Una cuarta persona fue detenida en España por el asesinato a golpes de Samuel Luiz, un joven homosexual, en la ciudad gallega de La Coruña. El martes pasado fueron detenidos tres jóvenes -dos chicos y una chica- como presuntos autores del crimen del joven, un auxiliar de enfermería de 24 años que murió a golpes el sábado último en esa ciudad de Galicia.

El cuarto detenido es un muchacho de entre 20 y 25 años, sospechoso de homicidio por homofobia. El joven, según la policía, es "amigo de los otros tres", y al igual que estos, "no conocía a la víctima". Según la agencia AFP, las autoridades no se aventuran aún a afirmar que, dado que no conocían a la víctima, se haya tratado de un crimen homófobo y mantienen abiertas "todas las hipótesis".

Más allá de la precaución investigativa -que debiera ocurrir siempre y no ocurre-, que no conocieran a la víctima no es un argumento para generar la duda, toda vez que para un crimen homófobo no es necesaria la cercanía ya que el odio se desata en lo que esa persona representa por su diferencia para quien odia las diferencias. Y buena parte de las agresiones por homofobia se producen en el encuentro al azar, muchas veces en las calles, como en este caso, y entre completos desconocidos.

Tampoco como motivación podría argumentarse que la tremenda golpiza que terminó en muerte se disparó porque la víctima los hubiera estado filmando, sino en la lógica previa de los agresores de entender como única respuesta a cualquier hecho la de golpear hasta la muerte a quien sea.

Samuel Luiz, de padre brasileño y nacido en Brasil, fue golpeado en la calle por varias personas a lo largo de 200 metros y los servicios de auxilio no lograron reanimarlo tras los golpes recibidos, por lo que el sábado a la mañana falleció.

De acuerdo con los primeros elementos de la autopsia, murió por un traumatismo craneoencefálico grave causado por una patada en la cabeza, indicó la prensa local. El crimen desató una ola de indignación en España y generó manifestaciones de repulsa en Madrid y La Coruña, justo cuando se acababa de celebrar la semana del Orgullo LGTB. Su círculo más cercano, constituido por amigos y familiares, asegura que los agresores actuaron por pura homofobia y lo agredieron a gritos de "maricón".