La jueza Graciela Angulo de Quinn, que investiga el femicidio de Pilar Riesco, pidió que se investigue si una oficial de la Policía de la Ciudad cometió falso testimonio o encubrimiento para favorecer a Patricio Reynoso, el acusado de haber arrojado a Riesco por el balcón de un edificio de Nueva Pompeya en marzo de 2020. Antes de ser detenido, Reynoso afirmó que Riesco se había suicidado y la agente Romina Barcelona apoyó esa versión en su declaración testimonial. 

En esa declaración, Barcelona afirmó que se encontraba en la casa de su madre, ubicada frente al edificio de la calle Alagón 305, donde sucedieron los hechos, cuando escuchó a alguien gritar "a vos no te importa que yo esté en tu vida". La agente relató que luego vio a Riesco pasar "una pierna del lado de afuera y luego la otra, quedando de frente hacia el interior del departamento sujetándose con sus manos de la baranda". 

"Automáticamente giró lanzándose de frente hacia la vereda", detalló Barcelona en su relato, del que se deprende que Reynoso no habría tenido participación en el hecho. La agente dijo también que su pareja es amigo del imputado y recién en una segunda testimonial admitió que también ella es amiga de él desde hace "diez años". Ese dato aportado tardíamente se sumó a otros elementos que tuvo en cuenta la magistrada para solicitar que Barcelona sea investigada, entre ellos los surgidos de los análisis de las llamadas entrantes y salientes de su celular.

Al declarar por primera vez, la oficial de policía aportó como teléfono de contacto un celular terminado en 8249, que en su segunda exposición dijo que en realidad pertenecía a su pareja, Christian Acuña. Esa información es de sustancial importancia debido a que en el expediente consta que en la línea de Reynoso se registraron "quince llamados ocurridos entre las 16.58 y 17.55 horas, entre ellos, de la línea 8249".

Además, en los peritajes realizados en la baranda del balcón no se hallaron rastros dactilares que indiquen que Riesco se sujetó allí y se arrojó al vacío, tal como afirmaron el imputado y Barcelona. El relato del hecho realizado por Reynoso "ha quedado desvirtuado, o al menos cuestionado, frente a la incontrastable evidencia que dio cuenta de la ausencia de rastros dactilares en la superficie de la baranda del balcón de la que se habría tomado Riesco antes de caer al vacío", se indicó en el fallo de la Cámara de Apelaciones que en su momento ratificó la prisión preventiva del acusado.