El juez de garantías de Bariloche, Víctor Gangarrossa, dispuso ayer la prisión preventiva de los dos acusados de asesinar al joven mapuche Elías Garay el domingo pasado en el paraje Cuesta del Ternero, en Río Negro. Martín Cruz Feilberg y Diego Alejandro Ravasio están imputados por el homicidio agravado de Garay, de 29 años, y la tentativa de homicidio de Gonzalo Cabrera, de 26, quien recibió tres tiros en el abdomen, y también por “evasión, fuga y entorpecimiento de la investigación”, ya que huyeron a otra provincia, Chubut, y antes pintaron la patente del auto de Feilberg para no ser identificados.

El asesinato de Garay se produjo en un campo en litigio entre la Lof mapuche Quemquemtrew, que reclama sus territorios ancestrales y el 18 de septiembre había anunciado la recuperación del predio, y el empresario forestal Rolando Enrique Rocco, que tenía un permiso para forestar con pino y había denunciado a la comunidad por usurpación. En los días previos las mujeres habían denunciado por hostigamiento y provocaciones a miembros de la Policía de Río Negro, que en línea con el gobierno provincial de Arabela Carreras y por orden judicial garantizaban la prohibición de ingresar alimentos y abrigos, y en teoría impedían la circulación a toda persona que no tuviera permiso judicial.

Según la reconstrucción realizada por la Fiscalía de El Bolsón, a cargo de Francisco Arrien, el domingo entre las tres y las cuatro de la tarde Feilberg y Ravasio, “en acuerdo de voluntades y convergencia intencional” ingresaron al predio del paraje Cuesta del Ternero “portando dos armas de fuego, ambas de la familia calibre 22”. “Al ser interceptados por algunos miembros de la comunidad, dispararon con intenciones de darle muerte a Gonzalo Fabián Cabrera, produciéndole dos heridas de arma de fuego en la región epigástrica, y a Pedro Elías Garay, produciéndole una herida de arma de fuego que le perforó de izquierda a derecha su tórax, lesionando la aorta, la vena cava y ambos pulmones, provocando una hemorragia interna que desencadenó en un shock hipovolémico que ocasionó finalmente su muerte”. El fiscal Arrien agregó que “inmediatamente después de estas acciones, huyeron del lugar”.

Durante los cuatro días de investigación preliminar se recolectaron diversas pruebas, que incluyen la declaración de la víctima que salvó su vida –tomada en el Hospital Zonal Bariloche–, la de la pareja de Garay, que estaba presente al momento del asesinato, y testimoniales de una veintena de personas, entre ellos agentes de la policía (tanto de Río Negro como de Chubut), personal del Hospital de El Bolsón y vecinos.

La fiscala en jefe Betiana Cendón fue quien solicitó la prisión preventiva de los dos acusados, detenidos el jueves en Chubut, por considerar que existen “elementos de convicción suficientes para sustentarla”. Los dos hombres “se fueron, no pidieron ayuda” tras el asesinato, recordó. “La intención era fugarse, no tenían miedo. Las chapas patentes del auto utilizado estaban tapadas con pintura para no ser identificadas y estuvieron cinco días sin presentarse a realizar ninguna exposición en ninguna comisaría”, enfatizó. Concluyó que “la evasión y la fuga están acreditadas”.

En cuanto al entorpecimiento de la investigación, reiteró la adulteración de las chapas del vehículo y destacó que hay elementos importantes como un dron de la policía y el arma homicida “que no aparecen”. Recordó que además “se fueron de la provincia” tras el crimen. “Hay una sola persona atemorizada y es el hombre que se encuentra en el hospital con dos disparos en la boca del estómago y una mujer que vio como mataban a su pareja”, finalizó Cendón.

La querella ejercida por los abogados Andrea Raile y Ezequiel Palavecino adhirió a los pedidos y a los argumentos de la acusación pública. Finalmente, el juez Gangarrossa tuvo por formulados los cargos y dispuso la apertura de la investigación penal preparatoria. Destacó que “existen elementos suficientes para considerar que se produjo un hecho y que las personas pueden haber participado en él” y dispuso la prisión preventiva de ambos imputados porque “existe peligro de fuga y ha existido entorpecimiento de la investigación”.