La Municipalidad de Rosario, Banco Coinag y Construcciones Fundar firmaron ayer un acuerdo para la restauración integral de la casa que perteneció al importante artista rosarino Julio Vanzo, ubicada en Cochabamba 2010 (casi esquina Moreno).  Las entidades privadas aportarán los materiales y mano de obra para llevar a cabo la refacción edilicia del espacio, mientras que el municipio deberá hacerse cargo de la provisión de amoblamientos para el funcionamiento del emblemático inmueble que fuera donado a la Municipalidad en 2006. La restauración de la Casa Vanzo forma parte del plan de revitalización de espacios patrimoniales culturales de la ciudad.

El convenio fue rubricado por el intendente Pablo Javkin; Ángel Seggiaro, presidente de Construcciones Fundar y Hernán Sefusatti, presidente del directorio de la entidad crediticia. Tras la firma del convenio, el intendente dijo: "Hoy estamos en la Casa Vanzo, en la que se hará la restauración. Este fue el taller en el que trabajó el artista, es una donación que hizo la familia al municipio y que ahora va a estar remodelada gracias a un aporte importante de las empresas Fundar y el Banco Coinag, que va a permitir traer a la casa material que está en el Museo Castagnino, con la investigación de la obra de Vanzo, con un Centro Documental, así que creo que es el mejor destino que le podíamos dar a la Casa de Vanzo".

Y destacó "la relación de trabajo entre lo público y lo privado, que recoge una tradición muy linda que la ciudad tenía, en la que el propio sector privado dejaba su marca en el arte, en la cultura y en el urbanismo de la ciudad. Este es un buen ejemplo para rescatar este pedacito tan importante de la historia de Rosario".

Por su parte, Dante Taparelli, secretario de Cultura y Educación municipal añadió: "Creo profundamente en que empresas privadas exitosas puedan tener un matrimonio virtuoso entre los privado y lo público".

Raúl D’Amelio, director del Museo Castagnino+macro, aseguró: "Es una casa histórica en la que vivió Vanzo los últimos años de su vida. En el Museo tenemos mucho material del artista, no solo sus obras sino también instrumentos que utilizaba, y para nosotros este rescate es fundamental. Las obras no vienen solas sino que también con una gran cantidad de historia detrás. Esto es contar nuestra historia y se va a convertir en un lugar de documentación y contenido".

En base al acuerdo, el inmueble se convertirá en un espacio destinado al resguardo, investigación y difusión de los fondos documentales pertenecientes al Museo Castagnino+MACRO. Al inmueble ubicado en  Cochabamba 2010 se trasladará la Biblioteca del Museo Castagnino, lo que permitirá destinar un sector del edificio histórico ubicado en la intersección de bulevar Oroño y avenida Pellegrini para otros usos y, por otro lado, la programación de actividades públicas que pongan en diálogo los archivos que tendrán un nuevo destino con las prácticas artísticas más contemporáneas de nuestra ciudad. Las tareas se ejecutarán en un plazo de 100 días a partir del ingreso de los operarios.

La casa fue construida en 1942 por el arquitecto Ermete de Lorenzi con el objetivo de localizar allí su estudio. En 1945 De Lorenzi se instala definitivamente en Buenos Aires y la propiedad pasa a convertirse en el taller de su amigo Vanzo. María Antonia Manzanel, sobrina y heredera de Vanzo, falleció en 2006 y legó al estado municipal tanto el inmueble como los numerosos bienes patrimoniales que contenía, entre ellos, un importantísimo conjunto de obras de Vanzo así como piezas de su colección particular que pertenecen actualmente a la colección de Castagnino+macro. 

Además de su impresionante legado compuesto de pinturas, dibujos, grabados, murales e intervenciones arquitectónicas en edificios de la ciudad, Vanzo tuvo a lo largo de su vida un activo rol como dinamizador cultural: fue miembro de la Comisión Municipal de Bellas Artes, conformó jurados de salones, dictó conferencias y formó artistas.

Su vínculo con el Museo Castagnino fue estrecho y comprometido: se desempeñó como secretario de la dirección llevada adelante por Hilarión Hernández Larguía desde la inauguración de su sede actual en 1937 y hasta 1946. En este rol promovió los nuevos lenguajes artísticos, el desarrollo del modernismo y a los jóvenes artistas de la ciudad. Todas estas actuaciones de Vanzo se encuentran asentadas en los fondos documentales que pertenecen al Castagnino+macro. Es continuando esta conexión histórica, y considerando las particularidades edilicias del inmueble así como su vecindad al Castagnino, que entendemos la pertinencia de alojar en la Casa Vanzo esta nueva sede institucional dedicada a los fondos bibliográficos y documentales.