Luego de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijera que su país se convertirá en "un arsenal de vacunas para otros países" durante un sorpredente discurso por los primeros 100 días de gestión, se comenzaron a correr rumores respecto de que la potencia podría respaldar el reclamo de países como India y Sudáfrica para que se liberen las patentes de las vacunas mientras dure la pandemia. 

En ese tono, la representante de Comercio Exterior norteamericana, Katherine Tai, consideró "inaceptable" la brecha que existe en el acceso a las vacunas entre los países más desarrollados y las naciones con menos recursos. "La industria farmacéutica necesita hacer sacrificios en tiempos de crisis", consideró Tai. 

Sin embargo, la secretaria de Prensa presidencial Jen Psaki señaló que, hasta el momento, no existe ninguna definición respecto de respaldar la liberación de las patentes y resaltó que existen otros caminos para colaborar a aumentar el acceso a las vacunas en todos los países, como por ejemplo los acuerdos asociativos entre los laboratorios y productores locales. Algo como lo que en la Argentina ocurrió entre el Instituto Gamaleya y el laboratorio Richmond para producir la Sputnik V V.I.D.A.  

"La Casa Blanca está considerando opciones para maximizar la producción y el suministro mundial de vacunas al menor costo, incluyendo el respaldo a una propuesta de exención de los derechos de propiedad intelectual", indicó Psaki en conferencia de prensa. 

Hasta el momento, Estados Unidos al igual que otros países desarrollados donde se desarrollaron vacunas contra la Covid-19 mantienen una posición contraria a la liberación de las patentes ante Organización Mundial del Comercio (OMC), donde India y Sudáfrica reunieron la voluntad de decenas de países para solicitar la suspensión de las patentes mietras dure la pandemia y agilizar las campañas de inmunización.

"Hay muchas formas diferentes de hacerlo. En este momento, esa es una de las formas, pero tenemos que evaluar lo que tenga más sentido", insistió la portavoz de la Casa Blanca.  

Lo que encendió una luz de esperanza ante el reclamo global de la liberación de patentes fue el discurso de Biden quien se comprometió con convertir a su país "en un arsenal de vacunas para otros países, igual que EE.UU. fue el arsenal de la democracia durante la Segunda Guerra Mundial" y reconoció que la ayuda es necesaria porque "no hay un muro suficientemente alto para dejar fuera al virus".

Desde los laboratorios se oponen a la liberación de las patentes e impulsan que, en todo caso, se impulsan las asociaciones con laboratorios locales con el argumento de que sin el seguimiento estricto de la producción se podría reducir la calidad de las dosis.