El lugar del que todos hablan

A dos meses de su inauguración, Chui ya se convirtió en el lugar del que todos hablan, donde hay que ir y sacarse al menos una foto en ese salvaje jardín delantero que lo define. Detrás hay cuatro socios: dos gastronómicos (Hernán Buccino y Martín Salomone, los mismos de los bares Soria y Festival) y dos más que vienen del mundo audiovisual (Nicolás Kasakoff) y la arquitectura (Ivo Lepes, hermano de Narda). Entre ellos idearon un espacio volcado al aire libre: en lo que era un baldío, con grandes árboles incluidos, armaron deck de madera, pusieron estufas y braseros, emprolijaron el galpón e invirtieron en una imponente cocina abierta comandada por dos hornos a leña: uno pizzero y otro de barro. Con todo esto diseñaron un menú sin carnes planteado como desafío. “Es un lugar donde no te das cuenta de que no hay carnes. No es un tema ideológico, lo pensamos como una exigencia para crear nuevas combinaciones. La carne muchas veces te quita creatividad”, explica Hernán.

Tras los últimos anuncios Chui estuvo estos nueve días cerrado, pero reabre mañana ya con nuevo menú invernal. Hasta ahora las opciones posibles incluían por ejemplo platitos como queso llanero quemado, miel, ají de Cachi y orégano ($550) o el paté de hongos, apio y vinagre de torrontés ($340). Entre los platos más grandes, una “fainafel” con pepinos, yogurt y picante ($650); o los puerros asados con romesco y arroz negro ($630). Las pizzas (entre $700 y $750) siguen su propio recorrido: harinas agroecológicas, 48 horas de fermentación y tomates orgánicos, con sabores comoricota, pesto y nueces pecan; cebolla, kale y queso patagonzola; y tomate, gouda y ajo frito.

El servicio es profesional (con varios sommeliers incluidos), hay pocos pero bien elegidos vinos (desde $1200 la botella) y entre los postres una buena opción (al menos de la carta anterior) es la de membrillos con mascarpone.

Todavía de estreno, la cocina de Chui debe seguir evolucionando hasta encontrar su lugar. Pero lo que tiene hoy ya le alcanza para ser el nuevo lugar de éxito de Buenos Aires.

Chui queda en Loyola 1250. Horario de atención: lunes a domingos de 12 a 19. Instagram: @chui.ba

La revancha del fast food

Signo de los tiempos, no hay hoy hamburguesería que no tenga entre su oferta al menos una opción sin carne. Pero lo de Vegan Fox es distinto: este lugar nace directamente como hamburguesería 100% vegana, donde la carne y los derivados animales brillan por ausencia. Detrás está Patricio Lescovich, creador de Kevin Bacon, parte de la revolución “hamburgueseril” que vivió nuestro país en los últimos años. Fue ahí que Patricio lanzó su primera su Not Kevin, una hamburguesa a base de los medallones de Notco, la firma chilena que reproduce el sabor de la carne usando exclusivamente productos de origen vegetal. Esa Not Kevin fue exitosa y le dio a Patricio el impulso para lanzar Vegan Fox.

Pandemia mediante, Vegan Fox no cuenta por ahora con local a la calle, si bien se espera su apertura a mediados de año. Por ahora solo funciona con delivery, con un menú que no envidia nada a su competencia carnívora. Algunos ejemplos: la Vegmac, con doble smash Not Burger, doble cheddar, pepinillos y lechuga; la más tropical Fox and sweet, con doble smash not burger, tabasco Chipotle, doble cheddar, rodaja de ananá grillado, cebolla caramelizada, rúcula y alioli; o la Crispy, con doble smash not burger, doble cheddar, salsa BBQ Jack Daniels y cebolla crispy, entre otras. 

En todos los casos, es realmente difícil darse cuenta que estas hamburguesas no tienen carne vacuna entre sus ingredientes. A esto se suman sándwiches de “simil pollo” apanado, como el Avocado (medallón simil pollo, Not Mayo, guacamole y salsa pico de gallo) o la Fresh (medallón simil pollo, Not Mayo, lechuga, tomate y cebolla morada). Las hamburguesas salen $690; las versiones de simil pollo $710, siempre con papas fritas incluidas.

Existe una discusión posible, sobre el sentido de imitar sabores o procesar al extremo los vegetales. Pero más allá de la opinión personal de cada uno, algo es innegable: quienes no comen carnes y extrañan el sabor del fast food más conocido del planeta, tendrán acá su revancha.

Vegan Fox queda en Gorriti 5213. Horario de atención: miércoles a lunes de 18 a 24. Delivery sólo por Rappi y take away. Menú y pedidos por Instagram: @veganfox.goodburger

La belleza del boulevard

Con poco más de diez años de vida Hierbabuena es ya un clásico porteño. No sólo eso: es también uno de los pocos restaurantes basados casi por entero en una cocina vegetariana que aún así atrae a comensales de todo tipo, seducidos por los platos y por una estética vintage acorde a su ubicación en el boulevard Caseros, una de las calles más lindas de la Buenos Aires histórica. A tono con sus clientes, Hierbabuena no es estrictamente vegetariano: la carta es amplia y suma alguna que otra receta con salmón y con pollo de campo, si bien la mayoría los platos son vegetarianos, con opciones también veganas, sin gluten y con buena proporción de materias primas orgánicas.

Este lugar nació de dos cocineros, Diego Sicoli y David Gdansky. En la carta están presente los best sellers de lugares del estilo (pan de masa madre, mermeladas caseras, pancakes veganos, buen café orgánico) pero también se permite mucho juego y creatividad en los platos: la Palta Crispy ($820) incluye por ejemplo palta crocante con panko y quinoa, y viene con jalea de oliva y lima, escabeche de apio y queso de nuez sobre arepa y polvo de hibiscus; el Bbq Bao ($820) es la versión del pan al vapor taiwanés pero de espirulina con relleno de barbacoa de hongos y bambú, zanahorias encurtidas, cilantro, menta y kimchi. Hay también Avocado Gnocchi (ñoquis de palta y ricota con leche de coco, cebolla morada, dátiles y almendras tostadas, $1020) y Red Beet Rissoto (risotto con remolacha braseada, coliflor asado, salvia y nuez, $1020), entre muchas más opciones. 

Un postre: el Vegan Coconut, logrado flan con dulce de leche de castañas de cajú y escamas de coco tostadas. La lista sigue con pastelería y panadería, limonadas, jugos, detox y varios etcéteras. Y para quien busque incluso más, la marca va tomando la calle con un mercado orgánico en un local justo al lado y una hamburguesería y heladería vegana a pocos metros de distancia. 

 Un todo terreno en pleno crecimiento.

Hierbabuena queda en Av. Caseros 454. Pedidos: 11-4362-2542. Horario de atención: lunes de 8 a 17, martes a domingos de 8 a 19. Delivery y take away hasta 23. Instagram: @hierbabuenarestaurant