Desde el surgimiento del rock, la historia de la música popular contemporánea está plagada de peleas memorables. Alcanzando incluso tintes casi bíblicos, como el caso de los hermanos Gallagher

Si bien algunas de estas confrontaciones se trataron de fuego cruzado, entre las que despuntan la mala onda de Elton John hacia Keith Richards y Madonna, la animadversión de los raperos 50 Cent y Ja Rule, la batalla campal que desataron Kid Rock y Tommy Lee por Pamela Anderson o el ninguneo de Damon Albarn a Taylor Swift, hubo otras que no tuvieron solución. Quizá la más célebre fue el Boca - River que se estableció entre Lennon y McCartney, tras la separación de The Beatles.

Aunque existen las que llegaron a aguas menos borrascosas o a la reconciliación, de las que destacó el regreso de The Velvet Underground, la tregua que firmaron Axl Rose y Slash o la reunión de The Fugees en 2021. Sin embargo, hay varios grupos cuya continuidad o resurrección se vio mermada por el encono que se tienen sus figuras.

Morrissey versus Johnny Marr (The Smiths)

A finales de enero, Morrissey y Johnny Marr escribieron un nuevo capítulo en su turbulenta relación. En una nota para la revista británica Uncut, por la salida de su nuevo álbum, Fever Dreams Pt 1-4, el guitarrista se refirió también a su relación con su antigua banda, The Smiths: “No sería una sorpresa si dijese que soy muy cercano a todas las personas con las que trabajé, salvo por esa excepción. Y eso no es una gran sorpresa porque Morrissey y yo somos muy diferentes. Odio hablar así del grupo que amé”. A los pocos días, el cantante salió a responderle: “Esto no es una diatriba o una histeria rimbombante, es un pedido cortés y tranquilamente mesurado: ¿Podrías dejar de mencionar mi nombre en tus entrevistas? ¿Podrías, en cambio, hablar sobre tu propia carrera, tus propios logros en solitario y tu propia música?”.

El otrora frontman aprovechó el comunicado para advertirle a su ex compañero que no lo conoce: “No sabes nada de mi vida, mis intenciones, mis pensamientos, mis sentimientos. Sin embargo, hablás como si fueras mi psiquiatra. No nos conocemos desde hace 35 años, que es hace muchas vidas”. Considerado uno de los nombres más influyentes de la cultura pop británica, The Smiths se disolvió en 1987, y desde entonces sus integrantes parecieran haber jurado no volver a subirse juntos a un escenario. Además de separarse en malos términos, el vínculo empeoró en 1991 cuando el baterista Mike Joyce y el bajista Andy Rourke demandaron al dúo compositivo por los derechos de autoría. Juicio que ganaron. Si bien recibieron propuestas millonarias para reunirse, los de Mánchester son una muestra de que el dinero no todo lo puede.

Roger Waters versus David Gilmour 

Pink Floyd en Live 8 (Imagen: AFP)

La enemistad entre Rogers Waters y David Gilmour no da tregua ni siquiera en una pandemia. Si bien los fans de Pink Floyd esperan desde 2018 la versión remasterizada del álbum Animals (1977), el retraso se debe a la rivalidad entre ambos. Según explicó el bajista en junio pasado, el guitarrista y cantante se niega a incluir en esta reedición las notas del periodista Mark Blake acerca del proceso creativo del disco. “Quiere que esta historia permanezca en secreto”, afirmó el bajista, quien previamente dijo que lo que su excompañero desea es atribuirse los méritos creativos de ese trabajo. Esto sucedió semanas después de que Gilmour confirmara que no volverá a tocar con la banda. “Estoy a favor de que Roger haga lo que quiera y disfrute de sus shows de The Wall. Estoy en paz con eso. No quiero volver a tocar en un estadio”. 

Gilmour entró en Pink Floyd en 1968 como reemplazo de Syd Barrett, creador de la banda, y desde entonces fue ganando espacios en el proceso compositivo y las decisiones artísticas. Ese protagonismo generó tensiones con Waters, situación que alcanzó su clímax en la grabación del álbum The Wall. Si el frontman se creía subestimado, el bajista comenzó a menospreciar a sus compañeros. A raíz del gran éxito del disco, Waters decidió lanzarse en solitario y disolver al grupo. Pero Gilmour lo impidió, y terminaron en la corte, donde el juez les dio el aval para seguir adelante. A partir de ese momento, cada uno siguió su camino. Aunque de tanto en tanto las chicanas los congregaban. Sin embargo, en 2005, como parte del recital benéfico Live 8, Pink Floyd se reunió con su formación histórica por primera vez en 24 años.

