“Las universidades juegan un papel decisivo en el proceso de despatriarcalización que exige, ineludiblemente, interpelar y modificar la cultura machista universitaria, como estrategia hacia la construcción de una universidad feminista, inclusiva y democrática, libre de violencias sexistas”, destacó la coordinadora ejecutiva de la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y Contra las Violencias (RUGE), Verónica Cruz. Integrada por 63 universidad públicas nacionales y provinciales, "la Red expresa una construcción novedosa y estratégica de articulación política al interior del sistema universitario, y en vinculación con las acciones de las organizaciones feministas y, más recientemente, con la política pública que se instituye con la reciente creación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MGyD)”, añadió.

Cruz, que también es prosecretaria de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), sostuvo que "es importante participar y fortalecer la democratización de género en los espacios universitarios, desde un accionar que transforme la cultura androcéntrica universitaria”.

La coordinadora ejecutiva de la Red remarcó, en diálogo con el Suplemento Universidad, que desde “el rol de las universidades es, fundamentalmente, trabajar en el campo de la cultura, con el compromiso de formar profesionales críticos y propositivos, promotores de una cultura de derechos humanos que resulta inviable si no incluye recorridos de igualación en materia de género, erradicando las violencias y desnaturalizando los vínculos asimétricos que las producen, en sus múltiples expresiones, producto de relaciones jerárquicas de poder”.

Dependiente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), la Red fue creada en 2018. La iniciativa tuvo como antecedente el “nucleamiento” de varias casas de estudios en 2015, el cual fue “protagonizado por compañeras universitarias que integran el Movimiento de Mujeres, feminista y de diversidad sexual del país” y constituyó “un primer impulso de ese trabajo en red, a partir de sus desarrollos en materia de género en las universidades”, recordó Cruz.

Los objetivos de la Red

Este espacio busca “reflexionar colectivamente sobre los alcances y proyecciones de las violencias por razones de género en la vida social y, particularmente, en el ámbito universitario, a fin de cambiar la cultura patriarcal”; “impulsar la creación y/o fortalecimiento y jerarquización de los espacios institucionales de género en cada universidad, orientados a prevenir y atender las violencias sexistas, e impulsar transversalmente la sensibilización y formación en el tema”, y “fortalecer y expandir espacios de formación en todo el sistema universitario, previstos en la Ley Micaela”.

Según un estudio realizado por la Red sobre el estado de situación de las políticas de prevención, atención, formación y erradicación de la violencia de género en el sistema universitario nacional, “casi el 80% del sistema universitario nacional cuentan con Protocolo de Actuación ante situaciones de violencia por razones de género” y “el 75% de las universidades públicas han jerarquizado e institucionalizado espacios de gestión de políticas de género”.

Asimismo, “más del 50% de los espacios de género tienen una jerarquía media", con un rango institucional de Dirección, Programa, Coordinación o Consejería, un "porcentaje mínimo" cuenta con espacios de políticas de género jerarquizados con rango de Secretaría o Subsecretaría y "un 35% tiene espacios de baja jerarquía institucional”, indica el estudio, cuyos resultados serán publicados en los próximos meses.

En relación con la agenda feminista de las universidades, Cruz señaló que se gesta “de manera colectiva, mediante la incorporación de herramientas conceptuales, dispositivos, programas y espacios institucionales con perspectiva de género y/o feministas que despliegan estrategias de actuación en relación al tema”.

En ese sentido, la Red seguirá trabajando para “afianzar la construcción de universidades feministas” y “fortalecer la institucionalidad de las políticas de género en cada universidad, ya sea en la gestión como en la dimensión curricular, de investigación y de extensión”, puntualizó Cruz.

La agenda 2021

En los próximos meses, buscarán profundizar la formación en género en el marco de Ley Micaela; articular acciones vinculadas a salud sexual integral, interrupción legal del embarazo e interrupción voluntaria del embarazo en el escenario universitario; dar continuidad a las “Clínicas de Caso” para el intercambio criterios, experiencias y estrategias de intervención en la prevención, acompañamiento y sanción de las violencias por razones de género en el ámbito universitario, y seguir con las tareas de inclusión laboral y educativa del Colectivo LGBTIQ+.

También apuntan a “repensar en diálogo con las instancias gremiales, el reconocimiento de licencias a las personas que ejercen tareas de cuidado y, en el mismo sentido, la revisión de las licencias por maternidad y paternidad, fortaleciendo el eje de cuidados”, indicó la coordinadora de la Red.

Por último, Cruz destacó la importancia del Proyecto de incorporación de la variable de “identidad de género” al relevamiento anual en el sistema informático Araucano, en el que trabajan en coordinación con la Secretaría de Políticas Universitarias, el CIN y el Ministerio de MGyD.