Según el Registro Provincial de Femicidios de Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana), en Salta se contabilizaron 18 intentos de femicidios en lo que va del 2021. El dato se suma a los 10 femicidios que registraron, y a 2 casos que aún son investigados, en Rosario de la Frontera y Cafayate, por considerarse muertes violentas de mujeres. 

Es por eso que desde Mumalá, no sólo llaman al pedido de justicia por los femicidios ocurridos en la provincia: 6, en Capital y 4, en el interior; sino que ponen el alerta en los que no llegaron a concretarse. Los datos fueron recolectados de acuerdo a la información vertida en los distintos medios de comunicación local. 

Las cifras en relación a los intentos de femicidios encienden las alarmas en los diferentes movimientos feministas porque "dan cuenta de cómo se incrementó la violencia de género" en la provincia, aseguró la referente de Mumalá en Salta, Malvina Gareca. Quien recordó que el año pasado, en plena pandemia y con reiterados períodos de Aislamiento Social (ASPO); la provincia registró 54 intentos de femicidios. 

Por ello, Gareca denunció que "en la actualidad tenemos una situación de violencia agravada", sumado a los asesinatos ya cometidos y que representan la situación de violencia extrema contras las mujeres y las distinas identidades de género. El último femicidio en Salta, ocurrió el 1 de octubre en la localidad de Tartagal. 

En ese sentido, la militante feminista señaló que es preciso poner el análisis en el vínculo que las víctimas tenían con sus agresores para poder establecer mejores resoluciones en favor de ellas. En el caso de los intentos de femicidios, el 100% de ellos, fueron cometidos por parejas (9) o ex parejas (9). De ese número, se supo que 8 casos ya contaban con denuncias previas por violencia de género, y 2, tenían una orden restricción perimetral que fue violada.

En referencia al lugar donde se llevaron adelante los ataques hacia las mujeres, se registró que 4, fueron en la vivienda de la víctima; 3, en la del agresor; y 4, en un hogar compartido. Mientras que 5, sucedieron en la vía pública; uno, en un descampado; y el último, se desconoce. Por lo que el 60% de los hechos se produjeron en el ámbito privado de la víctima y del agresor. 

Por el lado de los femicidios, de los 10 contabilizados, 8 de ellos fueron perpetrados por sus ex parejas, y uno, por su entonces pareja. Mientras que en el décimo caso, el femicidio de Macarena Blanco (5/3), se estima que fue cometido por desconocidos. 

Gareca sostuvo que los datos sobre los femicidios superan la media nacional, dejando en vista que la violencia ejercida se da principalmente en el ámbito doméstico. Es allí donde se percibe un crecimiento de la violencia debido a la relación directa que se mantiene con el agresor y que dicha relación, es sostenida por parámetros culturales, que históricamente colocan al hombre en una situación de dominación hacia la mujer. 

En relación a los dos casos de investigación, el de Daniela Andrade (16/3) y el de Fabiola Echenique (17/3), son tenidos en cuenta por considerarse muertes violentas. No se deja de lado también que ciertas hipótesis también afectan al entorno íntimo de las víctimas. En el primer caso, la primer hipótesis apunta al cáncer de mama que tenía Andrade, pero también se sospecha de una violación grupal donde habría participado su pareja, y habría agravado el estado de salud de la mujer. 

Mientras que Echenique, fue hallada muerta en su casa y aún se mantiene la hipótesis principal de muerte por suicidio. Sin embargo, un mes antes la mujer había denunciado por violencia de género a su ex pareja, a quién se le dictó una perimetral, pero justamente fue quien dio aviso a la policía de la muerte por encontrarse en el lugar. 

El actual y lamentable contexto donde se ubica Salta, también es favorecido por una "una Justicia lenta", según Gareca, por lo que debe existir una urgente revisión de las herramientas de prevención y cuidado a las mujeres que han denunciado violencia de género. Esto con el propósito de "realmente hacerlas sentir cuidadas". 

"Nos parece sumamante importante que se puedan reforzar las políticas públicas", puntualizando que una acción concreta de ello, sería el incremento de recursos humanos que trabajen en la conscientización, la contención y el asesoramiento en violencia de género en los distintos estamentos del Estado. ¿El objetivo? Lograr un acompañamiento integral a las mujeres. 