Paul Simon versus Art Garfunkel 

Con la aparición de su segundo disco, Sound of Silence (1966), Simon and Garfunkel se convirtió en una de las bandas más exitosas del folk que se cocinaba en Nueva York. Esto llegó a su punto máximo en 1968, con la inclusión de su música en la banda de sonido de la película El Graduado. Aunque ambos músicos se conocían desde que eran adolescentes, la popularidad contaminó su relación. Art Garfunkel inició una carrera en la actuación, lo que retrasó la grabación de su nuevo álbum. Pese a que Paul Simon se lo quería comer vivo, compusieron 11 canciones. Al momento de sumar una más, Simon escribió “Cuba sí, Nixon no”, causando la indignación de Garfunkel por su mensaje político. Finalmente, Bridge Over Troubled Waters salió en 1970 con 11 temas, y la banda se separó.

El dúo se juntó 12 años más tarde para consumar una gira, pero el proyecto terminó muy mal. Igual destino tuvo el disco que intentaron hacer, al punto de que Simon borró las voces de su compañero y lo sacó como un trabajo solista: Hearts and Bones (1983). Su asunción al Rock and Roll Hall of Fame incitó una gira en 1993 que no tuvo buen desenlace; lo mismo sucedió en las de 2003 y 2010. En una nota de 2016, a Simon le preguntaron sobre otra posible reunión, a lo que respondió: “Honestamente, no nos llevamos bien. Si fuera divertido diría: ‘Saldré y cantaré las viejas canciones con la armónica’. Eso es genial. Pero cuando no es divertido, y vas a estar en una situación tensa, tengo muchas otras áreas musicales para explorar. Así que eso nunca volverá a suceder”. En febrero de 2018, Simon anunció su retiro de las giras.

Peter Hook versus Bernard Sumner 

La fraternidad de los integrantes de New Order parecía a prueba de todo. Tras la muerte de Ian Curtis, cantante de la banda que los precedió, Joy Division, el resto de los músicos siguió adelante con un nuevo proyecto. La tenacidad de su propuesta y la revolución musical que generaron fueron de tal magnitud que se transformó en una de las bandas más populares del Reino Unido. Al punto de que la Federación inglesa de fútbol les encargó la canción para arengar a su Selección en el Mundial de Italia 90: “World in Motion”. Sin embargo, en noviembre de 2006, luego de un show en Buenos Aires, Peter Hook se animó a predecir que el grupo dejaría de salir de gira. Meses más tarde, para rematar la muerte de New Order, el bajista reveló en una entrevista en la radio británica XFM que el frontman Bernard Sumner y él ya no estaban trabajando juntos.

La relación entre Sumner y Hook venía mal desde finales de los ochenta, por lo que el frontman pensó en darle de baja a la banda una vez que se enteró de las habladurías del bajista. Tenía ganas de empezar algo nuevo. Pero los demás músicos salieron a apoyarlo, y el nacido en Lancashire le respondió a través del sitio NewOrderOnline: “La noticia sobre la separación es falsa. Peter Hook puede dejar la banda, lo que no significa el final de New Order”. En septiembre de 2011 el grupo anunció sus primeros recitales en cinco años, en Bruselas y París, con el regreso de la tecladista Gillian Gilbert y la inclusión de Tom Chapman en el bajo. En 2018, en una entrevista a propósito de la gira de su proyecto solista, Hook reconoció: “Mi inocencia quedó destruida cuando New Order se reformó sin mí”.

Ray Davies versus Dave Davies 

Antes que AC/DC, Devo u Oasis, The Kinks fueron la banda liderada por hermanos más famosa del mundo. También estaban Los Shakers, pero nadie miraba aún a este trozo de Occidente. Aunque a diferencia de los Fatorusso, los Davies no paraban de boxearse. Incluso en los lugares más insólitos: desde bodas hasta limusinas. Por su fama de peleadores, les negaron la entrada a los Estados Unidos durante cinco años. En ese ínterin, Ray y David aludieron a la influencia del primer gran grupo pop comandado por hermanos, los Everly Brothers, para hacer una de las obras maestras de los setenta: “Con Ray éramos fans de los Everly Brothers”, recordó recientemente David. “Gracias a ellos nos dimos cuenta de que al unirnos nuestras voces podían ser complementarias, como en la canción ‘Lola’”.

