En coordinación con la Secretaría de Niñez y Familia de Nación y Unicef, la provincia puso en marcha algunas tareas pendientes en materia de primera infancia conformando una mesa Interministerial y otras locales en ocho municipios para abordar metas a consolidar en materia de salud, educación, identidad, crianza, cuidados, protección y promoción de los derechos de bebés, niñas, niños y sus familias. Y realizar rastrillajes que le permitan determinar con mayor exactitud las necesidades existentes.

Con una mirada transversal de la niñez, devenida de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de Naciones Unidas a los que se comprometió el país en el 2015, la ahora Subsecretaría de Primera Infancia se propone recuperar algo de terreno perdido por la pandemia y algunas decisiones del Ejecutivo que ralentizaron su accionar, y retomar líneas que se habían comenzado a desarrollar a través del ex Ministerio de Primera Infancia, “para luego replicarlas en los municipios y armar pruebas piloto en todo el territorio”, explicó el Coordinador Residente de Naciones Unidas en Salta, Rodrigo Solá

En cuanto a la constitución de las mesas y las acciones a llevar a cabo para la Primera Infancia, Solá indicó que “es un fondo de Naciones Unidas para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el cual Argentina salió seleccionada y presentó esta propuesta“, que se trata de una estrategia nacional en la que se eligieron algunas provincias y en las que se encuentra Salta.

En cada una de esas mesas están, además de los organismos gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, fundaciones y asociaciones vinculadas a la temática, “y en conjunto deben ir definiendo sus prioridades y metas para este año y el 2022 y luego cuantificarlas para poder incluirlas en los presupuestos municipales y provincial”, indicó el representante de ONU en provincia.

“Tienen que diseñar una estrategia de primera infancia en base a los ODS que sea transversal a la niñez en salud, educación, trabajo, cuidado, derechos, y que sea propia, no que venga del Ministerio de Desarrollo, donde está Primera Infancia”, Concluyó Rodrigo Solá.

Para la subsecretaria del área, Marcela Alarcón, este trabajo es continuidad “de lo que ya se venía trabajando desde 2019”, ya que ella integraba la gestión del ex ministerio. "Es un diseño de política pública básicamente para reducir brechas sociales y territoriales que inciden en el desarrollo de los niños más pequeños”, resumió la funcionaria sobre la constitución de las mesas municipales.

Resaltó que Salta es la única provincia del NOA y NEA que está participando de la iniciativa que impulsan Unicef y Nación. En el país se sumaron además, Entre Ríos y Mendoza y muy probablemente Córdoba adopte las mismas medidas próximamente.

Alarcón detalló que se definieron cuatro metas para esta instancia desde la Mesa Interministerial, el primero es garantizar un diagnostico con todas las áreas de gobierno de manera transversal. Allí están participando Salud, Educación, Gobierno y Derechos Humanos, Trabajo, Relaciones Internacionales e Institucionales, “y casi todas las áreas que conforman el ministerio de Desarrollo Social”.

La segunda tiene que ver con definir objetivos para el 2022 y 2023. Mientras que la tercer meta es fortalecer los equipos “de todas las áreas del gobierno que están trabajando en primera infancia” con capacitaciones que según Alarcón, ya comenzaron el año pasado.

Por último, la elaboración de un documento vinculado a prácticas de crianza en contextos de interculturalidad, “venimos trabajando desde el 2016 con el proyecto Crianzas sin Violencias y queremos retomarlo este año porque en el 2020 no se pudo por la pandemia”. El proyecto tiene como objetivo acercar herramientas a través de encuentros a padres y madres, “para que podamos visibilizar qué nos pasa en las prácticas de crianzas frente a situaciones de violencia que muchas veces no son físicas pero hay que trabajarlas”.

A partir de la conformación de la Mesa Interministerial, se pasó a una segunda fase, prosiguió la subsecretaria, “que era el trabajo en territorio y con los municipios, que son los receptores de todas las demandas locales”. Por eso se pensó armar Mesas locales, “que van a ser espacios de intercambio, planificación y monitoreo de acciones que se lleven”.

Las mesas municipales

Hace apenas una semana, autoridades de Cafayate, Tartagal, Orán, General Ballivián, Joaquín V. González, Iruya, Rosario de la Frontera y Chicoana, se reunieron en la primera localidad junto a la subsecretaria de Primera Infancia, Marcela Alarcón y autoridades de Unicef para presentar la metodología de trabajo de las Mesas Locales a autoridades de esos municipios que se constituirán en sedes regionales.

En el encuentro, Alarcón subrayó que “es absolutamente necesario contar con un diagnóstico preciso de cuál es la situación local de la primera infancia en estos ocho municipios”, para con el acompañamiento de provincia y la asistencia técnica de Unicef “poder concretar planes municipales para la Primera Infancia”.

