Fred Moseley tenía veinte años cuando en los años ‘70 comenzó a interesarse por la economía marxista. En 2015, este profesor de Mount Holyoke College publicó una edición de la única traducción al inglés del Manuscrito Principal del Tomo III de El Capital, un texto que estuvo disponible para los especialistas en idioma alemán recién en 1992. Su visita a Buenos Aires para presentar su libro Money and Totality es un pretexto para hablar del aporte marxista al análisis de la economía y defender la consistencia lógica de su razonamiento. En ese marco, Cash dialogó con Moseley sobre la situación económica estadounidense bajo el gobierno de Donald Trump y la contribución del pensamiento marxista al momento económico actual.

¿Por qué Donald Trump ganó las elecciones?

–La economía de Estados Unidos ha estado en crisis durante muchos años y las condiciones de vida de los trabajadores se han venido deteriorando. La mayoría trabaja más y más intensamente por menos remuneración. La clase media está en estado de desaparición y hay mucha polarización socioeconómica. Trump tomó en cuenta el disgusto que hay en esos ciudadanos e hizo muchas promesas que no va a mantener.

¿Por ejemplo?

–Ha caído la cantidad de empleos en la manufactura, donde se cobra salarios decentes. Él prometió que va a generar puestos de trabajo en la industria. También prometió la construcción del muro con México para sacar a los mexicanos, cuando muchos trabajadores creen que los mexicanos les están quitando sus trabajos.

¿Cuál es la proporción de mexicanos en el mercado de trabajo?

–Menor al 10 por ciento, aunque la minoría que más rápido está creciendo en el mercado laboral es la de los latinos, más que la de los afroamericanos. En mi opinión, no va a ser posible para Trump resolver los problemas de los trabajadores, que volverán a sentirse desengañados.

¿Qué cree que pasará en las urnas, en el mediano plazo, con esos trabajadores “desengañados”?

–¿Votar a la izquierda? Es posible. Si el candidato demócrata hubiera sido Bernie Sanders, creo que habría ganado, ya que habría tenido en cuenta esas preocupaciones más de lo que las tuvo (Hillary) Clinton.

¿Cree que en la mente de esos votantes se instaló la imagen de que Clinton estaba vinculada al poder financiero de Washington?

–Los trabajadores veían a Clinton como parte de la vieja élite, incluyendo a Wall Street. Ella no tomó en cuenta los problemas de los trabajadores; Sanders sí lo hizo. Si la izquierda llegara a tener un candidato como Sanders en la próxima elección, tendría mayores posibilidades de ganar; su principal apoyo provenía de los jóvenes. Una posible candidata es Elizabeth Warren, senadora de Massachusetts.

¿Por qué Warren tendría chances en el escenario económico que usted describe?

–Porque fue muy importante en la regulación financiera, en especial como impulsora de la ley Dodd-Frank de 2010, tanto dentro como fuera del Congreso.

Donald Trump desmanteló la ley Dodd-Frank, especialmente la Oficina de Protección Financiera de los consumidores y la Oficina de Represión de Delitos Financieros del Departamento de Comercio. ¿Cuáles serán las consecuencias de esa decisión?

–Hay otras decisiones políticas que se están tomando y tienen prioridad en este momento. Los efectos de eliminar esa regulación vendrán más adelante. Por cierto, no sé cuántos ejecutivos de Goldman Sachs integran hoy la Administración Trump, perdí la cuenta. Durante la época electoral, Trump trató de mostrarse duro con Wall Street, pero fue una mentira.

¿Por qué?

–Porque no ha tomado ninguna actitud contra Wall Street. Al menos media docena de su Gabinete proviene directamente de Wall Street, así que es poco probable que mantenga o fortalezca las regulaciones en el sector financiero. Una promesa que sí cumplió fue la eliminación del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica). Y lo hizo porque es un tratado de libre comercio que redundaría en menos empleos para Estados Unidos. Supuestamente, al eliminar ese tratado protegerá los puestos de trabajos en Estados Unidos.

Abandonar el TPP, ¿puede ser una buena noticia para China, que apunta a una asociación más amplia, como el Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional?

–En algún grado, reduce la influencia de Estados Unidos para controlar la economía mundial, y pone a China en una posición de mayor liderazgo dentro de los países asiáticos.

