiones y guerras internacionales, y sigue preso de un clima de violencia con atentados y mucha tensión político-religiosa.

"Aquí en Irak, cuántos de sus hermanos y hermanas, amigos y conciudadanos llevan las heridas de la guerra y de la violencia, heridas visibles e invisibles", planteó en la homilía.

"La tentación es responder a estos y a otros hechos dolorosos con una fuerza humana, con una sabiduría humana", advirtió el Papa, de 84 años, que recorrió el Norte, el Sur y la capital del país en apenas tres días.

Francisco celebró la misa en el segundo estadio más grande del país, el "Franso Hariri" de Erbil, con capacidad para 30.000 personas, pero por la pandemia de coronavirus se decidió que sólo pudiera asistir un tercio del aforo.

"Necesitamos eliminar de nuestro corazón y de la Iglesia las nefastas sugestiones del poder y del dinero. Para limpiar el corazón necesitamos ensuciarnos las manos, sentirnos responsables y no quedarnos de brazos cruzados mientras el hermano y la hermana sufren", concluyó Francisco.

Mujeres y disidencias

Además, al visitar una iglesia del Qaraqosh, en el Norte del país, atacada por el Estado Islámico en 2014, el Papa pidió que “las mujeres sean respetadas y defendidas" en Irak. 

A pocas horas de la celebración este lunes del Día Internacional de la Mujer, Francisco hizo una mención especial a las mujeres iraquíes, muchas de ellas víctimas de la violencia de los grupos extremistas.

"Quisiera dar las gracias de corazón a todas las madres y a todas las mujeres de este país, mujeres con valor que siguieron alumbrando vida, a pesar de los males y las heridas. Que las mujeres sean respetadas y protegidas. Que se les muestre respeto y se les den oportunidades".

El papa reivindicó asimismo "la capacidad de perdonar, pero también el valor de no rendirse". Le dedicó un inequívoco "no" al terrorismo y a la "instrumentalización de las religiones".

Visita histórica

El sumo pontífice llegó al país este viernes para realizar una gira de tres días, convirtiéndose en el primer jefe de la Iglesia católica en viajar a Irak. 

Al llegar en helicóptero a la ciudad desde Mosul, Francisco vio desde el aire la imagen de la Virgen ubicada sobre la Iglesia en la que habló este domingo, emplazada a mediados de enero por la comunidad católica local como "símbolo del renacimiento de Qaraqosh", explicó a Télam el sacerdote Georges Jahola.

Los partidarios del Estado Islámico habían destruido el campanario de la iglesia -el más grande de la llanura del Nínive- y usaron el patio interno como polígono de tiro, recordó el sacerdote católico-siríaco Roni Momeka. El campanario, ya reconstruido, hace visible a la Iglesia desde varios puntos de la ciudad y junto a la Virgen busca marcar el inicio de una nueva etapa para la comunidad cristiana que este domingo recibió a Francisco.

El sumo pontífice también dio una misa en la iglesia San José en Bagdad, donde asistió el presidente iraquí, Barham Salih, de religión musulmana.