La reunión diplomática entre Rusia y Estados Unidos concluyó este viernes sin un avance concreto sobre la tensión en la frontera rusa con Ucrania, aunque ambos diplomáticos coincidieron en que fueron conversaciones útiles y sustanciales que también sirvieron para calmar las emociones. Tras menos de dos horas de reunión, el canciller estadounidense, Antony Blinken, le aseguró a su homólogo que la próxima semana tendrá una respuesta de EE.UU. y la OTAN sobre las garantías de seguridad solicitadas por Moscú en diciembre del año pasado. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, por su parte, advirtió que habrá graves consecuencias si Washington sigue ignorando sus preocupaciones en materia de seguridad respecto a Kiev. Blinken además pidió a Rusia que retire las tropas de su frontera con Ucrania, mientras que tres países bálticos anunciaron que enviarán misiles norteamericanos para apoyar a Ucrania.

Un encuentro anticipado

A orillas del lago Ginebra se llevó a cabo el anticipado encuentro entre Blinken y Lavrov. Tras una semana de tensiones en la frontera de Ucrania la reunión dejó pocos avances aunque confirmó la predisposición al diálogo de ambas partes. El representante de la Casa Blanca afirmó que la próxima semana Estados Unidos y los países de la OTAN darán una respuesta escrita a las preocupaciones en materia de seguridad con el avance de las operaciones militares de la alianza en Europa del Este.

El mes pasado el Kremlin publicó dos borradores de acuerdos de seguridad entre las partes donde la no incorporación de Ucrania y Georgia a la OTAN es uno de los pedidos centrales, así como el retiro de tropas y armamento de países que se integraron a la alianza militar después de 1997.

Por otra parte, Estados Unidos advirtió que está dispuesto a responder a una agresión de Rusia “aunque no sea militar”, precisó Blinken, que a su vez le pidió a su homólogo que si no desea invadir Ucrania que retire las tropas (unas 100 mil) desplegadas por el Kremlin en la frontera. El gobierno de Vladimir Putin niega tener intenciones bélicas y condiciona el retiro de tropas a la firma de los acuerdos y garantías de seguridad sobre los límites a la expansión de la OTAN y la retirada de la alianza militar de Europa del Este.

"Estamos comprometidos con la vía de la diplomacia para intentar resolver nuestras diferencias. Pero si eso resulta imposible y Rusia continúa con la agresión contra Ucrania, daremos una respuesta unida, rápida y severa", afirmó Blinken en la rueda de prensa tras la cumbre en Ginebra.

Sin embargo, al pedido de Washington de exigir el retiro de tropas rusas se contrapone la reciente luz verde de Estados Unidos para que tres países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) envíen misiles antitanque y antiaéreos a Ucrania ante la "agresión rusa" que prevén los países de la OTAN. Estonia proporcionará misiles antitanque Javelin; Letonia y Lituania proporcionarán los Stinger antiaéreos. "Ante el aumento de la presión militar de Rusia sobre Ucrania y sobre la región, los Estados bálticos decidieron responder a las necesidades de Ucrania y ofrecer un ayuda adicional en defensa", precisaron en un comunicado conjunto.

Acuerdo de Minsk

Por su parte, Lavrov reiteró su llamado a Washington para que inste a Kiev a cumplir con los Acuerdos de Minsk, un convenio que sienta las bases para la solución pacífica del conflicto con el este de Ucrania. "Otra vez, tanto hoy como cuando recibimos a la ministra de Exteriores alemana y en contactos con nuestros colegas franceses, destacamos con firmeza que es hora de dejar de tolerar lo que hace el régimen de Kiev y obligarlo a cumplir con lo que no fue simplemente prometido, sino fue aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU", dijo Lavrov citado por la agencia de noticias Sputnik. “Lo que la OTAN hace ahora respecto a Ucrania, muestra claramente que la OTAN la considera una zona de su influencia", denunció el canciller ruso, que además negó cualquier intención de una incursión militar como había anticipado occidente.


En tanto, el vicecanciller ruso, Sergey Ryabkov, afirmó que si la respuesta estadounidense a las propuestas de Moscú es decepcionante Rusia tomará decisiones políticas serias. "Todavía no hay una respuesta formal y escrita de Estados Unidos y la OTAN a nuestras propuestas. Si esta respuesta es decepcionante, tendremos que tomar decisiones políticas serias, sobre las que nuestro presidente advirtió a los oponentes del otro lado, incluso públicamente", dijo el diplomático citado por agencia de noticias de Rusia TASS.

"Pero el papel de la diplomacia, en cualquier caso, es fundamental", añadió Ryabkov. "No queremos un conflicto, no atacamos a nadie y no amenazamos a nadie. Queremos asegurar nuestros intereses de forma fiable", aseguró.

Mientras que la ministra de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, acusó a Rusia de intentar recrear la Unión Soviético y llamó a Putin a dar un paso atrás. "El Kremlin no ha aprendido las lecciones de la historia. Sueña con recrear la Unión Soviética, o una especie de Gran Rusia que reparta el territorio en función de la etnia y la lengua", manifestó. Esta semana el gobierno británico confirmó el envío de armamento a Ucrania, una decisión que fue replicada por Dinamarca con el envío de aviones de combate y por España con el anuncio del despliegue de dos buques de guerra en el Mar Negro.