Con respecto a los países de América del Sur que querían sumarse al TPP, ¿cree que puede ser problemática la decisión de Trump?

–No está claro cuáles pueden ser los efectos para los países latinoamericanos. 

Sistema de salud

Trump debió retirar su proyecto para sustituir al ObamaCare, ¿cuáles habrían sido los efectos de reemplazar el sistema de salud impulsado por Barack Obama?

–Sin ser maravilloso, el ObamaCare ha generado una gran mejoría. Aun cuando muchos de nosotros pensamos que el gobierno debería proveer los servicios de salud en lugar de las compañías de seguro, al menos mucha gente pobre que no tenía seguro de salud, hoy lo tiene. Incluso, mucha de la gente que votó por Trump.

¿En qué consistía el proyecto de Trump?

–Una de las propuestas es que hubiera menos apoyo económico por parte del gobierno. Si este proyecto pasaba en el Congreso, mucha gente iba a perder su seguro de salud por la imposibilidad de pagarlo. Si se sancionaba el TrumpCare, de las 26 millones de personas que hoy no tienen seguro, se pasaría a 44 millones en un año, a 54 en dos años y a 59 millones en 2026. Las encuestas muestran que cerca del 60 por ciento de los estadounidenses aprueba el ObamaCare, antes había menos apoyo. Una pregunta que hay que hacerse es de dónde viene la otra parte de los ingresos que financian este programa de salud.

¿De dónde?

–Un aspecto importante de este sistema de salud es que gran parte de los ingresos proviene de impuestos cobrados a los sectores más ricos de Estados Unidos. La propuesta republicana contiene puntos específicos para eliminar esos impuestos a los sectores más ricos, esa es la verdadera razón por la cual los republicanos se oponen al ObamaCare. Es claramente una propuesta clasista.

¿Cómo se relaciona el fracaso de esta reforma de salud con la reforma fiscal?

–Al no haber pasado la reforma de salud, será más difícil pasar la reforma fiscal. La conexión entre ambas es directa y tangible: la reforma de salud es la primera etapa de la reforma tributaria general.

Reforma

¿Cuáles son los rasgos más sobresalientes de la propuesta republicana de reforma tributaria? 

–Todavía las propuestas no son suficientemente claras y seguramente van a ir a los sectores de más altos ingresos y beneficiará también a las empresas. Hace unas semanas se puso a consideración la propuesta presupuestaria para el resto del año, que por cierto es muy incompleta.

¿En qué sentido incompleta?

–No dice de dónde provienen los ingresos del presupuesto. En los rubros del presupuesto, la principal perdedora es la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA), donde fue nombrado Scott Pruitt, ex fiscal general de Oklahoma (N. de la R.: Pruitt es un empresario ligado al petróleo que ha llevado a juicio a la EPA). Hay reducciones del presupuesto en muchos rubros con excepción del terreno militar. El gran ganador es el Ministerio del Interior, dirigido mayoritariamente al control de las fronteras, con un aumento del 7 por ciento en el presupuesto; el Ministerio de Defensa alcanza el 10 por ciento y la agencia de veteranos de guerra también tiene un aumento. Otro ejemplo: había nombrado como secretario de Trabajo al gerente de una empresa de comidas rápidas que se opuso al aumento del salario mínimo. Aunque esa fue una pequeña victoria de la oposición, ya que los nominados por el Presidente tienen que ser aprobados por el Senado. Todos fueron aprobados con excepción del secretario de Trabajo. 

La teoría de la ganancia

¿Cuál es la contribución del pensamiento marxista a la actual situación económica mundial?

–La visión marxista provee la mejor interpretación posible de los fenómenos del capitalismo que vivimos. Su principal foco es la teoría de la ganancia. La economía convencional está dividida en macro y microeconomía; la ganancia no figura en la teoría. Esta es la razón por la cual la teoría de Marx tiene una explicación mucho más profunda del capitalismo. Por otro lado, la economía marxista provee un apoyo importante para entender los ciclos económicos. Para la macroeconomía, los ciclos se explican por shock exógenos, mientras que para el marxismo son endógenos. La teoría de Marx propone una vía directa para entender las realidades que vivimos cotidianamente.