Sin desfile de gauchos y con una participación popular acotada por la pandemia de covid 19, hoy Salta conmemora a su máximo prócer y uno de los tres pilares de la independencia argentina, el general Martín Miguel de Güemes, en el bicentenario de su fallecimiento, tras agonizar diez días luego de ser herido por una partida española que logró emboscarlo la noche del 7 de junio de 1821.

Hoy a las 9, el presidente Alberto Fernández y el gobernador Gustavo Sáenz serán recibidos por el arzobispo Mario Cargnello y en el Panteón de las Glorias del Norte, ubicado dentro del templo mayor, rendirán honras al héroe gaucho.

Luego la comitiva se trasladará al Monumento a Güemes para continuar con los homenajes y allí se espera el tradicional discurso del presidente de la Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes, Francisco Aráoz; del gobernador salteño y posiblemente también haga uso de la palabra el presidente Fernández.

A las 10.30, el mandatario nacional irá hasta la Quebrada de la Horqueta, lugar en el que murió Güemes, en donde sí está previsto que el mandatario hable. Previamente descubrirán una placa y entonarán el himno, con la primera voz de Juan Falú.

Los homenajes dieron inicio anoche, en el Monumento a Güemes, en el que proyectaron la historia del prócer mediante un mapping y un ballet realizó un cuadro de danza representando el momento de la emboscada y el fallecimiento.

Las autoridades, que llegaron desde un hotel ubicado justo detrás del monumento se ubicaron en un palco central desde donde pudieron apreciar la parte artística y también la ceremonia del cambio de guardia que hizo el cuerpo de los Infernales, la división del Ejército creada por Güemes.

Una vez terminada, rápidamente las autoridades se retiraron del lugar, y quedaron algunos integrantes de fortines que hicieron como todos los años la Guardia bajo las Estrellas, que esta vez se vio limitada por una serie de restricciones por la pandemia.

Además de los funcionarios y legisladores nacionales y provinciales, estuvieron los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales; del Chaco, Jorge Capitanich, y de Formosa, Gildo Insfrán.

Fue una semana atípica y enrarecida la que antecedió a los homenajes por el bicentenario, ya que el fin de semana circuló un audio en el que Aráoz informaba a los gauchos que el 17 de junio tomarían la ciudad si es que no autorizaban el desfile, tal como lo determinó el Comité Operativo de Emergencia.

Y ayer, impulsada por dirigentes de Cambiemos, convocaron a una protesta en contra de la presencia del Presidente. Si bien no fue una convocatoria masiva, el ruido de los manifestantes se colaba de fondo en el acto, así, por ejemplo, el minuto de silencio fue ensuciado por bocinazos que llegaban desde la avenida Bicentenario, a dos cuadras del monumento.

También en un ámbito de restricciones y limitaciones para poder ingresar al cuadrante armado por la Policía alrededor del monumento, y al que solo pasaban los expresamente autorizados, fue poco feliz que se haya permitido el ingreso de algunas decenas de militantes de organizaciones sociales, como el Movimiento Evita y la CCC, para vivar al Presidente en la supuestamente infranqueable puerta del hotel.

Muchas desprolijidades y contrariedades para un evento que debía ser, cuanto menos, un digno homenaje para el militar, político y patriota más destacado de la historia salteña, en el que definitivamente se dé a conocer su real importancia en la historia americana.

Una escultura en la Plaza España

Entre los funcionarios que llegaron a la ciudad de Salta acompañando al Presidente para conmemorar al héroe nacional, también se destacó la presencia del ministro de Defensa, Agustín Rossi, cuya cartera donó a la ciudad la figura de Martín Miguel de Güemes creada por los trabajadores del astillero Tandanor.

La escultura fue emplazada por el municipio en lo más alto de la Plaza España, desde donde se puede observar toda la ciudad. “Veníamos trabajando la puesta en valor de distintos espacios de la ciudad, y elegimos el lugar por su vista y porque creemos que le aporta al relieve que tiene la misma figura, que tiene que ver con poder ver a través de ella el horizonte”, contó la jefa de Gabinete municipal, Agustina Gallo.

Hasta allí se acercaron para inaugurarla la intendenta de Salta, Bettina Romero, Rossi y el gobernador Gustavo Sáenz, junto a otros funcionarios provinciales, municipales, legisladores y concejales.

Durante el acto, la jefa comunal celebró y agradeció el regalo por parte de la cartera de Defensa y manifestó que “el general Martín Miguel de Güemes está hoy en el centro de todas las miradas y está bien que así sea, él es el mejor ejemplo de líder que tenemos, valiente, solidario, generoso, un estratega que supo estar a la altura de la situación”.

“Güemes dió la vida por la unidad de nuestro pueblo y nuestra tierra”, expresó la jefa comunal, pero aclaró que no lo hizo solo, “siempre estuvo acompañado por hombres y mujeres fieles a su lucha y sus ideales”.

“Somos herederos de su lucha y habrá que ser dignos de seguir con sus enseñanzas” añadió. A la vez que recordó que los tiempos que corren “nos pusieron frente a otra batalla, una pandemia que entre todos resistimos y peleamos”.

En tanto, Agustín Rossi se manifestó muy contento “por estar hoy en Salta recordando y homenajeando a un patriota del interior federal de la Argentina”, y agradeció a la intendenta por “haber recibido con tanto beneplácito esta idea”. “Güemes deja el legado del altruismo y la generosidad, de construir una patria grande”, indicó, y lo comparó con la figura de San Martín, aunque con la diferencia de que “Güemes representa la tierra adentro, el federalismo”.

Más adelante criticó la mirada centralista que siempre dominó en el país, y recordó que a la muerte de Güemes, La Gaceta de Buenos Aires, “en la que ya no estaba Moreno”, la celebró bajo el título "Ha muerto el abominable caudillo".

Y culminó recordando que “esa patria grande que soñaron” héroes como Belgrano, Güemes, Rosas y Artigas, que murieron abandonados y luego los intentaron borrar de la historia, “es una construcción permanente con avances y retrocesos, y que debemos construir todos los días”.

El funcionario nacional relató que la idea surgió apenas asumió en el Ministerio, “teníamos que empezar a pensar en el homenaje al bicentenario de Belgrano, y junto con los trabajadores de Tandanor no quisimos que pasen inadvertidos, y así lo hicimos el año pasado en Rosario y ahora en Salta”. Luego explicó que al valor simbólico que representa la figura del general salteño, le añadirá un lugar más de visita de todos los turistas.

La escultura que donó el Ministerio tiene una altura de 5 metros por 4 de ancho y está hecha en una pieza de una tonelada y media. La obra está realizada íntegramente con materiales navales y mano de obra del Astillero Tandanor