Desde Roma

La gira que el presidente Alberto Fernández y su comitiva están llevando adelante por  Europa tiene un objetivo claro: pedirles a los líderes que visita el apoyo para las negociaciones con el FMI y lograr postergar los pagos al Club de París que vencen en mayo. En ese sentido, fuentes cercanas al Presidente consideran que les fue "muy bien hasta ahora", tras visitar a los mandatarios de Portugal, España y Francia. La estrategia, según comentan, está basada en que el gobierno del presidente Joe Biden quiere recomponer la imagen de los Estados Unidos en Europa --dañada durante el mandato de Donald Trump-- y en ese sentido, si nuestro país logra que miembros importantes de la Unión Europea le pidan al FMI las modificaciones que Argentina necesita, Estados Unidos --que concentra el mayor peso en el Fondo-- puede llegar a acceder porque no tendría un costo muy significativo para ellos y avanzarían en su objetivo para con la UE. "Necesitamos que Europa nos respalde para que el Fondo apruebe la suspensión de la sobretasa", insisten en el Gobierno.

Otra de las cuestiones que desde el Gobierno ponderan es lo sucedido en Portugal, con el apoyo del presidente António Costa para que el FMI elimine las tasas de sobrecargo. Portugal, cuando en 2011 cerró su acuerdo con el Fondo, lo hizo pagando este tipo de tasas. Cada vez que Argentina reclama no pagarlas o reducirlas, las autoridades del FMI ponen el ejemplo de Portugal como un país que las tuvo que pagar y señalan que, si Argentina no hiciera lo mismo, sería un acto de injusticia. Si Portugal apoya la postura argentina, ese argumento se debilita. "Es muy importante el apoyo de ese país en este tema en particular", expresan en el entorno del Presidente, explicando lo que el mandatario repite. Durante la gira por Europa, Fernández se comunicó con la vicepresidenta Cristina Kirchner y ella se mostró muy conforme y contenta con lo ocurrido en el país Ibérico que lidera Costa. 

"En los próximos países tenemos la idea de seguir con el mismo derrotero que en Portugal, España y Francia. Sería interesante que exista una declaración de todos los líderes en la que públicamente digan que nos apoyan", opinan desde el Gobierno.

Las vacunas

Otro tema central de la gira y que ocupa mucho al Presidente es el de las vacunas. Frente a la escasez global, tema de conversación con todos los mandatarios que visitó hasta el momento, lo importante es que el plan de vacunación no pare.  

Por eso, a la distancia el Presidente y su comitiva siguieron al detalle las negociaciones que el Ministerio de Salud llevó a cabo con AstraZeneca, y festejaron al enterarse que se haría efectivo el envío de 4 millones de dosis de esa vacuna. "Es una cantidad de vacunas interesante para poder avanzar. Estimamos que llegarán todas entre el 25 de mayo y el 30 de junio cuando tendríamos el primer lote mexicano", dicen.

Para lograr este objetivo el Presidente tuvo largas conversaciones con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a quién visitó en febrero, y con el canciller de dicho país, Marcelo Ebrard. Además, comentan que el presidente AMLO tuvo un buen gesto ya que quiso repartir el total de vacunas que iban a estar disponibles en partes iguales y no hacer una distinción que favorezca a México, como había propuesto la empresa AstraZeneca.

Para Fernández, gestionar una pandemia es una experiencia cargada de angustia e incertidumbre, ya que no hay posibilidad alguna de tener referencias, cosa que "genera mucha desesperación porque en el medio se va contagiando y muriendo gente". Según comentan personas cercanas al mandatario, su preocupación central es que no muera más gente y que por eso toma las medidas que considera correctas y que le aconsejan los epidemiólogos sin especular o pensar en fines electorales. "La oposición critica la decisión de cerrar actividades mediante DNU, pero esa semana los infectólogos dijeron que si no se disminuía la circulación íbamos a tener 40 mil contagios por día e iba a colapsar el sistema sanitario", comentan que argumenta el Presidente.

Las elecciones

En ese sentido, el Presidente considera que uno de los ejes centrales de cara a las elecciones de medio término que se aproximan es, por un lado, controlar la inflación que repercute en la canasta básica de los argentinos y, por el otro, "llevar tranquilidad a la población en este momento difícil, vacunando y negociando con el FMI porque las personas saben muy bien que el FMI es un condicionante para todos". En el Gobierno consideran que, ante el aumento de la demanda de alimentos por la pandemia, hubo un aprovechamiento por parte de ciertas empresas para aumentar los precios. "No puede ser que los argentinos tengan que pagar la carne como un francés", indican y consideran que con un cupo a la carne, que podría ser de un tres por ciento, no se solucionaría el problema. 

Sobre la unidad del Frente de Todos, en el Ejecutivo estiman que es "imposible" que haya una ruptura, ya que Fernández como presidente del PJ es garante de esa unidad. "Formamos parte de un frente dentro del que hay distintas posturas y matices, pero en la diversidad todos tenemos un mismo objetivo", expesan y le quitan peso al episodio ocurrido hace unas semanas entre el subsecretario de Energía, Federico Basualdo, y el ministro de Economía, Martín Guzmán. "También somos conscientes que frente a nosotros tenemos un sector que todo el tiempo nos quiere dividir y busca esa división", reflexionan.

A partir de esas convicciones, se muestran optimistas con los posibles resultados electorales. En el Gobierno creen que tienen por delante una victoria y a la vez reconocen dificultades en distritos puntuales, como Córdoba, Mendoza y CABA. "Sin embargo --argumentan-- estamos muy bien en el Norte, cuya población entre todas las provincias serían otra provincia de Buenos Aires, y en provincia de Buenos Aires también."