El tema en cuestión está incluido Lola Versus Powerman and the Moneyground, Part One, un disco conceptual inspirado en las diferentes facetas de la industria musical, atravesado por el folk, el hard rock y el music hall. Con el auge del britpop, dos décadas después, The Kinks volvió a la palestra, pero no tuvo ninguna repercusión comercial. Luego de que ambos hermanos publicaran sus respectivas biografías, el grupo brindó su último show en 1996, en el cumpleaños 50 de Dave. A diferencia de Ray, éste no quiere saber nada con la vuelta. “Quiero a mi hermano, pero no lo soporto. Una hora con Ray es el límite”. En tanto que el otro Davies ha confesado: “Cuando escucho a los Kinks, me emociono, hasta que pienso en cómo fueron realmente las cosas: las peleas, las palizas a la gente, acabar hechos mierda”.

Sting versus Stewart Copeland 

Para celebrar los 30 años de su fundación, The Police realizó una gira mundial (incluyó a Buenos Aires) que empezó en mayo de 2007 y concluyó en agosto del año siguiente. The Police Reunion Tour abarcó 151 recitales que dejaron como recaudación 360 millones de dólares. Si alguno de los músicos tenía problemas económicos, con esos shows los resolvió. Lo que sí no llegaron a solucionar fueron sus diferencias, aunque las pudieron dejar de lado mientras duró. Tiempo más tarde, el diario inglés The Sun le preguntó a Sting si volvería a salir de tour con Andy Summers y Stewart Copeland, a lo que el frontman respondió: “Si The Police regresara, la gente reaccionaría como si mamá y papá tuvieran que juntarse. Podrías ver esa emoción en el público, pero ¿quién quiere realmente vivir con la mujer de la que se ha divorciado? Desde luego, yo no”.

The Police en River (Imagen: Bernardino Avila)

Esa reunión fue una suerte de milagro porque Sting juró que nunca volvería a tocar con la banda, sobre todo por la manera en que acabó su último recital. Sucedió el 4 de marzo de 1984 en Melbourne (Australia). El trío se encontraba presentando Synchronicity (1983), disco en el que el bajista y cantante tomó las riendas creativas. Lo que lo llevó además a censurar las composiciones de sus compañeros porque no estaban a la misma altura. Si bien tuvieron sus diferencias, esa noche los tres estuvieron a punto de irse a las piñas. Copeland reconoció algunos años antes que sus diferencias con Sting eran por su enfoque musical. Y ya en 1984 manifestó: “Después de cinco años y cinco álbumes, nos distanciamos. Ahora lo único que tenemos en común es el escenario y ese álbum”. The Police se separó en el cenit de su carrera, sin anuncio oficial.

Brian Wilson versus Mike Love 

The Beach Boys es una de las bandas más icónicas de todos los tiempos. En 1966, con la salida de su disco Pet Sounds, hicieron la transición del pop azucarado a la vanguardia psicodélica, consolidando su estatus en los anales del rock. Sin embargo, el grupo no ha sido ajeno a las diferencias creativas y la tragedia. La característica más definitoria de su lado más oscuro es la rivalidad shakespeariana entre Brian Wilson y Mike Love. Al punto de que no hay posibilidad de que se reconcilien. Love llegó a reconocer: “Para aquellos que creen que Brian camina sobre el agua, siempre seré el Anticristo”. En tanto que Wilson llegó a proclamar sobre su compañero: “No me gusta Mike Love en absoluto. Es demasiado egoísta”. La disputa entre ambos comenzó justamente en las sesiones de grabación de Pet Sounds.

Compuesto por Wilson, se trató de un disco revolucionario no sólo musicalmente sino en su técnica de grabación. Pero Love no opinó lo mismo. Con el tiempo, la rivalidad de los primos aumentó y acabaron pleiteando por los derechos de autor de 35 canciones y por el nombre de la banda, ambos litigios ganados por Love, que tomó el control total del grupo. A pesar de eso, en 2012 se embarcaron en una gira por los 50 años de la fundación de la banda, la que, como era de suponerse, terminó de forma abrupta. En 2020, la batalla se reanudó cuando Love, usando el nombre del grupo, actuó en la Convención Internacional del Safari Club. Wilson se indignó, y salió a criticarlo. Esto se repetiría meses más tarde, al enterarse de que Love encabezaría una recaudación de fondos en California para la campaña de reelección presidencial de Trump.

Adrian Belew versus Robert Fripp

En 2013, tras 32 años de actividad ininterrumpida con King Crimson, Adrian Belew dejó de ser integrante de la banda. No lo decidió él sino el fundador del grupo inglés, Robert Fripp. “Robert me dijo por mail que yo no soy el adecuado para lo que la banda está haciendo”, llegó a compartir el músico en su cuenta de Facebook. El violero de “Heroes” nombró a su excompañero como el “noveno miembro inactivo de King Crimson”, a lo que añadió: “No hay planes actuales para que Adrian salga con la formación actual, pero en la extraña historia de Crimson hay una tendencia a que las cosas cambien”. Si bien se sabe que el de Dorset tomó la decisión a partir de una serie de diferencias, nunca trascendieron cuáles fueron. 

