“El eje es lo que nosotros llamamos tradipunk, que define nuestro gusto por la música tradicional y las expresiones folklóricas o de raíz de distíntos orígenes, articuladas desde la cultura punk, que es desde donde venimos y nos formamos musicalmente”, explica el Tano Capitano, timonel de Ahijuna Records y responsable de Don Ángel Demonio, el compilado que homenajea a Ángel Villoldo. “Encontramos en él a un personaje ineludible, bisagra, en quien confluyen distintos elementos de la época que conforman nuestro espectro musical y nuestra identidad cultural porteña”, plantea. En el disco se cruzan músicos de tradición tanguera con punks y murgueros, y el resultado es muy orgánico. Así aparecen Pablo Dacal, Momo A Shanty, Fandango, Despelotango, Los hermanos Butaca, o la Típica Pan Casero, entre otros.

“A Villoldo lo encontramos en los orígenes del tango, de la murga, la música criolla, la trova, el repentismo, y también lo reconocemos en los estilos musicales que manejaba, como polkas, mazurcas o foxtrots, fue padre del tango e influencer carnavalero. Desde el punk también lo vemos como un auténtico punk-rocker de principios del siglo pasado: no dejó tema sin tocar y siempre describió la realidad con una fuerte crítica y un gran sentido del humor”, describe Capitano. “Tanto en sus personificaciones como en sus sátiras políticas o incluso en sus letras más de corte filosófico, si se quiere, siempre hacía un enfoque humorístico de los temas que abordaba”, señala, a propósito de algo que salta al oído ya desde la primera escucha.

Villoldo también escribió sobre temas que resultan sorprendentemente actuales, como la suba de los alquileres o lo inapropiado de los piropos callejeros, que describe en “Cuidado con los 50”. “También está toda la descripción social que hace en matufias, hilando entre varias cuestiones de Iglesia, Estado y demás. Además encontramos expresiones que tienen que ver mucho con el adn porteño con las que estamos plenamente identificados y en las que nos reconocemos hoy en día en nuestra forma de ser e incluso de hablar. Algunas expresiones non sanctas que se conservan hoy día, más de 100 años después, no sólo son vigentes y todavía resultan fuertes. Cuesta creer que se hablara así en aquella época”. Por todo esto, aunque en 2019 se cumplió un siglo de su fallecimiento y este año 160 de su nacimiento, para Capitano y compañía su figura resulta muy cercana: “ Por eso nos parecía de suma importancia rescatar y volver a poner sobre la mesa su figura”.

El enfoque murguero del disco no es casual. Cuenta Capitano que muchos de los compañeros de Ahijuna llegaron al tango por intermedio de la murga. “Muchos hicimos escuela en la Orillera de la Boca, somos del palo del centro murga y del Coco Romero, que es uno de los que más hace énfasis en la influencia de Villoldo”, explica. “Quizás el paso lógico, o el otro camino posible, era pasar primero por el tango, pero él tuvo gran influencia en el desarrollo de la murga y su rítmica, en la composición de las letras, con su tono crítico y burlón, que incluso tuvo su etapa componiendo canciones para murgas”, historiza.

El proyecto se presentó por primera vez en La Flor de Barracas en 2019, coincidiendo con el centenario de la muerte de Villoldo. Esa misma Navidad, coincidiendo con el lanzamiento en 1905 de “La morocha”, hicieron un primer adelanto del disco. Para el carnaval 2020 hubo otro adelanto, la cuarentena se llevó puesta la presentación en vivo que estaba programada para ese mismo año, y finalmente el 16 de febrero, con su 160 aniversario, subieron el disco a YouTube, donde actualmente puede escucharse entero.

Con la gran cantidad de artistas involucrados, la organización no fue fácil. “Pero partimos de la base de que ya éramos un colectivo de artistas con un criterio y gusto en común por este tipo de expresiones, que ya veníamos cruzandonos e interconectándonos en distintos eventos carnavaleros, o de investigación de tango-murga, en donde siempre se repetía y se recaía en la figura de Villoldo”, destaca. “Por un lado estaban Runfla de Momo y Zelmar Garín, que son villolderos viejos y venían versionándolo en distintas formaciones y formatos, y por otro lado, las formaciones de Ahijuna, que también veníamos reversionándolos en distintos ritmos”. Ahí fue el momento de convocar a otros artistas "de corte villoldeano". Al final sumaron 16 grupos. “Hay temas con versiones distintas de la letra y hubo artistas que nos ayudaron a conseguir mejores grabaciones, así entre todos pudimos dar con la versión más óptima”, recuerda Capitano. Una versión auténticamente villoldeana.