El intendente de Cafayate, Fernando Almeda, apuntó a la integración de municipios en este espacio como una oportunidad para “formar recurso humano, equipos de trabajo, establecer políticas públicas permanentes que trasciendan en el tiempo y que los niños sean realmente la prioridad en todo gobierno”.

Un intendente que se manifestó entusiasmado con la medida fue Gutavo Solís, “para nosotros las políticas de primera infancia son prioritarias”, indicó el intendente de Rosario de la Frontera, quien asistió en persona a la convocatoria que realizó la Subsecretaría encargada del área. “La intención era constituir mesas locales, porque si bien existe la provincial es muy extensa y es mejor trabajar en territorio con cada localidad”, explicó el jefe comunal.

Solís dio ejemplos de cómo se puede trabajar en las mesas para abordar problemáticas puntuales: “si identificamos que aumentó la violencia intrafamiliar en pandemia, podemos, entre otras cosas, convocar a la Cámara de Comercio para ir retirando del mercado todos los juguetes que estimulan las prácticas de violentas”, lo mismo indicó con los medios de comunicación y otros espacios como la escuela. “Esto se hace trabajando en red, ya no es solo el Estado que diagnostica, diseña e implementa políticas, sino que se hace en conjunto y escuchando a los sectores directamente involucrados”, acotó.

En Rosario de la Frontera hay tres Centros de Primera Infancia (CPI) funcionando, y consideró que tienen capacidad instalada para duplicar su intervención en niñez, pasando de atender 200 a 400 “pero para eso necesitamos el apoyo del gobierno nacional y provincial que nos permitan contratar mayor recurso humano”.

Las mesas locales contarán con la coordinación conjunta de responsables de las áreas de desarrollo social y niñez municipales, la Subsecretaría de Primera Infancia, la Dirección General del Consejo Provincial de Niñez y la Secretaría de Fortalecimiento Socio Comunitario de la Provincia y estarán compuestas por autoridades locales y actores clave de la sociedad civil de cada municipio. En mayo estiman dar inicio a la primera jornada de trabajo en Iruya, junto a agentes municipales y vecinos de esa localidad.

La pérdida de Estructura

Hasta el 2019, la hoy Subsecretaría de Primera Infancia era un Ministerio, a cargo de Carlos Abeleira, más de una vez criticado por sus métodos de recolección de datos y el famoso software que supuestamente iba a evitar la muerte por desnutrición de decenas de niños en el norte mediante la predicción en base a variables.

Con la llegada de Gustavo Sáenz, esa cartera perdió estructura y presupuesto y pasó a depender de Desarrollo. Rodrigo Solá consideró que “nunca estuvo muy en claro cuál era la función del Ministerio, tampoco tuvo los recursos ni consiguió legitimidad”, y solo se limitó a reconocer que si esa cartera hubiese funcionado, se hubieran evitado muchos fallecimientos.

“Ahora me parece que están planteando otra idea, con algo parecido como los rastrillajes de base, familia por familia y registros en tablets”, contó, y aseguró que fueron muy exhaustivos en enero y febrero, “lo hizo Desarrollo con Salud a través del Programa Unir”.

Gustavo Solís recordó de buena manera el trabajo que se realizaba a través del ex Ministerio, y reconoció que haber tomado la decisión de bajar Primera Infancia al rango de Subsecretaría “da un mensaje en cuanto a las prioridades”, y añadió que le parece un despropósito no estar utilizando las herramientas que dejó la anterior estructura, entre ellas la utilización del software. 

Pero aclaró que hay que esperar para evaluar el rendimiento de esta experiencia y el trabajo que se pueda realizar en la materia, “son políticas a largo plazo, que no van a tener un resultado inmediato y tenemos que evaluar qué ponemos en agenda, si lo urgente, que es importante, o políticas que buscan transformar a toda una generación”, expresó.

Subrayó que según las últimas estadísticas, uno de cada dos niños es pobre, por lo que representa un gran desafío emprender un camino que signifique revertir esa ecuación “para que hoy tengan vidas dignas y plenas de derechos, y que el día de mañana sean mejores padres que nosotros”, concluyó.

La subsecretaria de Primera Infancia hizo un largo silencio cuando este medio le preguntó si se notaba en el trabajo cotidiano la pérdida de estructura, y luego contestó: “yo tengo un compromiso con la primera infancia que los traigo desde mi profesión”, y más tarde aclaró que pudieron resolver los inconvenientes coordinando con las demás áreas que se habían perdido al pasar a ser una dependencia de tercer orden. Y aunque aceptó que ahora ese organigrama depende de una secretaría y un ministerio aseguró que no sintió dificultades a la hora de avanzar en su tarea.