La campaña ya empezó, aunque pocos la vean. Se trata por ahora más de discursos y mensajes que de spots televisivos. Es una primera etapa que en Santa Fe podría denominarse "marcando los límites". Y eso es lo más notorio: cómo en pocos días el gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein empezaron a despegarse del discurso de Cambiemos. La idea es de a poco ir recordándole a los ciudadanos que no todos son lo mismo, aunque a veces haya que transformarse en un exégeta para notar las sutiles diferencias.

Así, el gobierno provincial deslizó a la prensa la semana pasada que no estaba conforme con el reparto de los Adelantos del Tesoro Nacional. Los famosos ATN son sinónimo de discrecionalidad desde su debut en la década del '90. Pero el socialismo volvió sobre el tema y cuestionó la distribución para municipios y comunas. La polémica escaló hasta los giros coparticipables y al federalismo mismo. Nada nuevo en la agenda pero sí unas líneas discursivas para comenzar a marcar territorio y decirles a los votantes que aquí la polarización es entre Cambiemos y el Frente Progresista, con radicales de ambos lados y todo. O si no, sólo hace falta recordar las palabras de la intendenta días pasados cuando ‑enojada con el PRO porque no le vota el endeudamiento en dólares‑ les dijo para insultarlos: "Ustedes parecen kirchneristas". Lo mismo podría decirse como respuesta ofensiva desde el otro lado aunque, claro está, la definición es falsa en todo sentido.

El tema de los ATN surgió a manera de respuesta por otro tema vinculado a los fondos nacionales. En grandes afiches callejeros el gobierno de Santa Fe indica que está realizando unas 1500 viviendas en todo el territorio. "Hacen propaganda con la plata que nosotros le mandamos", bramaron los dirigentes provinciales de Cambiemos que a la próxima reunión por unidades habitacionales ‑las que se van a construir en el ex Tiro Federal‑ enviaron a un concejal del PRO como comisario político a las reuniones de la intendenta Fein con funcionarios nacionales.

Pero se siguió hablando de plata y viejas facturas impagas. Lifschitz metió a pocos días del cierre de listas de candidatos la deuda de Nación con Santa Fe por la retención indebida de fondos de la Caja de Jubilaciones. Tras el fallo de la Corte Suprema, el presidente Mauricio Macri apenas asumido prometió el pago de los 30 mil millones acreditados más los intereses. Pero después de más de un año y medio de gobierno aún no hay fecha ni plan de pago. "Creemos que es tiempo de que la Nación salde esa deuda con Santa Fe porque con intereses y todo estamos hablando de unos 43 mil millones de pesos que a la provincia le vendrían muy bien", afirmó el gobernador.

 

Alberto Gentilcore

 

En el debate por el endeudamiento en dólares que busca la Municipalidad de Rosario, se volvió a mezclar el argumento con los pasos que sigue el gobierno nacional. Cómo es que el PRO a nivel nacional endeuda al país sistemáticamente pero sus concejales en Rosario no quieren autorizar la toma de deuda para obras de parte del municipio, repite el socialismo. Para el concejal Jorge Boasso se trata de "una chicana que no resiste el menor análisis". Sostiene el experimentado legislador que no se puede comparar: la Nación tiene "todos los recursos a su alcance para respaldar esa deuda. Puede emitir dinero, crear nuevos tributos y hasta disponer de un impuesto especial para pagar esa deuda si una urgencia así lo requiriera", dice Boasso y agrega que el municipio, por supuesto, "no tiene ninguno de esos recursos" para hacer frente a las consecuencias derivadas de supuestos incumplimientos a futuro que se terminarían saldando en tribunales con sede en Nueva York.

La pelea por el endeudamiento local fue el tema que más desgastó políticamente a la nobel fuerza Ciudad Futura. Ya en el primer intento de consenso habían quedado solos en las negociaciones con el socialismo con sospechas de intercambio de favores más privados que públicos. En esta segunda ronda el bloque que preside Juan Monteverde decidió ir por todo y blanquear las negociaciones en el entendimiento de que era preferible que el Ejecutivo encontrara la habilitación del tema en alianza con una fuerza progresista y no que continúe siendo el PRO el socio privilegiado en la búsqueda de los consensos. Además planteó obras prioritarias en los barrios que permitieron ese primer despacho favorable de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, destinado a presionar al resto de los concejales opositores.

Lo cierto es que en el tema el Ejecutivo municipal cometió algunos errores previos en la presentación y cuando quiso acelerar por la cercanía de las elecciones la suerte parecía estar echada. El argumento más duro contra las pretensiones del socialismo es aquel que esgrimieron varios ediles de la oposición: "No confiamos en esta administración municipal a la hora de autorizarle un endeudamiento de 150 millones de pesos", repitieron en el peronismo que logró alinear a todos sus bloques en contra de la iniciativa.

 

Obras y seguridad

 

Las prioridades de Lifschitz apenas asumió su gobierno fueron confesadas públicamente: Un ambicioso programa de obras públicas y un freno a la violencia e inseguridad en las calles de las principales ciudades de la provincia. En las dos temáticas hubo y hay problemas.

Las inundaciones que no le dieron tregua al territorio santafesino obligaron al gobierno a incrementar fondos y recursos en general para ir paliando la situación de emergencia en distintos puntos y principalmente en impacto que el tema tuvo en la producción láctea. Con todo, Lifschitz se puso el casco como buen ingeniero que es y puede mostrar algunas realizaciones que empiezan a circular con videos bien confeccionados por la televisión y en las redes sociales.

En materia de seguridad el tema es bien distinto. Aquí el gobernador dejó que sea su ministro del área el que haga el gasto. Por eso se lo vio a Maximiliano Pullaro destacando las cifras en la baja de los homicidios mientras que Lifschitz repetía: "Es como si a un enfermo con 40 grados de fiebre le haya bajado a 39", para poner en un lugar de cero expectativa los números del delito sabiendo que es muy delicado hacer política con un tema tan sensible. A pesar de todo, la convicción del gobernador es saber que acertó en la selección del ministro del área que, con avances y retrocesos, aún puede sostenerse en un delicado equilibrio al frente de una cartera tan difícil. Es más, esta certeza fue la que terminó con las aspiraciones de Pullaro de convertirse en candidato a diputado nacional del Frente Progresista. Por el momento, es necesario donde está.