Dos años más tarde, la gira con la octava encarnación de la banda, apodada como “la bestia de siete cabezas”, siguió adelante y en octubre de 2019 se presentó en Buenos Aires. Esa formación fue diseñada para celebrar el primer medio siglo de King Crimson, donde Belew tuvo un papel protagónico e identitario entre 1981 y 2009, justamente una época poco visitada en un setlist más centrado en los '60 y '70. 

Noel Gallagher versus Liam Gallagher 

Oasis (Imagen: AFP)

“No dejé Oasis. Noel Gallagher lo dejó. No podía manejar el rock and roll. Le tenía demasiado miedo. Así que ahora se ha vuelto pop cósmico y Leo Sayer”, declaró Liam Gallagher a Radio X, el año pasado. Por lo que la reconciliación entre los hermanos, así como la vuelta de Oasis, parece cada vez más improbable. ¿Cómo comenzó la pelea?. Tras un recital desastroso en Los Angeles en 1994, Liam discutió con Noel, y le lanzó una pandereta. Al año siguiente, durante la grabación del disco (What’s the Story) Morning Glory, Liam llevó a un grupo de personas al estudio, mientras Noel intentaba trabajar. Noel respondió a esta interrupción golpeando a su hermano en la cabeza con un bate de cricket. A partir de ahí, se produjeron un sinnúmero de desplantes y cancelaciones de recitales por parte del menor de los Gallagher.

Sin embargo, el punto de inflexión se produjo en 2000 en Barcelona cuando Liam cuestionó la legitimidad de Anaís, la hija de Noel. Este lo atacó y abandonó el resto del tour, iniciando así un vínculo al mejor estilo de Caín y Abel. En 2009, esta vez en París, Liam golpeó a Noel con una guitarra. Esto derivó en que el show fuera cancelado, a lo que le secundó un comunicado en el que el hermano mayor anunció su salida de Oasis. Tres años más tarde, en la inauguración de los Juego Olímpicos de Londres, Liam cantó junto a su grupo Beady Eye el himno “Wonderwall”, de Oasis, pero necesitaban la autorización de Noel, quien los hizo sufrir hasta último momento. En 2019, Liam contó: “Creo que no le gusto a Noel. Es una pena. Yo le quiero. No es feliz con nada. Va a terminar tocando en pubs porque los fans de Oasis se van a cansar de él”.

David Byrne versus Chris Frantz

En 2020, durante la gira que lo trajo por última vez a Buenos Aires, a David Byrne le volvieron a hacer la misma pregunta: “¿Existe la posibilidad de ver en vivo a Talking Heads?”. A lo que el artista respondió: “Hay un periodo en el que la música es realmente esencial, y te ayuda a definir quién eres y cuál es tu lugar en el mundo, y no puedes soltar ese momento. Pero no podemos recrearlo ni reemplazarlo. Hay muchas giras de bandas que se reúnen, y eso se vuelve una forma de ejercitar la nostalgia”. El grupo neoyorquino se separó en 1991, luego de la salida de su disco Naked, y todavía hoy reciben ofertas millonarias para juntarse. Aunque sea por última vez. Y es que la separación del cuarteto fue silenciosa. Sus integrantes han asegurado que salir de gira nuevamente no será posible porque la relación entre ellos es más que complicada.

El último encuentro del cuarteto sucedió en 2002, por su ingreso al Rock and Roll Hall of Fame. Al año siguiente, tras la insistencia de los fans, fueron los propios músicos los que le plantearon a Byrne la reunión. Y el frontman respondió que las puertas estaban completamente cerradas. Se lo formalizó por mail al baterista Chris Frantz: “Te lo dije antes y lo diré nuevamente por última vez. Nunca me reuniré con los Talking Heads. Por favor, no traigas esto de nuevo”. En 2020, Frantz publicó su autobiografía, Remain in Love, donde de forma amorosa y respetuosa recuerda varios pasajes difíciles de su vínculo con el escocés. En la reunión que provocó el desenlace, los integrantes se tomaron con calma la disolución. Ante su sorpresa, el cantante y guitarrista les gritaba: “Deberían decirme que soy un imbécil”. 

Este artículo se publicó originalmente el 1 de febrero de 2022. 

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