La Argentina se debe una planificación con debate. Esto es clave para el desarrollo económico en general y en particular para lo que se denomina la transición energética, que es el paso de la energía de origen fósil a la energía renovable. Este pasaje debe realizarse a partir de un equilibrio de fuentes, tecnologías e industria.

El país posee fuentes de gas suficientes para asegurar la electrificación total. Potenciar esa tecnología es la tarea actual. La industria también tiene la necesidad de contar con centenares de pymes que asistan a la resolución de un modelo energético social y ambiental amigable y técnicamente eficiente.

El panorama del poder adquisitivo de los ingresos populares obliga a contar con una industria energética pujante. Ello se consolida a partir de obras de infraestructura y asumiendo en forma plena un modelo de pensamiento nacional que sustituya al fracasado modelo neoliberal, que se base en un entramado productor público-privado al estilo de países europeos o el de la misma China, que adoptó pautas dadas por el Peronismo con los Planes quinquenales.

Vaca Muerta que requiere más pensamiento y alternativas a la mera extracción primaria, dado que ya sabemos que no podemos vivir solo de las vacas ni de la soja.

La ecuación del gas

El Gobierno baraja opciones para avanzar en una serie de obras de gas, entre ellas la repotenciación del gasoducto centro-oeste y otros tramos y ramales y alguna opción de conformar un nuevo gasoducto entre Tratayén y Salliqueló, que sería interesante que lo construya el Estado. 

La mayoría de las obras apuntan a tener más capacidad de evacuación de Vaca Muerta. Podrían aportar unos 10 millones de m3/día adicionales, en reemplazo de la importación de GNL en el periodo invernal. En invierno, el promedio un consumo de gas en el país es de 160 millones de m3/día, unos 40 millones de m3/día por encima del período estival, que es del orden de 120 millones de m3/día.

El salto de consumo se procuró resolverlo en este invierno del 2021 con la compra de 54 barcos metaneros de gas GNL importado de diversos lugares del mundo. Estos 54 barcos con GNL implican una importación a razón de una media de entre 40 y 50 millones de m3 de gas natural por barco unos 2700 Millones de m3, un 5,6 por ciento del consumo nacional. 

El problema es que ese gas importado demanda un monto de divisas para la economía nacional del orden de 970 millones de dólares, teniendo en cuenta un precio medio del gas del orden de los 10 U$S/MMBTU.

El gas importado es posible sustituirlo con creces con el gas local tanto del sur como del Comahue a un valor sustancialmente menor y en pesos. Esta sustitución con gas local posibilitaría un mejor precio para las industrias locales y para los hogares. De allí que en un marco de planeamiento energético tiene una prioridad la sustitución de los 40 millones de m3 de gas por día en el pico invernal. 

Una primera opción es colocar almacenajes de GNL. Bahía Blanca y Ensenada son lugares aptos para ubicar plantas de almacenaje porque la etapa de evaporación requieren cursos de agua importantes. 

En Ensenada se puede pensar en varios tanques criogénicos de grandes estructuras para almacenar hasta 200 millones de m3 cada uno. Allí está la planta de Tandanor, una empresa nacional con capacidades tecnológicas e industriales aptas para construirlos. También allí es posible planificar la construcción de barcos metaneros de indudable uso en el futuro.

Con estas plantas de almacenaje de gas natural licuado es posible recrear el autoabastecimiento del gas natural en el país. Poseer grados de seguridad en el suministro y autonomía para encarar obras que posibiliten tener un rol soberano en el sistema integrado de gas.

Actualmente, las industrias y los usuarios de gas pagan en el período invernal en promedio valores similares o más altos a lo que pagan países netamente importadores, a pesar de poseer recursos abundantes. Tanto el gobierno como los organismos reguladores deben poner una poderosa luz amarilla ante tamaño drenaje de divisas. No hay país sin planificación y no hay planificación sin debate.

* Integrante del IESO- Instituto de Energía Scalabrini Ortiz y Miembro del Grupo Bolívar.