Con una marcha masiva en Jujuy y una muestra de fotos en Plaza de Mayo se recordaron ayer los 45 años del Apagón de Ledesma, cuando el Ejército, la Gendarmería y la policía provincial cortaron durante una semana las luces en ese departamento provincial para secuestrar en camionetas del propio ingenio a 400 obreros y estudiantes, de los cuales 33 continúan desaparecidos. Mientras la Cámara Federal de Casación Penal demora el envío de la causa en la que están imputados el empresario Carlos Blaquier y su ex administrador Alberto Lemos, hoy a las 18 continuará la conmemoración con un conversatorio que podrá verse en el canal de Youtube de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

“En Ledesma hay mucho temor pero la marcha fue multitudinaria”, destacó Ricardo Arédez, hijo de Olga Márquez, impulsora de Madres de Plaza de Mayo en Jujuy, y de Luis Arédez, el médico e intendente que pagó con su vida el haberle cobrado impuestos al ingenio azucarero. Con la bandera de Madres del departamento Ledesma a la cabeza, miles de militantes de organizaciones sociales y gremiales caminaron los diez kilómetros que van de Calilegua a Libertador General San Martín. “Impresionante columna de la Tupac Amaru en la Marcha del Apagón. No pudieron, no podrán. La Tupac sigue existiendo y resistiendo con Memoria Verdad y Justicia”, destacó Alejandro “Coco” Garfagnini, coordinador de la organización que lidera Milagro Sala, cuyas movilizaciones fueron claves para desbloquear la imputación contra Blaquier en 2014.

“Mucha gente acompañó desde el costado de la ruta. Eso es muy significativo porque después de fallo de la Corte (que con seis años de demora revocó las faltas de mérito de Blaquier & Lemos y ordenó avanzar en el juicio) los empleados de Ledesma temen perder su trabajo si la policía privada de Ledesma los detecta en la marcha –explicó Arédez–. Por eso la gente de los barrios humildes sale de sus casas y se queda al costado de la ruta”.

En Plaza de Mayo, en tanto, se expusieron fotos de las 37 ediciones anteriores de la Marcha del Apagón. Después, desde una pantalla, se recibieron testimonios y saludos de dirigentes históricos de organismos de derechos humanos como Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Taty Almeyda, María Adela Antokoletz, y también de Milagro Sala. Finalmente los presentes dieron dos vueltas alrededor de la Pirámide de Mayo al ritmo de la murga Los Verdes de Montserrat y con las consignas históricas de las marchas: “Juicio y Castigo”, “Cárcel a Blaquier” y “A donde vayan los iremos a buscar”.

Para hoy a las 18 está previsto el conversatorio del que participarán el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, la docente de la Cátedra Paz y Justicia, Ana González, Martina Montoya del Centro de Acción Popular Olga Márquez de Arédez (Capoma), Paloma Martínez, abogada de las causas de lesa humanidad en Jujuy, más Silvana Castro y Ricardo Arédez, testigos y víctimas de aquella Noche del Apagón cuando tenían apenas 16 años.

Pese al fallo de la Corte que dejó sin efecto la falta de mérito con la que Casación benefició en 2015 a Blaquier & Lemos, Arédez confiesa que tomó la novedad “con cautela” y “sin expectativas, porque no vemos en la justicia de este país que sean juzgados empresarios del tenor y el poder de Blaquier”. “Sabemos los alcances de la justicia injusta de la Argentina y pienso que no los van a tocar a ellos, van a esperar el tiempo biológico de Blaquier y así la causa se achicará más todavía”, reflexiona.

Sobre Lemos, el otro imputado, recuerda que en pleno terrorismo de Estado reconoció ante su madre la participación de la empresa en la ola de secuestros. “Con mi padre preso, mi madre le pidió una entrevista por medio del contador de Ledesma, que era un hombre muy distinto a ellos. En ese encuentro reconoció que a partir del 24 de marzo la empresa comisionó a las fuerzas conjuntas 40 móviles con 40 empleados para manejarlos. También dijo que mi padre le había hecho mucho daño a la empresa, primero como médico y después como intendente, por exigir que pagaran los impuestos al municipio”, recordó. Los represores que sí fueron juzgados y condenados “no aportaron nada y mantienen el pacto de silencio”, resaltó, y agregó que la mayoría goza de arresto domiciliario. “Ellos tienen la verdad que necesitamos. La historia los juzgará”.

Consultado sobre la repercusión del fallo en la dirigencia política de Jujuy, Arédez lamentó que “no le importa rescatar la memoria ni solucionar la deuda interna que hay con los familiares de desaparecidos de la provincia”. “No es un tema en la agenda de políticos, ya sean concejales, legisladores o diputados y senadores por la provincia. No les interesa enfrentarse en la búsqueda de la verdad con Ledesma, que es muy poderosa, posiblemente haya aportado dinero para sus campañas y condiciona a la democracia, al gobierno municipal y provincial desde hace muchos años”.