El gobierno alemán advirtió que, si continúan subiendo los casos de coronavirus, impondrán restricciones para aquellas personas que aún no estén vacunadas. Alemania lleva registrando un aumento de la incidencia de casos cada 100 mil habitantes desde hace dos semanas. La semana pasada la canciller Angela Merkel había manifestado su preocupación por el "crecimiento exponencial" de contagios, en especial debido a la progresión de la variante Delta, alentando a la población a vacunarse. Hasta el momento Alemania vacunó al 60,4 por ciento de su población con una dosis y al 48 por ciento con las dos, aunque el ritmo de inmunización se ralentizó en las últimas semanas. Cabe recordar que la vacunación en el país no es obligatoria.

Preocupación ante los no vacunados

En diálogo con el diario Bild am Sonntag, el jefe de Gabinete Helge Braun aseguró que "las personas vacunadas tendrán definitivamente más libertad que las no vacunadas". Braun señaló que, en caso de que sigan subiendo las infecciones, los no vacunados tendrán que volver a reducir sus contactos pese a la estrategia de testeos masivos que ha seguido Alemania en los últimos meses.

"Esto podría significar que la visita a lugares como restaurantes, cines y estadios ya no sería posible ni siquiera para las personas no vacunadas que se hayan sometido a pruebas, porque el riesgo es demasiado alto", indicó. Según el jefe de Gabinete, el país tiene el deber de proteger la salud de las personas, lo que incluye "un servicio sanitario que no tenga que volver a posponer las operaciones de cáncer y de articulaciones en invierno para tratar a los pacientes de covid".

Primeras críticas

La propuesta de Braun generó las reacciones negativas del socio menor de la coalición de gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD), e incluso del presidente de su propio partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), Armin Laschet.

"Hasta ahora ha regido el principio de que vacunados, personas con un test negativo y con certificado de haber superado la enfermedad tengan el mismo trato para acceder a determinados actos", dijo Laschet en una entrevista con la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF). "Ese principio es correcto. En un estado liberal no puede haber derechos solo para determinados grupos", agregó.

Por su parte el jefe del grupo parlamentario del SPD, Rolf Müntzenich, se declaró sorprendido por la propuesta y dijo que el centro de atención debería posarse en aquellas personas que quieren vacunarse pero no han podido hacerlo. "Con amenazas no cambiaremos la actitud de alguna gente ante las vacunas. Además, para darle un trato desigual a vacunados y personas con test negativo existen serios impedimentos constitucionales", agregó en declaraciones a medios del grupo RND.

Temor ante la variante Delta

La incidencia semanal del coronavirus en Alemania está actualmente en los 13,8 contagios cada 100 mil habitantes, según los últimos datos del Instituto Robert Koch de virología. Estos niveles están muy por debajo del pico, que se alcanzó en diciembre, con 196,7 casos semanales cada 100 mil habitantes. Por entonces quedó prácticamente paralizada la vida pública, situación se que prolongó hasta mayo cuando se procedió a una reapertura cautelosa.

Pese a que el nivel actual de incidencia es relativamente bajo, la tendencia al alza preocupa. "Si (la incidencia) sigue subiendo será difícil mantener los contagios fuera de los colegios", dijo este domingo Braun, quen llamó a padres de familia y a personal educativo a vacunarse "para reducir el peligro para los niños". También recomendó mantener el uso obligatorio de mascarillas en el aula y el transporte público.

Resistencia al pase sanitario

Por el momento, a diferencia de lo que ocurre en países como Francia o Italia, donde ya empieza a regir el pase sanitario, la población alemana puede ir a restaurantes, cines y recintos deportivos si están totalmente vacunados o pueden presentar un test negativo reciente. Si bien las encuestas revelan que la medida genera una gran aprobación, se registraron protestas masivas este fin de semana en Europa.

Con gritos de "Libertad, libertad", más de 160 mil personas protestaron contra el uso del pasaporte sanitario en numerosas actividades, la vacunación obligatoria para ciertas profesiones y las nuevas restricciones en ciudades como París o Lyon. Italia siguió el ejemplo británico y a partir del seis de agosto exigirá para acceder a espacios públicos cerrados el pasaporte sanitario, que disponen aquellos con inmunización completa o un test reciente negativo. Por eso miles de italianos se manifestaron contra la medida, en varias localidades desde Nápoles hasta Turín, con pancartas que incluían frases como: "¡Mejor morir libres que vivir como esclavos!".

Desde el inicio de la pandemia se registran en Alemania 3.763.018 casos confirmados de coronavirus y 92.001 muertos. Alemania registra una cifra de casos de covid más baja que la de sus vecinos europeos, pero en las últimas dos semanas el país ha experimentado un aumento causado por la variante Delta. Desde mediados de julio, el Instituto Robert Koch de vigilancia sanitaria detecta un promedio de mil casos por día.

"Tenemos un crecimiento exponencial de contagios. Esta dinámica me parece preocupante", dijo Angela Merkel días atrás en conferencia de prensa desde Berlín. "Debemos suponer que tendremos el doble de infecciones en menos de dos semanas", remarcó la canciller alemana.