Los vecinos de Campo Verde, el barrio de San Salvador de Jujuy que el gobernador Gerardo Morales mandó a reprimir porque defendían que un predio que usan para jugar al fútbol sea mantenido como espacio para hacer deportes, denunciaron que la policía hizo tareas de inteligencia ilegales desde semanas antes del operativo de represión, para identificar a las personas con participación en la organización barrial. Aseguran además que en el momento en que los efectivos ingresaron al asentamiento, la señal de los teléfonos de la zona fue cortada y el barrio cercado, y que tras la represión los efectivos fueron a buscar a sus casas a los vecinos que hacían de voceros del barrio, a los que se llevaron detenidos. “Estamos pidiendo la intervención de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación”, resumió a PáginaI12 Mara Martínez, directora de la biblioteca popular de Campo Verde.

Hasta ahora se sabe que hubo cinco detenidos. La bibliotecaria fue una de las mujeres golpeadas en la represión.

  “Estábamos haciendo una sentada en la cancha cuando la policía avanzó sobre nosotros. A mi me pegaron en la cabeza. Sentí un golpe en la nuca y quedé tirada, sólo podía ver que los pies me pasaban por encima"

"Cuando intenté levantarme--siguió-- me manotearon de un brazo, así que hoy tengo todo un costado dolorido. Hay muchas mujeres con moretones en el cuerpo con los bastones, porque nos agarraron a palazos. Fue muy violento, nos encerraron adentro de la cancha”, contó.


Martínez, que tiene 57 años, agregó que una vez desalojada de esa manera de la cancha vió cómo la policía se llevaba detenido a su vecino Hugo Armando Césarea. “Él estaba parado en la vereda, ya había terminado todo el operativo, ya nos habían sacado a la rastra de la cancha. De pronto cuatro o cinco policías lo agarraron, lo metieron nuevamente dentro del predio y de ahí se lo llevaron, lo subieron arriba de un vehículo. Fue una cosa insólita, aberrante”.

Otros testimonios coinciden en señalar la presencia de personal haciendo inteligencia en el barrio, el corte de las comunicaciones teléfonicas y las detenciones selectivas como características de un operativo que buscó poner fin violentamente a un desacuerdo de los vecinos con el gobernador sobre el uso del predio, donde Morales quiere construir una escuela.

Lucrecia Flores, también vecina de Campo Verde, aseguró que el mandatario “nos mandó a vigilar y ayer la policía se llevó a la gente que más se animaba a hablar en las asambleas”. Por su parte el diputado Emanuel Martín Palmieri (Frente de Todos), que estuvo en el lugar del operativo intentando impedir la represión, aseguró que todos los efectivos que participaron del operativo se habían sacado su identificación y que a pesar de los pedidos, se negaron a poner a la vista sus placas.

Como se sabe, el motivo del conflicto es el uso de un predio que los vecinos quieren destinar al deporte y el gobernador Morales a la construcción de una escuela.

“Nosotros somos un barrio organizado, porque nacimos como un asentamiento. Los vecinos desde el principio resguardamos lugares para el uso comunitario. Por ejemplo, elegimos dónde se iba a hacer una sala para la salud, lo que se hizo. También resguardamos un lugar para la escuela, que existe y está disponible, a cinco cuadras ”, reseñó Lucrecia Flores.

También ese lugar tiene su historia. Durante los ‘90, el barrio hizo movilizaciones reclamando tener una primaria.  “Hicimos un censo, determinamos el número de chicos que necesitaban una vacante, armamos una carpeta con el proyecto. En el 2003 vino Néstor Kirchner a visitar San Salvador y le acercamos la carpeta. Así conseguimos que se construyera nuestra escuela, la Escuela Belgraniana de Campo Verde. Está en un predio que hoy tiene espacio para hacer dos escuelas más, porque nosotros mismos hemos cuidado que nadie se asiente. Le hemos pedido audiencias al gobernador Morales para explicarle esto, pero nunca nos quiso recibir”, aseguró Lucrecia Flores.

En el lugar del desalojo hay una cancha de fútbol, la única de un barrio en el que faltan espacios verdes y la mayoría de las casas no tienen patio.

La antropóloga Clarisa Otero, investigadora del Conicet, residente en San Salvador de Jujuy, contó sobre el origen de Campo Verde: “El barrio se conformó hace treinta años, sobre tierras fiscales cercanas al cauce de un río, es una zona con riesgo hídrico y por eso no entró al negocio inmobiliario. La gente es de trabajo y humilde, hay por ejemplo muchos albañiles, algunos docentes. Con los años consiguieron que les pusieran una escuela, luego un destacamento de policía. A fuerza de movimientos sociales y barriales lograron tener luz y que les llegara el agua. No hay cloacas, y hace poco tiempo se asfaltó la avenida principal”.

“Es decir que es un barrio marginado y bastante poblado, que ahora sufre nuevos flagelos por el crecimiento que ha tenido, y porque la desocupación es alta entre los jóvenes. Campo Verde no tiene planificación urbanística ni plazas, porque la gente fue construyendo sus casas a medida que se asentaba. Por eso la cancha de fútbol es tan defendida”.

“Los vecinos quisieron hablar con el gobernador a principios de marzo, cuando fue a poner un cartel de construcción para la escuela, pero Morales no sólo no los atendió, sino que les respondió dando un discurso público en el que los agravió. La gente está muy enojada no solo por no tener atención en la pandemia, sino porque no llega a fin de mes, y que la repriman es el colmo”.

El diputado Emanuel Palmieri aclaró que "no es que los vecinos no quieran la escuela, sino que quieren mantener su único espacio verde. "Le hemos pedido toda la semana a la gobernación que abriera un diálogo, pero no nos dieron respuesta. Los vecinos se manifestaban de manera pacífica, con cartelitos, pero Morales eligió estigmatizarlos, tratarlos de egoístas. Para no dialogar, incluso dijo que están con Milagro Sala. Yo me presenté en el lugar y aún siendo diputado, la policía se negó a identificarse con sus placas. Un oficial de alto rango aceptó hablar conmigo para las cámaras, pero al mismo tiempo por debajo, otros policías me pateaban". 

El diputado del Frente de Todos agregó que al presentarse para tratar de mediar, encontró "un ejército de policías que acordonaron la cancha con tres filas de efectivos y atrás la policía montada. Persiguieron con la montada a niños, golpearon a los vecinos que hicieron la sentada y en su mayoría eran mujeres que pedían iniciar una negociación". Para Palmieri no fue una sorpresa: "Cuando Morales hace algo siempre termina en violencia", aseguró, porque el gobernador "tiene un modo de gestionar violento". 

"Hace dos semanas, en La Quiaca, los vecinos hicieron un corte de ruta para reclamar tener una terapia intensiva. Como no tuvieron respuesta, organizaron una protesta simulando crucificarse. En la zona esa es una tradición, una forma de reclamo que instaló el padre Pedro Olmedo. La respuesta del gobernador fue mandarles a la policía para amedentrarlos con el argumento de haber violado el código contravencional".