El ex vicejefe de gobierno de Austria y exlíder del ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ), Heinz-Christian Strache, se declaró inocente este martes en su juicio por corrupción, en un caso que derivó del escándalo que en 2019 hizo caer al primer gobierno del actual canciller Sebastian Kurz.

Este martes inició el juicio al exlíder de la ultraderecha, Heinz-Christian Strache, de 52 años. El acusado negó haber intentado favorecer a uno de sus allegados a cambio de donaciones a su antiguo partido y de vacaciones. Strache está acusado por presuntamente haber aceptado un soborno a cambio de apoyar la modificación de una ley para que una clínica privada de cirugía estética fuese incluida entre los establecimientos reembolsados por la seguridad social austríaca.

Caso Ibiza

Dos añas atrás, Strache fue filmado en una cámara oculta cuando proponía contratos públicos a cambio de apoyo electoral a una mujer que se hacía pasar por la sobrina de un oligarca ruso. La secuencia, grabada en la isla española Ibiza en julio de 2017, provocó elecciones anticipadas y el inicio de investigaciones de corrupción en la trama conocida como Caso Ibiza y que también llevó a la separación de Strache del ultraderechista Partido de la Libertad.

Según afirmó la fiscal durante la apertura de las audiencias en el tribunal regional de Viena, las declaraciones realizadas por Strache en cámara oculta están “grabadas en la memoria colectiva”. El propietario de la clínica, Walter Grubmüller, -también entre los acusados- fue un donante del FPÖ y había invitado a Strache a su yate, así como a períodos de vacaciones en una casa en la isla griega de Corfú.

Los mensajes de texto examinados revelaron que Strache preguntó abiertamente a su interlocutor "qué modificación a la ley" deseaba para que su establecimiento, especializado en cirugía estética, "fuese finalmente tratado de manera justa". Grubmüller respondió que le haría llegar un proyecto de ley.

Primera audiencia

Este martes el exlíder del FPÖ se presentó ante los tribunales de Viena como un “justiciero” afirmó que consideraba la situación de las clínicas como “vergonzosa”. En esa misma línea, su abogado, Johann Paueret, aseguró que su cliente actuó por “convicción” y no porque hubiera recibido promesa de favores.

Cuando ocurrió la trama en Ibiza Strache estaba en medio de negociaciones con los conservadores para formar una coalición. Al llegar al poder a fines de 2017, la extrema derecha se quedó con la cartera de Salud.