"Por sindicatos sin violencia", decía un cartel. "Norma Mores somos todes. Ley Micaela ya", decía un pañuelo violeta escrito con blanco. Un nutrido grupo de mujeres de diferentes sindicatos se movilizó ayer a la puerta de la sede local de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), en Presidente Roca 1035, para reclamar para que se cumpla la resolución del juez Néstor García, quien dictó una prohibición de acercamiento a cuatro integrantes de la comisión ejecutiva local. La decisión del secretario general Mario Di Renzo fue darle una licencia --que no había pedido-- a Mores y apelar la medida judicial. Mores, secretaria de Actas y Afiliaciones de UTHGRA Rosario, denunció que sufre hostigamiento y violencia psicológica desde hace dos años y el 26 de febrero grabó una agresión del secretario gremial, que amenazó con matarla y le pegó un rodillazo. Tanto Mujeres Sindicalistas, en la Corriente Federal de Trabajadores como la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral emitieron comunicados de solidaridad. "No están cumpliendo con la resolución del juez, todavía no me devolvieron las claves para realizar mi trabajo. Me están castigando porque denuncié. Esto tiene una gravedad institucional terrible", expresó Mores.

Mores forma parte de la Agrupación Gastronómica Rosarina, lanzada como línea interna alternativa en febrero pasado. Además, desde 2017 trabaja en IPLIDO, que es un instituto interno del Sindicato para la igualdad de oportunidades. Por eso mismo, la dirigente gremial considera que la actual conducción de Rosario desconoce "cómo viene trabajando el gremio a nivel nacional con el convenio 190". El convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo reconoce el derecho de toda persona a un ambiente de trabajo libre de violencia y acoso, y fue ratificado el año pasado por Argentina. 

"En 2020, la casa central de Gastronómicos creó un equipo interdisciplinario para hacer un abordaje integral de violencia y acoso. Parece que desconocen esos lineamientos, y que no les importa, con tal de castigarme desmedidamente por haber hecho una denuncia", plantea Mores y subraya: "Acá no es un problema de índole personal. Somos un grupo de compañeros que presentamos una lista alternativa. Yo no soy la cabeza, esto va a ser democrático, votado por los afiliados".

Mientras la conducción de UTHGRA Rosario apeló la resolución de García --que se basa en la ley 26.485 para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres--, y Mores ya no cuenta con las claves que le permiten realizar su trabajo, la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral se solidarizó con la dirigente.  "Ha sido víctima de violencia laboral, violencia de género y discriminación gremial dentro de su propio sindicato, como la mayoría de las trabajadoras, sea cual sea su situación de revista", expresó la Red, con las firmas de la CGT, CTA Autónoma y la CTA de Los Trabajadores. En tanto, Mujeres Sindicalistas, de la Corriente Federal de Trabajadores, subrayaron que Mores "fue licenciada durante un mes, a modo de castigo, por haber denunciado a cuatro dirigentes de la comisión ejecutiva, que ella también integra, por violencia psicológica y física. El 26 de febrero fue insultada, amenazada de muerte y golpeada por un importante dirigente de su organización". Los dos comunicados piden la plena vigencia del Convenio 190 y también de la Recomendación 206 de la OIT, destinadas a eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. 

En tanto, desde el sindicato local emitieron un comunicado que indica que "los cuerpos directivos del Sindicato Gastronómico (UTHGRA) como sus seccionales tiene una participación femenina del 40 por ciento superando los cupos mínimos fijados por la normas vigentes”. Y aseguraron que "el conflicto existente en la Comisión Ejecutiva de la seccional Rosario se encuentra actualmente en el plano de resolución de dicha autoridad”.