El presidente Alberto Fernández prorrogó por seis meses más la intervención de Cristina Caamaño al frente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Según los lineamientos establecidos en el decreto publicado en el Boletín Oficial, la exfiscal deberá trabajar en la transparencia del organismo, la profesionalización de los agentes y en las relaciones de cooperación con otros servicios de inteligencia. Caamaño tendrá que continuar con el relevamiento de los archivos hallados en la exSIDE y que pueden echar luz al proceso de verdad y justicia.

Caamaño llegó a la AFI diez días después de la asunción de Fernández. El foco de los primeros meses de la intervención estuvo puesto en romper la histórica vinculación entre los servicios y el Poder Judicial y en detectar las irregularidades de la gestión Cambiemos en materia de inteligencia. Caamaño denunció no solo casos de administración fraudulenta, sino distintos hechos asociados al espionaje político: la vigilancia sobre Cristina Fernández de Kirchner en el Instituto Patria, intrusión en correos electrónicos, tareas de inteligencia ilegales durante las cumbres de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el G20 y los seguimientos a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan. Por este hecho, el expresidente Mauricio Macri terminó procesado el miércoles pasado.

La nueva etapa de la intervención deberá estar marcada por la regularización patrimonial de la Agencia. Esto quiere decir que deben inventariarse todos los bienes que están en poder de la exSIDE. Durante 2020, Caamaño había denunciado, por ejemplo, que la gestión de Gustavo Arribas vendió entre los propios agentes las armas que estaban destinadas al organismo.

El Presidente, además, le asignó la misión de modernizar la agencia y de dotarla de la tecnología necesaria para llevar adelante la labor. Fernández también le encomendó la profesionalización de los agentes, algo que, según lo que surge en las causas judiciales es un déficit histórico. En distintos expedientes aparecieron ejemplos tragicómicos como que un espía que declaró por el espionaje en el Instituto Patria dijo que era de profesión bailarín cuando le consultaron por su formación. En Lomas de Zamora también algunos de los integrantes del grupo conocido como Súper Mario Bros– conformado mayoritariamente por policías de la Ciudad que fueron en comisión a la AFI– relataron que no habían pasado por la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI). El exjefe de la base Mar del Plata –desde donde se hizo el espionaje a los familiares del ARA San Juan– despotricó también en el juzgado de Dolores porque no le dieron el ascenso que le correspondía porque no había terminado la secundaria.

Caamaño tendrá que continuar avanzando con el análisis de los documentos que aparecieron en la AFI referidos a los años del terrorismo de Estado y a los primeros meses del retorno democrático. En los últimos meses, la Agencia anunció que trabajaba en el relevamiento junto con el Archivo Nacional de la Memoria (ANM), el Archivo General de la Nación y organizaciones de derechos humanos. La próxima etapa parece orientada a darle dinamismo a la digitalización de ese material que incluye, entre otros, fichas y legajos.

Durante 2020, Caamaño trabajó junto con un consejo consultivo de expertos y expertas para la reforma de la Ley de Inteligencia, aunque el tema aún no fue puesto en agenda. Los principales lineamientos de los borradores estaban centrados en desarticular el rol de los espías como auxiliares de la justicia, la reducción al mínimo de los fondos reservados, la transparencia y el énfasis en la inteligencia estratégica. El pliego de la exfiscal para ser nombrada como directora general de la AFI está en el Senado, pero no llegó a ser tratado.

En el macrismo le apuntan a Caamaño por las denuncias contra la gestión Arribas y particularmente por responsabilizar a Macri por los desmanejos y delitos que detectó en la AFI. Macri incluso llegó a pedir que declarara en la causa del espionaje al ARA San Juan para ratificar la denuncia que había presentado el 23 de septiembre del año pasado, dando a entender que podía no ser fidedigna. Desde Juntos por el Cambio impulsaron una denuncia por la filtración de una copia de un libro de actas que se produjo cuando la justicia federal de Lomas de Zamora investigaba el espionaje en el Instituto Patria. Caamaño fue indagada por la jueza María Servini, quien le terminó dictando una falta de mérito.