Aunque ahora vive al otro lado de la frontera, en Los Angeles, Chico Sonido no se desapegó de su naturaleza mexicana. “Es que soy de ahí”, sentencia el artista sinaloense vía Skype, desde Asunción, donde arribó como parte de su actual gira sudamericana. “Mi papá nació en el lugar de donde es el Chapo Guzmán. Podría haber estudiado en Monterrey o hubiera regresado a Sinaloa para trabajar con mis tíos. Sin embargo, me tocó representar a ese tipo de persona del norte del país, influenciada por los Estados Unidos y el hip hop. Y pese a que mi estilo de música está latinizado, lo hago desde un lugar experimental”, se define. Si bien el álter ego de José Rosas es desconocido en Argentina, el productor y DJ, a punta de underground, se hizo un nombre que lo vincula a la nü cumbia, la electrónica y la música urbana. A tal instancia que sus mixtapes son publicados y viralizados por magazines y entidades musicales de la talla de la Red Bull Music Academy.

“Gracias a la nueva ola de reguetón que hay, finalmente me presentaré en Buenos Aires”, expedita. “Ya podríamos llamar a esta escena la ‘nueva música latina urbana’. Se siente esa ola. Jesse Báez, quien estuvo allá hace poco, o Tomasa Del Real, que es colaboradora mía, son reflejo de ello. Hay madurez en los artistas involucrados y supimos aprovechar los medios que tenemos para expandirnos.”

No obstante, el eclecticismo de su propuesta y el enigma que gira en torno a su persona dilataron el despegue de Chico Sonido. “Me tomó tiempo descifrarme. Mi propuesta siempre apuntó a América latina y a la música en español. Empecé haciendo electrónica y hip hop, influido por lo que pasaba en Estados Unidos e Inglaterra. De hecho, viví allá un tiempo, y eso afectó bastante la ruta que tomé como DJ. Fue un proceso descubrir, aceptar y tratar de asimilar que mi camino es quién soy.”

Y de esa evolución da cuenta su tercer álbum, Club Redy (2017). “Intento que las cosas sean más interesantes”, explica sobre un disco en el que la música tropical muta del reguetón emocional al perreo triste, pasando por el dembow gótico. “Me metí a trabajar con cantantes –NdR: entre las que destacan las participaciones de la paraguaya DJ Mi$$il y la española Ms. Nani–. Así se puede ver más claramente la dirección en la que voy”.

Aunque advirtió sobre la llegada del tribal guarachero y evadió la etiqueta “tropical bass”, Chico Sonido, proyecto que este año celebra su primera década en el dancefloor, siempre histeriqueó con la vanguardia sonora. “A veces tienes que afiliarte a algo para que sea más grande. Pero fui desilusionándome de cada movimiento del que quise ser parte. Como artista independiente, lleva años de aprendizaje. Al igual que ser punta de lanza en cualquier tendencia y capitalizarla a partir de ideas frescas. Siento que ya me convertí en alguien que presenta su propio lado de la historia.”

* Viernes 26/5 en La Tangente, Honduras 5371. Desde las 23 con Coral Casino e Isla de Caras DJ set.