Los cuestionamientos que recibió la FIFA por sus últimas decisiones, sobre todo por la destitución de los jefes del Comité de Etica, motivó ayer que el presidente de la entidad, Gianni Infantino, reaccionara con vehemencia y atribuyera esas acusaciones a la utilización de fake news (noticias falsas). Durante el Congreso del ente rector del fútbol mundial que finalizó ayer en Manama, la capital de Bahrein, Infantino fue muy duro con sus críticos y hasta utilizó palabras del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para defenderse de las críticas que recibe su gestión.

“Están circulando muchas ‘fake news’ y hechos alternativos sobre la FIFA. Golpear a la FIFA se convirtió en deporte nacional en algunos países”, afirmó el suizo ante los miembros de la entidad. Los últimos “golpes” que recibió Infantino y la gestión de la FIFA, tienen que ver con la destitución el martes último de los jefes del Comité de Etica, el suizo Cornel Borbely y el alemán Hans-Joachim Eckert, que serán reemplazados por la colombiana María Claudia Rojas y el griego Vassilios Skouris, de acuerdo a la elección realizada ayer en el Congreso de la entidad.

Ante esa situación, Infantino fue contundente. “La FIFA no es un club suizo-alemán. Todas las regiones deben estar representadas”, remarcó en su discurso en alemán. “La nueva FIFA es una democracia, no una dictadura”, añadió el jefe del fútbol mundial, que agregó que no aceptará consejos de ex dirigentes sobre la forma de gobernar bien la entidad, ya que todos ellos han fracasado en sus gestiones.

La vehemente reacción de Infantino tuvo rápidas consecuencias. El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Reinhard Grindel, cuestionó la manera en que la FIFA manejó los nombramientos de Rojas y Skouris. Grindel afirmó que la lista de candidatos debería haber estado disponible con mayor anticipación, ya que los nombres de los candidatos no se conocieron hasta el martes en la reunión del Consejo.