Risas, gárgaras de risas. La sala es un gorjeo, brotan cataratas de emociones y hasta opiniones. No se sabe en qué momento ocurrió pero la obra de Romanín se metió espectadorx al bolsillo.  

Como si pasara un tren es un tríptico de tres cuerpos que entrelazan historias. La madre, Susana, vive sola con su hijo Juan Ignacio, un adolescente con discapacidad, en una ciudad de provincia. La aparente calma de pastizal cambia cuando a la estación llega Vale, la joven prima porteña que, para variar, viene “castigada” a pasar el verano y que en el interín sin querer queriendo va tsunamizando todo. Hasta acá todo armadito. Pero ojo, los estereotipos, esa gasa fina que envuelve la vista, solo aparece para arrancarse. 

Soy habla con Lorena Romanín y el actor Guido Botta Fiora (que interpreta el personaje de Juan Ignacio). Avistemos que Lorena fue una de las creadoras del boom lésbico Plan V, serie web que retrata, a modo de sitcom, los enredos de un grupete de tortas bastante graciosas, y que fue autora también de la bella obra de teatro Julieta y Julieta. Así, con las piernas sobre una silla cruzadas y sus botas, una arriba de la otra rezumando brillo, Lorena va charlando de lo que fue esta obra: “ver que a la obra le va tan bien, que la gente sigue viniendo y se va contenta es una satisfacción. Con Juani, que es este chico con esta discapacidad indefinida, la obra funciona como una transformación. Transformación propia de cada personaje: la mamá, Vale y él mismo. Muchos me dicen que la obra es realista, entiendo, pero la obra es un recorte de esa realidad que está hermoseada. Es más bien, una verosimilitud bella.”

Bella, sí. Porque es cierto que lo que podría verse como un simple drama, se convierte en una micro odisea que tuerce orden impuesto. Sin dar detalles y no espoilearla, Botta Fiora, novísimo galardonado con el Premio Revelación María Guerrero, nos dice: “Quizás podemos pensar que la discapacidad de Juan sería lo que se llama TGD (Trastorno Generalizado del Desarrollo). Pero quizás, en vez de centrarnos en una definición, yo prefiero pensar a mi personaje en torno a la fragilidad. Que se protege en esta burbuja que él se construye, donde lo vincular, lo motriz y lo verbal, se encuentran en un estado frágil. El es el portador de una electricidad corporal tan intensa que lo torna muy vulnerable”. La fragilidad es exacerbada por un entorno donde el deseo, la autonomía de alguien “especial” son vistos como peligrosos. No por nada, la misma madre Susana, encarnada maravillosamente por Silvia Villazur, empezará en una voz alta que se va achicando: “Escuchame una cosa. ¿Qué querés decir con especial?, porque especiales somos todos”. “Especialidad” que venimos a cargar todos los que no entramos dentro de la cajita hetero patriarcal junto a su  llamada salud mental. 

Juani juega en la obra. Se la pasa jugando: trenes, viajes imaginarios, arbolitos y un muñeco de Alf zarandeado en abrazos. Un juego de símil alienígenas, cuyo entorno les recalca una diferencia que poseen. ¿Juani es de otro mundo?

Atando cabos, Soy continúa su ronda entrevistera y habla con distintas ONGs que trabajan con discapacidad. La lingüista Analía Gutiérrez, cofundadora de Lengua Franca, Asociación Civil que pelea por el derecho de la comunicación de las personas, que por distintas razones, no pueden ejercerlo (ya sea por alguna discapacidad, por ser migrante, por género o por edad), utiliza el término Diversidad Lingüística. Toda comunidad está habitada por esta Diversidad, el problema es que, al igual que la diversidad lgbti, viene mal parida, porque cualquier diversidad que no forme parte de la lengua dominante es víctima de una clara inequidad social. Fundación Solar de Integración, dirigida por Mariela Postolow, es otra de las  instituciones que lucha por la calidad de vida de las personas con discapacidad en situación de vulnerabilidad social. Ambas, Mariela y Analía, señalan la necesidad fundamental de estimular la autodeterminación entendida como un proceso en el que debe haber un camino hacia el autoconocimiento, el empoderamiento, el registro de las propias limitaciones y la capacidad de análisis del contexto. Una vez que la autodeterminación es fortalecida en ellos por ellos mismos y el entorno, es que se puede empezar a ponerle un dique al miedo que los paraliza y los limita (a ellos y a los que los rodean).

Yo las escucho y no puedo dejar de preguntarme: ¿de qué estamos hablando, de discapacidad o de un libro de autoayuda? Porque al final, esa brecha imaginaria entre esos otros y yo parece que no es más que otra quimera. 

Quizás ahí resida el éxito de Como si pasara un tren: en subvertir y licuar esas diferencias, para entregarnos algo que nunca fue tan distinto. 

Decido Yo

La Fundación Solar de Integración junto a Lengua Franca y Cero a la Derecha (Asociación Civil dirigida por la Licenciada en Comunicación Social, Marcela Baigrós) este próximo junio empezarán la campaña orientada a todos, pero específicamente dirigida a personas con discapacidad y su entorno, sobre el poder de las elecciones. El título “Decido Yo”, habla sobre la posibilidad intrínseca de la toma de decisiones y agenciamiento de deseos, con el objetivo de fomentar la autonomía en todos los aspectos de la vida. 

Como recalcara Guido en relación a Juani: “hay  un deseo que se reconoce como propio, que en el camino se aprende a realizar y que justamente es de uno, pero posible con otros”. Y sí, porque al final quien no necesitó primero a un Yo, y luego a un Vos para bailar un dos por cuatro.

Sábados, a las 20, y domingos, a las 17 y 19, en el Camarín de las Musas, Mario Bravo 960.