El crédito subsidiado continuó colaborando con las pequeñas y medianas empresas para evitar el impacto de la crisis sanitaria. En el último informe monetario del Banco Central se detalló que “la línea de financiamiento para la inversión productiva fue el principal vehículo utilizado para canalizar el crédito comercial a las MiPyMEs”. A fines de abril, los préstamos otorgados a través de esta línea totalizaron aproximadamente 509.000 millones de pesos, lo que implica un crecimiento de 24 por ciento respecto a fin de marzo.

En el documento de la autoridad monetaria se mencionó que en relación con el detalle de los destinos de estos fondos, alrededor del 82 por ciento de lo desembolsado fue para financiación de capital de trabajo y el resto a la línea que financia proyectos de inversión.

El informe monetario mensual, en tanto, registró que el total de préstamos en moneda local al sector privado, en términos reales y sin estacionalidad, habrían registrado en abril una baja del 2,8 por ciento. “La ralentización del crédito se explicó casi su totalidad por la evolución de las líneas comerciales. Cuando analizamos la evolución de las financiaciones por tipo de deudor se observa que la caída se concentró en el segmento de grandes empresas”, indicó el Central.

En efecto, las líneas comerciales a este tipo de personas jurídicas (grandes empresas) registraron una caída interanual a precios constantes de 26,2 por ciento, mientras que las destinadas a MiPyMEs exhibieron una tasa de expansión de 37,9 por ciento interanual. En este punto las líneas subsidiadas fueron claves para proteger a las empresas de menor tamaño y permitirles garantizar el acceso al crédito a tasas y plazos razonables.

Por el lado de los depósitos del sistema financiero se observó que en abril hubo un crecimiento del 28 por ciento interanual, lo que implicó un avance de 7,4 puntos porcentuales respecto de los registrados observados el mes previo. Se explicó que la aceleración del ritmo de expansión estuvo asociada fundamentalmente por la baja base de comparación.

El documento de la autoridad monetaria detalló por tipo de depósitos a plazo y montos colocados. Se destacó que buena parte de la suba de los plazos fijos estuvo asociada a colocaciones de más de 1 millón de pesos. “El segmento denominado en UVA continuó siendo el más dinámico, en un contexto en el que el rendimiento de estos instrumentos supera al de las colocaciones en pesos”, se indicó.

El informe aclaró que si bien la participación de los depósitos UVA en el total es acotada, continuaron ganando participación relativa. Puntualmente, en abril las colocaciones tradicionales a plazo crecieron a una tasa promedio mensual de 15,5 por ciento nominal. En tanto, las colocaciones con opción de cancelación anticipada registraron un aumento promedio mensual de 27,6 por ciento nominal. De esta manera figuran como otra alternativa de ahorro en moneda local que permite a los usuarios del sistema financiero cubrirse de la suba de precios.

Por último en materia de agregados monetarios el documento del Banco Central precisó que el M3 (agregado monetario amplio) registró un baja en lo que va del año en términos reales. En abril, por caso, marcó un descenso de 1,1 por ciento real y ajustado por estacionalidad. “En cuanto a sus componentes, los depósitos a plazo continuaron siendo el único factor de expansión. Esta dinámica se reflejó en un significativo y sostenido aumento de la participación relativa de los instrumentos a plazo”, detalló el documento.