Cambiar la visión judicial

Por su parte, la fiscala penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, dijo que los datos arrojados por el registro son preocupantes porque los números "van en aumento" y además, no se visualizan políticas efectivas en relación a la visibilización de la violencias por motivos de género. "Tenemos que contar lo que es la violencia, que no se trata sólo de la física o verbal, sino también de la institucional, sexual y económica", señaló. 

Aseguró que los intentos de femicidios tiene que ver con la conocida espiral de violencia donde las relaciones han normalizado la violencias, o muchas mujeres no cuentan con las herramientas para comprender el contexto que atraviesan. "Se normaliza la violencia sobre todo en estos ámbitos de relación interpersonal y afectivos", agregó. 

Por eso aseguró que la totalidad de los operadores del sistema judicial "tenemos que empezar a cambiar la visión", ya que las actuales decisiones judiciales siguen estando sólo en las propias víctimas. "Se las dan todas a las víctimas y no se trata al agresor", cuestionó. Un claro ejemplo de ello, es que casi la totalidad de las medidas de consignas policiales son puestas en las mujeres y no en los agresores. 

Para los movimientos feministas, esta acción representa una revictimización constante hacia las mujeres, que además, ven coartada su libertad de circulación debido al juicio moral y social que prima cuando ven la presencia de un efectivo policial. Se conoce que en Salta existen casi 500 consignas judiciales fijas por casos de violencia de género y que todas están asignadas a mujeres. 

"Si no ponemos el foco en el agresor para proteger a las víctimas, muy difícilmente podamos cambiar", denunció la fiscala. Precisamente el Senado de la provincia aprobó el proyecto que otorga a los jueces la alternativa de ordenar una consigna policial a los hombres que ejercen violencia de género. Si bien la Cámara Baja ya lo había aprobado, el Senado lo devolvió con modificaciones, pero las proyecciones indican su pronta aprobación. 

En ese sentido, la fiscala también destacó el sistema de denuncias web del Ministerio Público Fiscal (MPF), que brinda a las mujeres la posibilidad de radicar denuncias sin la necesidad de asistir a las comisarías. Indicó que todas las medidas adoptadas desde el sistema judicial deben ser pensadas y con la clara intención de resguardar la integridad de cada una de las mujeres que sufren violencia de género. 

La ESI como base fundamental 

La fiscala Simesen de Bielke, también dijo que una acción concreta de cambio tiene que darse de la mano de la educación, ya que permitirá un mayor involucramiento por parte de toda la sociedad. 

En ese sentido, y a 15 años de la sanción de la Ley Nacional N° 26.150, de Educación Sexual Integral, la fiscala afirmó que la ESI es "una herramienta básica y fundamental" para la visibilización de las violencias en todos los ámbitos. "En especial en las escuelas", donde los niños y niñas comprenden e identifican situaciones de abusos. 

En la misma línea también habló Gareca, quien dijo que las primeras relaciones de noviazgo muestran de antemano situaciones donde prima el control, y generan hechos de celos o manipulación, mayormente sobre las mujeres. "Desde ese momento vemos que se van incrementando y se van volviendo relaciones violentas", detalló. 

Aseguró que son alarmas que hay que tener en cuenta, lo que obliga  a que se refuerce un trabajo desde la educación. "No es una capricho la implementación de la ESI porque nos abre la posibilidad de construir relaciones sanas y llegar a una mayor cantidad de personas", dijo a Salta/12, la referente de Mumalá. 

Por eso manfiestó que es preciso seguir trabajando en la implementación plena, ya que con la pandemia, también se evidenció que "no ha sido una realidad y no se ha podido avanzar" en el recorrido que se venían haciendo. "Tenemos que retomar los caminos de la ESI porque nos permiten abordar los conceptos de igualdad" en cada persona. 

Otra de las acciones concretas, que planteó Simesen de Bielke, es que se tiene que empezar a deconstruir las masculinidades impuestas por el sistema patriarcal donde las mujeres fueron colocadas en "niveles inferiores" al hombre. Esto los posiciona como única autoridad a pesar que la realidad demuestra que en su mayoría, son las mujeres quienes sostienen los hogares. 

"Necesitamos que la gente tome consciencia de que no es una lucha sólo de las mujeres, sino que es a favor de toda la sociedad", expresó. Por lo que también pidió que exista una mayor acompañamiento por parte de los hombres y de cada uno de los sectores sociales porque "sino estamos perdidos y no vamos a lograr resultados a largo plazo", precisó.