Si bien todos en Juntos por el Cambio festejan la victoria, no todos la capitalizarán de la misma forma. La relación de fuerzas entre Horacio Rodriguez Larreta y Mauricio Macri dentro del PRO acaba de dar un vuelco:  los candidatos del jefe de Gobierno obtuvieron victorias en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires lo que ratifica la estrategia que Larreta llevó a fondo este año. En cambio, las pocas apuestas de Macri (Gustavo Santos en Córdoba, Federico Angelini en Santa Fe) resultaron derrotadas de forma estrepitosa. Eso no significa que el ex presidente dará un paso al costado -de hecho, hizo lo imposible por atribuirse la victoria-, pero es un dato que pesará en la relación. Y en el análisis del resto de los socios de quién es el padre de la victoria en 16 provincias. Es menos claro con los radicales, que sufrieron un duro golpe con la caída de Mario Negri y de Facundo Manes, aunque retienen un porcentaje del electorado que los hace necesarios. 

Un repaso sobre lo que implicó internamente la elección para los dirigentes de Juntos por el Cambio, uno por uno: 

Larreta. El jefe de Gobierno se jugó con una estrategia que implicaba cambiar de distrito no a una, sino a dos figuras. Enfrentó múltiples resistencias internas (Macri, Patricia Bullrich, Jorge Macri) y las fue desarmando una por una. Su éxito suponía un riesgo: María Eugenia Vidal y Diego Santilli eran sus candidatos. Compartía su destino, ya fuera bueno o malo. La victoria de la primera en la Ciudad (previsible), pero -sobre todo- los resultados del segundo en la provincia le dan a Larreta un lugar como el estratega que armó la jugada y metió el gol. El hecho de que le cambiaran el bunker para hablar de los resultados nacionales dice que los radicales no están tan dispuestos a reconocerle ese lugar, habida cuenta de las intenciones de Larreta de encabezar la boleta a presidente en 2023. El jefe de Gobierno, no obstante, queda revalidado para esa contienda.

Vidal. La ex gobernadora bonerense venía de una derrota muy dura en 2019 y esto le da aire para uno de dos objetivos: ser la sucesora de Larreta en la Ciudad o pelear la presidencia. Parte de su discurso dejó entrever que le interesa más esta última. Pese a la disperción de listas Vidal consiguió ser la candidata más votada en la elección porteña, si bien López Murphy le suma algunos votos. Sobre todo si se tiene en cuenta que Javier Milei se llevó un 13 por ciento y quedó como tercera fuerza en la Ciudad. La ex gobernadora también hizo una apuesta al ser candidata este año -por un tiempo, pensó en no presentarse- y consechó sus frutos. Sin embargo, la cantidad de bancas que pone en juego el espacio -con la sumatoria de votos del larretismo y Lousteau en 2017, cuando fueron por separado, y que supera el 60 por ciento- le pone a Vidal un objetivo muy ambicioso para noviembre.

Santilli. El ex vicejefe porteño esperaba una "derrota digna" (a menos de dos dígitos de diferencia de Victoria Tolosa paz) como principal objetivo para las PASO. Pese a sus pruritos lo habían convencido de ir a pelear en un distrito, donde Vidal terminó perdieron por 15 puntos. No estaba en sus espectativas ganarle, si bien lo hizo con la suma que le aportó Facundo Manes. Con este resultado, Santilli empieza el camino para intentar ser gobernador de la provincia de Buenos Aires. Es una mala noticia para Jorge Macri, que buscaba ese mismo cargo y ahora tiene un competidor. Pero una buena noticia para todo el resto, dado que el éxito de Vidal en 2019 fue fundamental para que Macri ganara.

Macri. Excluido del armado de las listas se suponía que Macri ponía poco en juego. Sorprendentemente, perdió en los pocos lugares en los que tuvo candidatos. Sobre todo, donde nombró un candidato y lo apoyó de forma pública fue en Córdoba: lugar al que, además, dijo que le gustaría mudarse. El ex mandatario va a tener que repensar sus planes. Su candidato Gustavo Santos mordió el polvo y junto con él una de las figuras del radicalismo y jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados Mario Negri. 

Esto también implica que ganó la lista que apoyó Patricia Bullrich en contra de Macri. Pequeñas venganzas por haberla dejado sin apoyo en la contienda porteña. Para, ella que dijo que podría sacar más votos que Vidal, no es una gran noticia el éxito de su contrincante. El ganador, Luis Juez, lo amonestó a Macri y dijo que a los cordobeces no les gusta que los porteños les digan a quien tienen que votar.

Macri también apoyaba a Federico Angelini en la interna en Santa Fe. Incluso viajó a respaldarlo y recibó criticas por eso de Carolina Losada (una de las ganadoras), que integraba otra de las listas y esperaba que el ex presidente se mantuviera neutral. Angelini quedó tercero en la interna. 

Macri jugó poco y perdió en todo. El hecho de que hayan necesitado su presencia en el final de la campaña, igual hace que busque compartir la victoria. De hecho, salió a festejarla como si fuera propia.

Manes. La primera vez que participó en una elección interna resultó ser una derrota para Manes. No obstante, consiguió más de un millón de votos, sin los cuales Santilli no hubiera resultado victorios en la provincia de Buenos Aires. Esto pone el radicalismo en un lugar complejo: no lograron superar al PRO, pero siguen siendo un socio necesario y que exigirá más derechos en la coalición.  No consiguieron su objetivo de cambiar la hegemonía con un shock pero seguirán exigiendo igualdad de condiciones. El golpe de la derrota de Negri en Córdoba también tendrá su peso en el balance interno que harán los distintos socios.

Ricardo López Murphy. Resurgido de las cenizas de elecciones presidenciales donde había llegado a un piso de votos mínimo, el ex ministro de Economía de la Alianza pasó a tener un rol insospechado para contener a los votantes que claramente apostaron a otras opciones de derecha, como Javier Milei o José Luis Espert. Eso le abre las puertas a pasa a formar parte de la cúpula de Juntos por el Cambio, un lugar insospechado desde que Macri consiguió eyectarlo del PRO, que habían fundado juntos, y del que quedó afuera y sin partido.