El abogado de la familia de Lucas, el adolescente que fue asesinado en el barrio porteño de Barracas por policías de la Ciudad cuando volvía de entrenar, denunció que según los resultados preliminares de la autopsia el joven habría sido torturado por los efectivos. Los médicos forenses encontraron lesiones compatibles con quemaduras de cigarrillo, algo que había notado la mamá de Lucas cuando tuvo que reconocer el cuerpo.

"Tremendo hallazgo que los padres manifestaron en su testimonial. Lucas fue torturado. Le quemaron un cigarrillo en la mano. Cuando la madre lo contaba los fiscales quisieron dejarlo escrito. Tanto (el fiscal Andrés) Heim como (el fiscal Leonel Gómez) Barbella. Ahora ese testimonio cobra valor con el resultado de la autopsia", escribió Gregorio Dalbón, que representa a la familia, en su cuenta de Twitter, donde compartió parte del informe forense.

Los investigadores del crimen creen que los Policías de la Ciudad acusados del ataque quemaron al joven con un cigarrillo en una mano. 

De acuerdo con el resultado del informe forense, esa quemadura que el adolescente tenía habría sido realizada cerca del momento en que fue baleado, por lo que la principal hipótesis es que fueron los policías los responsables. "Es una forma de tortura", resaltó Dalbón, quien consideró que ese agravante va a llevar a los acusados a permanecer "50 años" en prisión, ya que se trata de un "caso de odio".

Dalbón dijo que en total "van a ser doce (policías) detenidos", ya que "faltan tres más". "Paso a paso vamos viendo cada análisis y cada policía que declara está involucrando a otro. Se están poniendo muy nerviosos. Los de la brigada que mató a Lucas no son los mismos que vinieron a la tarde y trataron de ponerle el arma, encubrir y armar toda la parafernalia para que estos menores terminen siendo sindicados como delincuentes", dijo el letrado en declaraciones formuladas esta mañana a Radio 10.

Al respecto, Dalbón manifestó que algunos de los acusados -por el momento tres efectivos imputados por el homicidio y seis por el encubrimiento- "han nombrado a otro comisario que estuvo por la tarde en el lugar del hecho".

Cómo sigue la causa

Este martes está prevista la declaración indagatoria de la oficial Lorena Miño, la última en ser detenida ayer luego de que se entregara ante la Justicia tras permanecer el fin de semana prófuga, añadieron las fuentes.

Para el miércoles se espera que los amigos de Lucas, los padres de los cuatro chicos y testigos participen de la reconstrucción del hecho requerida por el fiscal Gómez Barbella y dispuesta por el juez de Instrucción Martín Del Viso, que se realizará a las 9.30 en el mismo sitio del barrio de Barracas donde los jóvenes fueron interceptados por la policía y luego atacados a tiros.

De la diligencia, que será filmada y debidamente documentada, no participarán los acusados para preservar a las víctimas, añadieron las fuentes.

El día que mataron a Lucas

El crimen sucedió el 17 de noviembre cerca de las 9.30, cuando Lucas y sus tres amigos, todos de 17 años, salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo de un Volkswagen Suran azul. Cuando se detuvieron a comprar jugos en un kiosco fueron abordados por un Nissan Tiida de la Brigada de la Comuna 4 de a Policía de la Ciudad, con tres efectivos que bajaron y, sin identificarse, los abordaron con armas.

Los jóvenes, al creer que iban a ser asaltados, aceleraron para huir y los policías, luego identificados como Juan José Nieva, Fabian Andrés López y Gabriel Alejandro Issasi les dispararon.

Lucas recibió un tiro en la cabeza que le provocó la muerte poco después en el hospital El Cruce, de Florencio Varela, mientras que sus amigos fueron inicialmente detenidos como si fueran delincuentes, aunque al día siguiente fueron liberados.

Los tres policías fueron detenidos e imputados de homicidio agravado.  Con el correr de los días se sumaron a ellos otros seis efectivos a quienes se los señala como quienes encubrieron la escena y "plantaron" una réplica de arma en el auto de los adolescentes para hacerlos pasar como sospechosos y justificar la persecución y ataque policial.

Esos imputados, además de Miño, son el comisario Juan Romero, el subcomisario Roberto Inca -ambos a cargo de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 4-; el comisario Fabián Du Santos, el principal Héctor Cuevas y la oficial Micaela Fariña, de la Comisaría Vecinal 4D de la Policía de la Ciudad.