Charly García es, sin duda, el Maradona del rock. Tiene otras vinculaciones con el fútbol, claro. Fue hincha de San Lorenzo en su infancia pero ya de adolescente, tal vez para diferenciarse de su padre cuervo, se hizo para siempre fanático de River: “Me gustó la camiseta, esos colores son alucinantes. Y porque cuando lo empecé a ver, en los ‘60, era un equipazo con Ermindo y Daniel Onega, Amadeo Carrizo y Pinino Más”, contó alguna vez. Al no tener un mango en aquellos años entraba a la cancha cuando abrían las puertas en el segundo tiempo. Y seguramente por eso se salvó en el ‘68 de aquella lamentable tragedia de la Puerta 12: "Fue uno de los episodios más trágicos que viví. Con mis amigos entramos en el segundo tiempo y desembocamos derechito en la Puerta 12. Ahí nos dimos cuenta de que estábamos en medio de la hinchada de Boca, así que nos fuimos a la mierda. Caímos en la tribuna de River y por eso me salvé. Si no, estaba en el matadero", relató.

Ya consagrado construyó una gran hermandad con Maradona-al que podríamos llamar “El Charly García del Rock”- incluso invitado por éste fue a la Bombonera y terminó ovacionado por la propia hinchada xeneize. Tras la muerte de. Diego, Charly escribió una sentida “Carta al Diez”, donde le decía que siempre le alucinó su humildad y su capacidad de ver las jugadas antes que todos.

De fanáticos que somos de este genio del bigote bicolor, autor de la banda sonora de nuestra vida, en Peligro de Wolf nos gustaría involucrarlo un poco más con el fútbol y tal vez, pecando de un exceso de imaginación, lo soñamos jugador de fútbol y -ya que estamos- lo pensamos compañero de Messi en la Selección. Qué lujo hubiera sido verlos haciendo paredes a los dos. “Detrás de las paredes que ayer se han levantado te ruego que respires todavía...” cantaría entonces con su clásico brazalete de “Say No More” en un brazo. Aprovechando esta fantasía evocativa, nos metemos a preguntarle a Charly, ¿cómo se veía jugando junto a Messi?

-Cada cual tiene un trip en el bocho. Difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo”.

-¿De verdad, Charly? te imaginábamos jugando.

-Estoy verde, no me dejan salir… Estoy verde…No puedo largar…No puedo salir…

- ¿Verde para jugar? ¿Qué pasó la última vez que jugaste a la pelota?

-Yo estaba en un club, no había casi luz… Fui a dar a la calle de un puntapié y me sentí muy mal.

-¿Te echaron por madera o por lesión?

-Calambres en el alma..

-Ajá…¿Y qué pasó con tus ilusiones de jugar al fútbol?

-Se fueron desvaneciendo, como pompas de jabón…

-Entendimos, Charly, te dejamos en paz. ¿Un consejo final para ser un crack en el fútbol y en la vida?

-Y si vas a la derecha y cambiás hacia la izquierda, ¡adelante! Es mejor que estarse quieto. Es mejor que ser un vigilante…

-Gracias por dejarnos soñar con vos. Y felices 70 años...

-Say no more.