El periodo entre enero y septiembre de 2021 es el séptimo más cálido y el octavo más seco de los últimos 60 años en Argentina, según los datos presentados este miércoles por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ante la Mesa Ampliada del Gabinete Nacional de Cambio Climático. Durante el encuentro, las autoridades nacionales ratificaron que Argentina presentará ante la ONU una actualización de su compromiso de reducción de emisiones de carbono.

La información fue presentada a través de una videoconferencia de la que participaron organizaciones sociales, universidades, instituciones y gobiernos locales para abordar la participación de Argentina en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (Cop26), que comienza este domingo en la ciudad escocesa de Glasgow.

La directora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Celeste Saulo, informó que “con los datos recabados hasta septiembre, el 2021 se ubica como el séptimo más cálido y el octavo más seco desde 1961, además se registraron tres olas de calor y tres olas de frío muy intensas”.

“En lo que va del año los mayores aumentos de temperatura se registraron en la Patagonia, mientras que la cuenca del Paraná presenta la bajante más extrema desde 1944 y la zona cordillerana atraviesa una importante sequía”, detalló.

“El 22 de enero la ciudad rionegrina de Cipolletti marcó una máxima de 43,8 grados y hubo localidades que sufrieron olas de calor de hasta ocho días consecutivos, mientras que el 15 de junio la ciudad rionegrina de Maquinchao registró una mínima de 15,3 grados bajo cero y un día después hubo nevadas inusuales en Córdoba y San Luis; este año también hubo olas de frío en provincias como Chaco o Formosa”, ejemplificó.

La funcionaria añadió que “la cuenca del Paraná presenta en estos momentos una situación de sequía extrema o excepcional en el 64 por ciento de su extensión, y en un año seco también se vivieron lluvias extraordinarias como la que afectó a la localidad bonaerense de Dolores, donde en un solo día cayeron 276 mm que es lo que en ese lugar llueve en tres meses”.

Saulo apuntó que “venimos de un invierno seco y sin nevadas y en la comparación interanual se registran aumentos de las concentraciones de dióxido de carbono y metano en la atmósfera; también se manifiesta una evolución del agujero de ozono en un año en que 5 de las 6 bases permanentes que Argentina tiene en su territorio antártico marcaron temperaturas sobre cero”.

Este escenario no se reduce a la Argentina puesto que “a nivel global la temperatura de enero a septiembre fue la más alta desde 1880, mientras que la temperatura de septiembre fue la más alta desde 1880”, precisó la especialista.

En ese mismo sentido, el secretario de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente, Rodrigo Rodríguez Tornquist, afirmó que “la evidencia científica sobre el impacto del cambio climático aceleró la discusión política en todo el mundo, y creemos importante sostener que frente a este desafío todos los países tenemos responsabilidades comunes pero diferenciadas”.

Por su parte, la directora Nacional de Cambio Climático, Florencia Mitchell, afirmó que “la estrategia argentina para abordar esta problemática está basada en la transición energética; el transporte sustentable; la gestión de agricultura, ganadería, pesca y bosques; la conservación de ecosistemas y recursos naturales; y la transición productiva”.

El presidente Alberto Fernández ya había adelantado en abril de este año la voluntad de Argentina para aumentar su compromiso respecto del anuncio de 2020, en el que proponía reducir sus emisiones para 2030 a 358,8 megatoneladas de dióxido de carbono, y establecer un nuevo objetivo de 349,16 megatoneladas en ese plazo.