El ex presidente de Portugal y figura clave del socialismo en el retorno a la democracia de ese país, Jorge Sampaio, murió a los 81 años luego de estar dos semanas internado por problemas respiratorios. El gobierno portugués destacó su visión humanista de la política y declaró tres días de duelo nacional.

La muerte de quien fue un emblema de la democracia lusa tuvo lugar en la capital Lisboa y fue confirmada por su familia, que lo acompañó en los últimos días de una internación en que se agravaron las dolencias cardíacas con las que el exmandatario convivía desde hacía años.

Quién era Jorge Sampaio


Sampaio nació en Lisboa el 18 de septiembre 1939 y fue presidente de Portugal entre 1996, cuando ganó las elecciones en primera vuelta, y 2001, cuando fue reelecto para un segundo mandato de cinco años. Estos últimos años llegó a la cumbre de una carrera política que comenzó en los primeros años de la democracia portuguesa, en los años ‘70.

Luego fue enviado especial de Naciones Unidas para la Lucha contra la Tuberculosis y alto representante de la Alianza de las Civilizaciones. En los últimos años se dedicó a la Plataforma Global para los Estudiantes Sirios, que fundó en 2013 y todavía presidía.

"¿Qué le gustaría que aprendiesen las personas de su vida?", le preguntaron en una de sus últimas entrevistas. "La resiliencia –respondió-. Nunca desistir. Incluso si se está muy abajo. Se tiene siempre la esperanza de que al día siguiente se está ahí otra vez, que la noche no acabó con nosotros".

Repercusiones por la muerte de Sampaio

El gobierno portugués a cargo del primer ministro, el socialista António Costa, declaró tres días de luto mientras ultima con la familia de Sampaio los detalles del funeral. “Ejerció sus funciones con sentido cívico de militancia y la convicción" de que su trabajo era "una forma más de ejercer la ciudadanía", destacó el mandatario.

También fue recordado por su rival histórico, el conservador Marcelo Robelo de Sousa. “Demostró que se puede nacer privilegiado y convertir la vida hacia los no privilegiados, siempre luchando con serenidad", dijo y lo definió como "un gran señor de la democracia y un gran señor de la patria común".

Las reacciones a su muerte llegaron de todo el espectro político, que lo destacaron como una figura clave de los grandes acuerdos nacionales en Portugal. "Supo hacer puentes a la izquierda que permitieron proyectos nuevos en el país y que le convirtieron en alcalde de Lisboa y después en presidente de la República", dijo la coordinadora de Bloco de Esquerda, Catarina Martins.

Desde la derecha, el líder del conservador PSD, Rui Rio, también coincidió en reivindicar este origen político, pero también el "excelente" trato con Sampaio, de cuya vida pública hace un balance "excepcionalmente positivo".

Una historia de formación y militancia

Sampaio pasó parte de su infancia en el extranjero, entre Estados Unidos e Inglaterra, una experiencia que lo marcó, y que se interrumpió en la adolescencia, que transcurrió en Lisboa, donde también se licenció en Derecho en 1961.

Es en esta década cuando despierta su inquietud política, especialmente contestataria mientras fue estudiante y uno de los protagonistas de la crisis académica de oposición a la dictadura, contexto en el que participó en la creación del Movimiento de Acción Revolucionario, de izquierda radical.

Ya licenciado se involucró en la defensa y los presos políticos, y participó en movimientos de resistencia que apostaban por una alternativa democrática y con base socialista.

Se lanzaría a concretar esa visión tras la Revolución de los Claveles, el 25 de abril de 1974, que trajo la democracia a Portugal. Sampaio participó en la fundación del Movimiento de Izquierda Socialista (MES, por sus siglas en portugués), pero su presencia fue sin embargo efímera por desencuentros con su rumbo.

Entonces, su tono se fue moderando, y surgió su perfil de hombre de encuentro y de acuerdos, lo que lo conviertió en enlace entre las instituciones democráticas y el ala moderada del Movimiento de las Fuerzas Armadas, motor de la revolución.