Un derrame de petróleo de gran dimensión ocurrió el viernes a las 11.45 en la estación de bombeo de la empresa Oleoductos del Valle (Oldeval) ubicada en la localidad de Medanitos, Río Negro, donde 20 camiones especiales trabajaron para controlar el desastre. La Brigada de Control Ambiental (BCA) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible viajó al lugar para evaluar la magnitud del petróleo vertido al ambiente y los motivos, que para la empresa "aún están siendo investigados". 

Desde el sector petrólero se reconoció, apenas comenzaron a circular los videos por las redes sociales, que se estaba frente al derrame más grande de los últimos diez años. La empresa Oldeval cuenta con la concesión de oleoductos desde principios de la década del '90 y es la más grande transportadara desde la Cuenca Neuquina hacia las refinadores del sur bonaerense. 

La avería en el oleoducto se verificó entre las estaciones de bombeo Medanito y Crucero Catriel, que une la cuenca con Puerto Rosales, en el sur de la provincia de Buenos Aires y desde allí se dirige a las refinerías. Medanito es la principal zona productiva de Río Negro, pero además, el incidente ocurrió en un sector en donde el sistema ya cuenta con el petróleo que se inyecta desde los yacimientos neuquinos, incluyendo los de Vaca Muerta.

"Se busca evaluar el daño ocasionado y garantizar el ejercicio del control frente a la emergencia ambiental en la zona donde ocurrió el siniestro de hidrocarburos",  indicó la cartera encabezada por el ministro Juan Cabandié en un comunicado y se agregó: "Estamos a la espera del informe de nuestros inspectores para conocer el daño ocasionado por el derrame", resaltó el funcionario.


Pedido de caución ambiental 

La empresa sostuvo el sábado que el derrame había sido contenido, 24 horas después de que se reconoció la pérdida, e indica que ahora "se abocan a remediar la zona afectada". En ese sentido, el Ministerio de Ambiente exigió a la empresa responsable la presentación del seguro de caución ambiental. 

El secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky, expresó que "el seguro ambiental obligatorio que la empresa debe tener para poder aventar una situación de riesgo de estas características para proteger a las y los ciudadanos y al Estado de un desastre ambiental", bajo el amparo del artículo 22 de la Ley General del Ambiente. 

"La presentación del seguro es para que el pasivo no recaiga sobre nosotros, sino para que se haga cargo la empresa que fue responsable del incidente", confió Federovisky. 

Una larga historia de derrames 

En 2012, cuando el Estado recuperaba el control sobre YPF, se conoció un fallo de la Cortes Suprema sobre las operaciones que llevó adelante la española Repsol y otras empresas extranjeras en la localidad de Añelo, Neuquén, que es hoy la capital del fracking y puerta de entrada de Vaca Muerta. Allí, por una denunciada presentada en 2006 por la Asociación de Superficiarios de Petróleo de la Patagonia (Assupa), la Corte consideró que las empresas deberían pagar cinco mil millones de dólares por daños ambientales

Las operaciones siguieron en manos de YPF, con convenios como los que se sellaron con Chevron, y de otras empresas extranjeras y nacionales, que explotan la Cuenca Neuquina. En 2013, se inició la explotación de Vaca Muerta, con el método de fracking. En 2019, la Confederación Mapuche de Neuquén denunció "el índice de accidentes en Vaca Muerta es alarmante y en aumento en los últimos dos años". Para entonces, las empresas ya había reconocido más de 4000 "incidente ambientales".  

En octubre de 2018, se produjo un derrame de petróleo que se extendió entre 40 y 80 hectáreas en la zona de Bandurria Sur (a once kilómetros de Añelo). El pozo era explotado por YPF y la multinacional estadounidense Schlumberger y estuvo 36 horas fuera de control. El gobierno de de Neuquén multó a la petrolera estata con 33 millones de pesos y la prohibición de continuar operando específicamente en ese sector. 

En ese 2018, según la información oficial de la Secretaría de Ambiente de Neuquén, sólo entre enero y ocutbre se habían registrado 934 hechos de contaminación. "Estos eventos se producen porque son los propios vecinos, campesinos o trabajadores los que denuncian. Otra muestra de que no se puede confiar en empresas ni en los gobiernos", denunciaban desde el Observatorio de Petróleo Sur.